¹

4.2K 212 3
                                    


XA'LII

—¡Xa'lii, no demores demasiado! —corría a toda velocidad hacia donde Ronal me necesitaba.
—Lo siento, Madre, pero estaba demasiado lejos —traté de recuperar el aliento sin perder la postura.
—¿Alim? (¿Muy lejos?) Tzireya puede hacerlo más rápido que tú.
—Lo siento —incliné mi cabeza en señal de respeto.
—Deja eso aquí —hice tal cual Ronal indicó— ahora, ya que tus habilidades son mejor en el bosque, necesito que traigas la flor de Fibonacci. Necesito que traigas todas las que puedas —asentí— y no tardes.

Mi vida no es del todo bonita, pero no me quejo. Tonowari y Ronal me dieron una segunda oportunidad luego de la muerte de mis padres. De no ser por ellos, ahora estaría con Eywa.

Ser una na'vi del bosque tienen sus ventajas, pero también sus desventajas. Por ejemplo, a diferencia de los Metkayina, poseo brazos y piernas más delgadas que me permiten correr o trepar con mayor agilidad, en los brazos tengo pequeñas púas similares a cuernos que son retráctiles que funcionan como arma, me ayudan a sentir vibraciones en el suelo y a aferrarme de los árboles. Mi cola es muy diferente a la de otros na'vi, en vez de tener una aleta o una cola normal tengo una especie de punta que podría simular una lanza. Mi color de piel es ligeramente más oscura que los Metkayina pero más clara que otros clanes. También tengo la fortuna de tener un par de orejas extra que simulan cuernos y que me permiten tener más amplitud de sonido. Y por si fuera poco, solo mi clan, el clan Anurai, tiene la bendición de Eywa para domar un Thanator, que es el depredador más peligroso de la selva de Pandora.

Pero no es gracias a mi apariencia que la mayoría de los Metkayina me tratan mal; todo se debe a mi, o es lo que dicen.
Mis padres fueron a la costa en busca de refugio luego de que mi clan casi fuera exterminado; y al llegar al mar, en cuanto nací, la desgracia golpeó al pueblo. Se dice que gracias a mi, los humanos atacaron el clan, y de no ser por mis padres adoptivos, no estaría aquí, escalando un risco que divide el horizonte de la jungla y el mar.
He venido aquí desde los 13 años, y ahora tengo 16, y muy pronto yo misma tendré que hacer mi ritual para convertirme en una guerrera al unirme con un Thanator, que se volverá mi protector espiritual. Espero que con la ayuda de Eywa sobreviva.

—Tzitiry pido hicirli mis ripidi qui ti. Ojalá dijeras lo mismo cuando tengo que venir a la selva. Oh, es cierto, la princesa no viene, o no vaya a ser que se despeine.

Cuando pasas demasiado tiempo sola, tu única compañía es tu mente.

Al principio fue duro, envidiaba la forma en que Ronal acariciaba la cabeza de Tzireya o como Tonowari jugaba con Aonung. Pero con el pasar de los años aprendes a quererte, a solo confiar y pensar en ti. Y aunque podría irme, aquí afuera, soy un blanco fácil. Podría sobrevivir, después de todo soy originaria del bosque, pero los humanos son criaturas peligrosas.

—Nicisiti qui trigis tidi li qui pidis. ¿Que acaso tengo ocho brazos? No Ronal, sólo tengo 2, igual que tú, y por si fuera poco tengo dos piernas, así que no me exijas mucho.

Cuando conseguí las flores y agradecí por ellas, retomé mi camino de vuelta al salto hacia el vacío, pero antes de llegar escuché el suave pisar en el suelo húmedo de la selva. Me quedé quieta y en silencio, y me agaché lentamente mientras los púas en mis brazos salían, coloque mis manos en el suelo y las vibraciones llegaron. Había más de una criatura y sabía que eran: kinam to txep, o en español "piernas de fuego". Son criaturas que tienen el tamaño de un niño de 3 años, muy veloces y que atacan en grupos de seis o siete. No son peligrosos cuando puedes escalar un árbol, pero si logran alcanzarte te desmembraran en segundos.
¿Qué como lo sé? Los vi comerse un Yerik.

Cuando comencé a sentir la presencia de todos los demás, corrí. Escuché sus gritos detrás mío y no quise mirar hacia atrás. Noté que había un tronco caído, por lo que corría hacia él y tomando una liana, me colgué para esquivar la mordida del que estaba más cercano a mí. Los enanos comenzaron a saltar para intentar alcanzarme, pero yo me aferraba a la liana.

WILD FLOWER; NETEYAM SULLY #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora