A los que se empeñan en que tras la tormenta viene la calma, me atrevo a decirles que la vida es la tormenta, siendo su ausencia, la calma.
Un buen día, llegas y te dicen: «Hola, Ashley, bienvenida al mundo. Este es tu hermano, Tide». Y te conformas, porque alguien que sabe más que tú sobre el océano te lo ha dicho, y punto. Pero, ¡no nos engañemos! Estás en el mundo para cuestionarlo todo.
La vida es un naufragio. ¡Lamento la mala noticia! En tu trayecto, te cruzarás con gente honrada que vale su peso en oro, pero también con bribones que ansían robarte el tesoro. Algunos te dirán por dónde deberías navegar, otros, te advertirán de algún que otro monzón, pero, amigo, solo tú llevas el timón.
Puede que te asusten las olas, o puede que te falten las horas. No hay problema, haz del viento tus alas y de la tempestad un impulso a tu lona.
Nadie sabe qué hay más allá del horizonte, ¿verdad? Pero hemos venido a vivir. Quien te asegure que hay islas o tierra es porque teme al agua, y no a la tormenta. Una vez oí que había peces más allá de la niebla, y ¿qué me encontré? Agua, más de la misma mierda.
Navega sin rumbo y no tengas miedo. Aprende a nadar, y tal vez ese viento que tanto te inquieta, se convierta la fuente que alimente tu próxima meta.
¿Y qué hay más allá del horizonte? A ver, cómo respondo a eso. ¡Quién sabe! A lo mejor encuentras la calma..., pero ya habrá tiempo de alcanzarlo cuando dejes libre a tu alma.

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Náufragos
Short StoryAshley de Nebos reflexiona acerca de las dificultades de la vida. Ella se encuentra a bordo del «Dolores de Muelas», el navío que comparte junto a su hermano desde que tiene uso de la razón.