2

1.1K 149 13
                                    



Bajo un aire de burla, Baekhyun tomó la botella de brandy y se sirvió otro poco. Apoyado contra el buró de frente al ventanal, me miró con condescendencia. Me estaba picando en lo más profundo y delicado de mi estómago esa actitud. Me preguntaba qué rayos le pasaba, aunque, como un golpe bien acertado en el rostro, recordé que lo abandoné probablemente con el corazón roto.

Bien, él tenía un punto a favor.

—¿Qué querías decirme? —me incitó, quizás cansado del silencio que nos acompañaba.

—Bueno, pensé que, al no habernos visto en un año, y ya que me tomó por sorpresa encontrarte aquí, debía ser caballeroso y saludarte. Hablar un poco.

Baekhyun sonrió, con sus ojos brillantes y sus labios carnosos extendidos, mientras su mano sujetaba el vaso muy cerca de su boca.

—Chanyeol, tú nunca has sido un caballero. Creo que eres todo lo contrario.

Metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón y asentí con la cabeza. No que yo pudiera alegar algo mínimamente diferente, pero me causó un impacto viniendo de él.

—Has cambiado... mucho.

—Todas las personas tienen que cambiar, Chanyeol. Yo lo hice cuando tuve la oportunidad.

—¿Y por qué? A mí me gustabas cuando eras más dulce. Ahora que te veo casi no te reconozco.

Él me sostuvo la mirada, esta vez de forma más seca, pero conservando todavía esa sonrisa sobre su boca.

—Te gustaba un lado mío que ya no está. No puedo decir que luego de salir de la cárcel pudiera seguir siendo el Baekhyun dulce e ingenuo.

—Entonces, ¿cómo terminaste enredado con Kim Taewoo? ¿Un mal juicio, quizás?

—¡Para nada! En realidad, lo conocí hace varios meses cuando estaba... buscando un nuevo comienzo. Ser parte de su entorno me brindó muchas oportunidades. ¡Ya veo porqué querías quedarte con este lucrativo negocio tu solo!

—Sabes que estás inmerso en un juego del que no hay retorno, ¿verdad?

—Creo que tu hermano y tú me metieron en él sin mi consentimiento —casi recriminó, aún con la voz parca—. Seunghyun quiso matarme por esto, y tú... bueno, ya sabemos cómo acabó todo.

—... Me alegra ver que estás bien.

Su cuerpo se tensó entonces. Su mandíbula fue tirada por hilos y sus ojos encendidos por un cerillo, incluso sus puños se cerraron ligeramente, antes de que recobrara la compostura.

—¿De verdad? —se jactó—. En realidad, creí que te habías olvidado de mí. Cuando te fuiste, supongo que te extrañé un poco. Luego ese sentimiento desapareció y comprendí que nada quedaba entre los dos, si es que en algún momento lo hubo. Y como no supe nada de ti durante un año, yo también me olvidé de ti.

—Querrás decir que encontraste otra persona con quien distraerte —solté, sin poder contener ese amargor en mi boca.

—¿Y tú no? ¡Por Dios, Chanyeol! Eres y siempre serás un hombre apasionado, y no me quieras hacer creer que te mantuviste célibe un año.

No, no lo había hecho, principalmente porque quería borrarme de la cabeza a Baekhyun. Eso no funcionó como yo esperé. Al final de cada noche seguía trayéndolo de regreso a mi cabeza, empujando sus recuerdos una y otra vez junto a la pregunta: ¿Y si regreso con él?

Pero siempre supe que mis decisiones egoístas terminarían afectándolo, así que me mantuve tan alejado como pude. Me mudé a Moscú y salí con mujeres y hombres, rubios y morenos, pelirrojos y castañas, hasta que me di cuenta de que el tono de cabello que buscaba era uno más artificial: rosa pastel. Ese mismo color había ahora desparecido, dando paso a un negro profundo como el ala de un cuervo.

SIN SALIDA: El último tiro (Chanbaek)Where stories live. Discover now