TENTATION 4 CAMREN G!P

CAPITULO 20

Mordiéndose un labio, Camila bajó de las piernas de Lauren y se puso de pie. Casi al mismo tiempo, Lauren estaba a su lado. Con una erección fatal, totalmente tensa, pero con la convicción de que aquello sería recompensado mañana. La quería demasiado como para hacerle el amor sin su consentimiento, como aquella otra noche en la que Camila había protestado horas después. Y ahora mismo, no era momento para protestas, ni peleas, ni cosas de ese calibre...

Ambas entraron a la habitación. En la cama, una mujer de edad avanzada descansaba al lado de Eli, que dormía profundamente. La mujer abrió los ojos de inmediato al sentir los pasos de Lauren y Camila dentro de la habitación. Se puso rápido de pie y pasó a explicarle a Lauren el comportamiento de Eli durante la noche. Que había dormido perfectamente y sin protestar, segundos después, había desaparecido de la habitación.

Y en aquel lapso, mientras Lauren había pasado a revisar a Eli y a cubrirla del frío de la noche, Camila había desaparecido de su vista. La habitación era suficientemente grande como para tener que buscarla en cada rincón, pero rápidamente sus ojos pudieron encontrar la luz del cuarto de baño encendidas. Antes de dirigirse ahí, se quitó la camisa y los zapatos, dejándolos ambos sobre el suelo.

- ¿Estás bien? - preguntó Lauren, dando dos toquecitos a la puerta. Nadie respondió ahí adentro. - ¿Camila? - volvió a preguntar ella, y al no escuchar respuesta por durante diez segundos, decidió entrar sin previo aviso.

Camila estaba sobre el suelo, con las manos en el váter y con el pelo alborotado.

Lauren enarcó una ceja.

- No estoy borracha. - se excusó ella.

- No volveré a dejarte tomar. - protestó Lauren, que se acercó a ella y se puso de rodillas a su lado. - ¿todavía quieres vomitar? - le preguntó al observarla, y ella asintió ni bien terminó de escuchar sus palabras. Lauren le sujetó el cabello, mientras Camila volvía a vomitar con ganas.

- Joder... - se quejó ella, mirando el retrete.

- Eso se ha escuchado fatal. - se burló Lauren. Sosteniendo el cabello de Camila con una mano, estiró la otra y apretó el botón del retrete. - ¿te sientes mejor?

Camila asintió con los ojos cerrados.

- Necesitas un baño. - le advirtió Lauren al ver su aspecto. El maquillaje se le había corrido y tenía restos de vómito por el vestido y el pecho. Camila todavía no parecía ser consciente de lo que Lauren acababa de decirle, y ella lo sabía. ¿Cuántas veces había estado borracha hasta ese punto? Sabía muy bien cada efecto que el alcohol podía traer consigo. - Ven aquí. - le dijo y se puso de pie, levantando el cuerpo de Camila a la vez, esta solo cedió con los ojos cerrados. A continuación, las manos de Lauren se posicionaron en el borde del vestido de Camila, lo jaló hacia arriba e hizo que ella subiera las manos para poder quitárselo.

Su cuerpo estaba desnudo y frente a ella. Era la tentación más grande que había vivido jamás. Su chica era preciosa. Joder, y sentía que cada vez aquello se hacía más grande. Endureció los pómulos, concentrándose en su faena y borrando aquellas fantasías negras que tenía en la cabeza. Tiró el vestido en el lavador y pasó a colocar sus manos en las caderas de Camila, chocando con el encaje de su tanga. La miró a los ojos, ella todavía parecía vacilante y perdida en su propio mundo, así que tiró de su ropa interior hacia abajo, quitándosela.

- Entra a la ducha. - le ordenó suavemente. Camila asintió y metió una pierna dentro de la ducha y después la otra. - eso es. - susurró Lauren, concentrada y evitando mirarla desnuda como tanto quería. Pero sus reflejos no le dejaban en paz, veía todo lo que deseaba no ver, sus senos, su culo, su piel. Dejando a un lado todas sus inquietudes, abrió la llave izquierda de la ducha, colocando el agua caliente.

- Entra conmigo.

Los susurros de Camila hicieron que el miembro de Lauren volviera a cobrar vida.

Esta vez no se negó. Por una parte, sabía que ella necesitaría su ayuda en cualquier momento. Y por otra... demonios, debía controlarse.

Terminó de quitarse la ropa y entró a la ducha junto a ella. Ambas desnudas. Una frente a la otra. Ella le sonrió, atrevida, otra vez con ganas de hacerla perder los papeles. Se juntó a ella, tocando su pecho con las manos. Lauren intentó distraerse, tomando el jabón que estaba posicionado en la esquina de la inmensa ducha.

- ¿Sabes? - susurró Camila. - Vanessa me ha contado que Vero le ha pedido matrimonio.

Lauren se quedó callada. Lo único que pudo escucharse en ese momento fue el agua cayendo de la ducha.

- Vaya... - le dijo Lauren, fingiendo sorpresa. La verdad es que algo de eso ya sabía. Mojó el jabón en el agua y empezó a frotarlo por el cuerpo de Camila, empezando por sus hombros.

- Lo gracioso es que ellos solo llevan meses juntos. - ambas se miraron. Ella estaba ebria, pero más o menos en ese momento podía decir las cosas conscientemente.

- ¿Ha sido una indirecta? - Lauren enarcó una ceja. Ella negó con la cabeza.

- No lo creo. - susurró Camila, bajando la mirada hacia donde las manos de Lauren empezaban a jabonar. Primero pasando la espuma por su estómago, siguiendo por su vientre, y continuando por sus muslos. Ella misma empezaba a tensarse muchísimo más al tocar aquellas partes. Su miembro se elevaba cada vez más. - tú y yo estamos bien así. - dijo ella, un tanto muy decepcionada de las palabras de Lauren.

Pero Lauren no respondió. Se dedicó a pasar el jabón por todo el cuerpo de Camila. De pies a cabeza, y besándola de vez en cuando en cada parte de su piel. Ella soltó varios gemidos en aquel recorrido. Todo aquello parecía ser sacado de un cuento de hadas que todavía no asimilaba vivir. Omitiendo claro está, la parte de Lauren y el matrimonio que parecía nunca llegar... y aunque se equivocaba, también estaba errando en pensar que aquel era un cuento de hadas, pues su pasado no tardaba en regresar, y con Lauren, se llevaría esta vez absolutamente todo.