mi hijo

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-Es tan emocionante saber que pronto tendré una familia con la persona que más amo, Luzu.- dijo Quackity a Rubius mientras acariciaba si vientre algo abultado, estaban en casa de Rubius ya que ese dia Quackity estaba solo en la casa que compartía con luzu, así que aburrido decidió visitar al antes mencionado.

-¿Cuando le piensas decir a Luzu sobre tu embarazo?- pregunto el otro con duda, conocía a Quackity desde que despertaron en el centro de Karmalan, prácticamente toda su vida o bueno lo que recuerda de está, por eso Quackity le había tenido la confianza de contarle que estaba embarazado antes que al mismo padre de su hijo.

-La verdad no lo sé rubia, probablemente lo haga después de ganar las elecciones.- no estaba del todo seguro de como reaccionaria el otro al saber de su embarazo después de todo eran solo amigos, amigos que tenían sexo, no sabía si Luzu acepte criar a un hijo con el, aunque no tengan una relación como tal.

Rubius se quedó callado, no planeaba entrometerse en la vida de su amigo, o bueno al menos que esté se lo permitiera.

El silencio inundó la habitación, ninguno de los dos hablo, no querían decir algo que hiciera sentir incómodo al otro, así se quedaron en silencio hasta que se escucho la voz de  Luzu afuera de la casa del mayor, estaba llamando a Quackity

Rubius al ver esto lo tomo como una manera de safarce de ese incómodo momento -ve con el, lo más seguro es que se haya preocupado por ti ya que te fuiste sin decirle. - le dijo mientras ponía su mano en el hombro del otro, no necesito que le dijeran dos veces para salir corriendo hacia donde estaba la persona que amaba.

-Lusu, cabron me dejaste solo en la casa.-  le dijo el azabache en forma de reclamo a el castaño.

El otro solo soltó una pequeña risita, le acaricio el cabello al menenor para responder  -lo siento Quacks, te veías tan cansado que no quise interrumpir tu descanso- lo dijo intentando defenderce de los pequeños reclamos del menor.

(..)

Ya habían llegado a la casa que compartían, ambos estaban tan cansados despues de caminar desde casa del híbrido oso hasta le de ellos. no lo pensaron dos veces para irse a acostar en la cama qué compartían mientras estaban en posición de cucharita empezando a platicar de cosas sin sentido.

Paso el tiempo, y entonces Quackity decidió hacerle una pregunta a Luzu que le daría rumbo a una decisión que no podía tomar, o bueno no aun. -Lusu, ¿Quisieras tener un hijo en algún punto de tu vida?- fue directo al grano y sin rodeos

Ante esa pregunta el castaño se puso nervioso pero decidió contestarle a su "amigo" con sinceridad -Si te soy sincero, si pero no con cualquier persona.-

esa respuesta dejo muchos sentimientos dentro del azabache, en el fondo de su ser quería que Luzu le dijera que solo con el tendría hijos y entonces solo entonces le diría que estaba esperando un hijo de el y se casarian, tendrían tres hijos más aparte del qué esperaba, los verían crecer y morirían juntos cuando fueran ancianos

Dejo sus pensamientos de lado e hizo otra pregunta -¿Con quien tendrías un hijo?-

esa pregunta hiba llena de esperanza quería solo una repuesta y esta no tardó en llegar

-Contigo- respondío sin si quiera pensarlo el castaño.

esa respuesta solo aceleró el corazón de ambos chicos, era lo más cercano a una declaración, era el mejor momento para dejar salir sus sentimientos por el otro -Quackity, quiero que seas mi novio-

Esa propuesta le tomo por sorpresa al menor pues no se esperaba que Luzu tomará la iniciativa, y entonces sin pensarlo como respuesta simplemente beso a el otro, no era la primera vez que se besaban, pero está vez fue como si todas las otras quedarán en el olvido, como si el mundo se quedará en pausa a su alrededor, no importaba nada más que ellos en ese momento, el beso termino y como si su instinto se lo dijera puso la mano de Luzu sobre su vientre deseando que esté se diera cuenta del pequeño ser dentro de el.

-Entonces somos pareja ahora- pregunto el mayor para aclarar su respuesta.

se escucho una risita de parte de Quackity mientras asentía con la cabeza y sacaba lagrimas de sus ojos.

(..)

Paso un tiempo, no mucho solo algunas semanas, pero con cada día que pasaba Quackity se sentía más nervioso pues no solo tenía las elecciones tan cerca si no que todavía no se armaba del valor suficiente para decirle a Luzu sobre el pequeñin que pronto nacería.

Ya había tomado la decisión de contarle después de la elecciones, pero aún así temía que se enterara antes o que se enojara con el por no contarle antes, entre ese pensamiento también había el miedo de que alguien votará por cerdus,

Lo que no sabía aquel inocente ser es que las traiciones siempre vienen de quien menos te lo esperas.

el hijo de el revolucionario y el alcaldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora