V

4.2K 461 323
                                    

Recorriendo Jackson

Lia y Jesse avanzaban por las calles de Jackson, con un Jesse de guía, y una Lia de espectadora.

Lo cierto era que la chica no había tenido tiempo de recorrer la comunidad.

Afortunadamente, allí estaba Jesse, hablando sobre las distintas verduras y frutas que estaban cultivando en esa época del año. Y a Lia mucho no le interesaba, pero actuaba como si le agradara ya que a Jesse parecía hacerlo.

Caminaban en silencio por uno de los invernaderos cuando Lia habló.

—¿Le pasa algo a Dina? —se atrevió a preguntar.

Jesse la miró con los ojos entrecerrados.

—¿A qué te refieres?

—No sé... es decir, entiendo su desconfianza, no llevo ni dos días aquí, pero actúa como si hubiese golpeado a su mascota —soltó Lia. Jesse la miró serio durante un momento, hasta que explotó en una carcajada.

—Yo creo que está celosa —le dijo cuándo su risa se apaciguó. Lia frunció su entrecejo, confundida.

—¿Celosa? ¿De qué?

—De ti, de mí, no lo sé —Jesse se encogió de hombros.

—Pero... no entiendo porque estaría celosa.

—Somos novios, Lia —le dijo Jesse—. Dina y yo. Quizás se siente amenazada o algo así. La verdad que no soy muy bueno con los sentimientos de las chicas. Menos con sus pensamientos —dijo—. Asique no te podría dar una respuesta clara.

Lia parpadeó repetidas veces, sorprendida por toda la información que acababa de recibir.

—Bueno, sí es eso, dile que no se preocupe. Yo... voy por otro camino —le dijo.

Jesse frenó de golpe, mirándola con los ojos muy abiertos y las cejas alzadas.

—¿En serio? —le pregunto atónito. Lia se rascó la nuca, incómoda.

—Sí...

—Oh, genial —dijo con una sonrisa, reanudando su andar.

—¿Por qué esa reacción? —preguntó Lia. Jesse se encogió de hombros.

—No tenemos mucha gente que... vaya por otros caminos. O que lo admita al menos —le respondió—. Pero no hay problema, en serio. Sólo me tomaste por sorpresa.

Lia asintió, aunque el chico no la vio porque lideraba la marcha.

—¿Cómo lo supiste? —le preguntó de repente.

—Siempre lo supe. Toda la vida —le respondió.

—¿Y cómo te iba?

—¿Disculpa? —Lia rio.

—Ya sabes, con las chicas...

—Bueno, tuve una novia a los trece años —le contó. Jesse se frenó y Lia lo imitó. El chico quería prestar atención a cada detalle que la chica le contara—. Vivíamos en el mismo edificio y siempre salíamos a jugar por la calle, esquivando los camiones de patrulla. Y un día. imaginando que éramos una familia con dos hijos y tres perros—Lia rio ante el recuerdo—... nos besamos.

—¿Y qué pasó? —le preguntó el chico, intrigado.

—Contra todo pronóstico, estuvimos juntas unos años. A nuestros padres no les gustaba mucho, pero no había nada que pudieran hacer. Hasta que la comunidad se vino abajo y nos separamos. Después de eso no la vi nunca más —Lia hizo una mueca, pero le gustaba recordarla cada tanto y fantasear con que siguiera viva, vagando por algún lugar.

A whistle in the wind | Ellie Williams (tlou)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz