3:47. Por los Siete, ¿en serio he pasado tanto tiempo merodeando por la habitación? Debo de tener algún talento oculto para disociar, porque hasta ahora no he sido consciente del tiempo que he dedicado solo a recordar y pensar en absurdeces.
La nostalgia me invadía en mitad de la noche, pero en mi cabeza empezó a formularse una sola pregunta: ¿Qué me pasó antes de llegar aquí? Tengo fragmentos, muy dolorosos, de un pasado oscuro en un reino gris. Me dejé caer boca arriba en la cama, dejando que mi mente comenzase a vagar por ese misterioso pasado.
Un reino. Una ciudad. Luces, y sombras también. Podía ver manchas de sangre a mi alrededor, dentro de una habitación.
Esos fragmentos no han sido suficiente para explicar todas las cosas que soy capaz de recordar. ¿Por que vine aquí en primer lugar? Mi estómago se revolvió por la sobrecogedora carga dentro de mi mente.
¿Por qué sé como combatir? ¿Dónde aprendí? Mis párpados empezaron a sentirse pesados, e intenté calmarme para no seguir haciéndome daño con este asunto. Antes de que pudiera darme cuenta de ello, había caído dormida para llegar a la mañana siguiente.
Unas horas después, 9:00.
Las campanadas de la iglesia me despertaron de mi sueño profundo. Abrí los ojos un poco molesta, para ser recibida por los rayos de sol que se habían abierto camino entre las cortinas y ahora estaban sobre mi rostro, cegándome.
Con lentitud (y bastante torpeza) me reincorporé en la cama, para levantarme de esta. Miré a mis maletas, recordando que todavía faltaban unas tres horas para que el vehículo que me llevaría a Liyue partiese. Mientras tanto, me arreglé, bajé a cocinar mi desayuno, recogí mi bolsa y salí a la calle.
pasé junto a la floristería de nuevo, y caminé hasta la plaza, donde se estaba llevando a cabo una ceremonia de baile en frente de la catedral. Las parejas, de jóvenes y adultos, de forma tímida o despreocupada se movían alrededor de la estatua al ritmo de la música.
Estaba observando los edificios desde la parte superior del lugar, hasta que sentí una mano sobre mi hombro, para escuchar una voz familiar detrás de mi.
Rosaria: Buenos días, ___. ¿Qué te trae por aquí? -La tranquila monja cryo se apoyó sobre la barandilla a mi lado, observando en mi misma dirección.- Pensé que ya habías partido a Liyue, ¿está todo bien?
___: Si, no te preocupes; anoche terminé de hacer mis maletas, así que solo estoy matando el tiempo. -la miré de nuevo, ella asintió para dejarme hablar.- No podía irme sin antes dar una última vuelta en la ciudad, ¿sabes?
Rosaria: Entiendo, pero creo que deberías despedirte de los que te importan, ¿no te parece? Todos te echaremos de menos una vez estés fuera. -Ella se quedó un momento en silencio, como si estuviera reteniendo una última adición a su frase- sé que suena absurdo, pero ¿prometes que volverás a vernos una vez termines tu viaje por Liyue? Puede que no lo parezca, pero hay personas aquí a quienes le importas bastante. Bueno, y eso si no hablamos de...- ella sonrió de lado, haciendo más que obvio a quien se refería.
___: lo sé, pero siento que será demasiado duro decirle adiós. Además, debe de estar ocupado, y esto no es tan importante así que...-Fui interrumpida por la mujer a mi lado.
Rosaria: No digas estupideces. No estarías diciéndole adiós, solo es un hasta luego. Volveréis a veros y él ya lo está esperando con ganas. Aparte de eso, sé que no puede ser la persona más afectuosa del planeta, pero estoy segura de que Diluc siempre tendrá tiempo que compartir contigo.
Era cierto que solo sería temporal, pero ¿tenía razón con que siempre tendría tiempo para mi? Lo dudo, pero ella parecía muy segura de lo que estaba diciendo, así que a lo mejor estaba en lo cierto. Eso me hizo sonreír, y Rosaria terminó de hablar conmigo.
ВЫ ЧИТАЕТЕ
Ruby Eyes ~(Diluc Ragnvindr x reader)~
ФанфикшнAnte todo, he de decirte que te quiero. Llegué a este mundo, directamente desde las estrellas y escapé de mi vida anterior. Un mundo roto, una vida sin sentido. Todo... hasta que se derrumbó, y escapé. Entonces llegué a Teyvat. Ni en mil años podrí...
Parte XV
Начните с самого начала
