30 | «¿Casa del lago?»

Start from the beginning
                                    

—¿Y cuando te irás exactamente? —vuelvo a mi búsqueda en el closet—. O sea, la gira comienza en tres semanas, pero no te veo preocupado por eso, yo ya estaría completamente estresada.

Saco un enterito corto de jean, una remera lila con estampado de margaritas y ropa interior. Al girarme hacia Liam lo encuentro de pie sonriendo y asiento con la cabeza a su pregunta telepática para luego verlo caminar a su cajonera y buscar ropa él también.

—Me iré el jueves de la otra semana, así llego con tiempo de chequear todo por mi mismo —dice mientras revuelve los cajones—. Me refiero al sonido, las luces y todo eso.

—¿Qué no tienes gente que ya se encarga de eso? —frunzo el ceño mientras los dos salimos de la habitación con dirección al baño.

—Sí, pero soy fiel creyente de que cuando quieres que algo salga perfecto tienes que encargarte tu mismo de hacerlo.

—Que egocéntrico de mierda —abro la puerta del baño y nos metemos dentro.

—Mi gran defecto —dice tomándome por la cintura para besarme a la vez que torpemente nos metemos dentro de la ducha con ropa y todo.

Dos horas después estamos en su auto camino al Penham bay. Salir del apartamento se sintió como una misión imposible entre tantos fotógrafos y gente con micrófonos intentando que Liam les de alguna primicia sobre sus conciertos o la gira. Algo que me parece loco y que hasta ahora sigo procesando es el hecho de que no solo le hablaban a él, sino que también se interesaron en mi y en mis cuadros. Por primera vez alguien que no conozco ni con quien nunca he hablado en mi vida ha preguntado por mi trabajo con interés real y eso se siente de puta madre. Respondí algunas preguntas con emoción y un sentimiento de alegría pura estancado en mi pecho hasta que uno de los monos enormes que Liam tiene como guardaespaldas se puso a mi lado apartando a todo aquel que tenía un micrófono y privando a aquellos con las cámaras de hacer su trabajo. Admito que no me agradó la forma brusca con la que algunos apartaron a los periodistas, pero si no fuera por ellos no habríamos podido salir siquiera a la calle así que está equilibrada la balanza.

—Creo que me gusta esto de hacer vlogs —dice Liam mientras estira su brazo hacia los asientos traseros para tomar a Harriet—. Podríamos hacer vlogs juntos. Solo imagínalo «Vacaciones con Sabyn». «Veinticuatro horas dentro del closet con un fenómeno». «Dejo que mi novia me maquille». No sé, hay tantas posibilidades.

En mis labios se forma una sonrisa boba mientras lo contemplo. Habla con tanta emoción y esperanza que por un instante siento un deja vu; nosotros en el piso de mi habitación borrachos hasta el culo diciendo que el primer lugar que visitaríamos cuando tuviéramos dinero sería Las Vegas.

—Podríamos ir a California cuando regreses. Conoceremos el mar y podremos emborracharnos a gusto en Las Vegas —sonrío al notar como su rostro se ilumina.

—Mucha gente se casa ahí —alza las cejas mientras sonríe de lado.

Coloca la cámara sobre el tablero de modo que ambos quedamos en su ángulo de captura.

—Si nos casamos no vamos a hacerlo en Las Vegas, de ninguna manera, esa gente termina divorciándose en menos de veinticuatro horas.

—Solo era un comentario, nosotros vamos a casarnos en la playa como lo tenemos pensado desde los quince...

—No creí que recordaras eso —siento que mi sonrisa podría opacar el brillo del sol en este momento.

Admito ser yo la que propuso eso en su momento. Mamá me contó que era su sueño frustrado con papá y quería hacerlo solo para que aunque fuera lo consiguiera a través de mi.

Una canción no fue suficiente [✓]Where stories live. Discover now