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Dormía tranquilamente en una mesa vacía de la biblioteca, se supone que había llegado a dicho lugar para investigar sobre la maldita distribución de la luz pero allí estaba, durmiendo con ambos brazos cruzados, encima de la mesa con su boquita entreabierta y un pequeño hilo de baba se deslizaba por su sus labios.

Apenas pudo dormir la noche anterior debido a sus pesadillas. Sentía que le daba demasiadas vueltas al asunto pero se sentía mal porque sentía que en parte tenía culpa del accidente del padre del chico con el que estuvo un corto tiempo en el pasado.

Era joven y merecía ser feliz.

Por eso dejó todo atrás y comenzó desde cero en otro país pero todo se le juntaba de un momento a otro y su débil corazón reaccionaba de manera llorona, cobarde e infantil.

Nadie quería a una persona infantil, mucho menos si era un chico.

Soltó un largo bostezo una vez sintió que había descansado lo suficientemente, frotó sus ojos aturdidos por la luz casi escasa que se colaba por los ventanales y apenas iluminaban la cueva en la que se escondía se los demás. Se sentó y sobresaltó al divisar a alguien mirándolo como acosador en una silla que estaba al lado de la suya. Soltó un suspiro pesado y golpeó levemente el hombre del anonadado Riki.

— Tonto, ¿Cuanto tiempo llevas ahí?— pregunta con su voz levemente ronca— Mirándome.— aclara.

El otro reaccionó una vez se percató que había despertado y recordando que él no era un fantasma y Sunoo le hablaba a él, no a la estantería a sus espaldas.

— Ah, hola. ¿Estabas cansado? Es algo tarde y si te quedas una hora más aquí, te dejarán haciéndole compañía a los libros.— dijo con un tono burlón.

— Gracias por la información, pero no responde a mi pregunta, Riki.

— Solo fue un ratito~ Y te veías realmente bonito, por eso me quedé embelesado con tu bonito rostro.

Sunoo solo rodó los ojos ante las palabras del chico, se mordió su labio inferior mientras movía su dedo encima de la portada de un libro que había buscado anteriormente para su tarea.

....

Tan bonito no era.

......

¿A que había venido?

.......

Oh.

Su tarea.

Soltó un jadeo bajo al recordar que todavía no había investigado nada que le fuera útil.

— E-estoy algo cansado y no he terminado mi tarea.— lloriqueo, dando patadas al aire de manera infantil.

Escuchó esa suave risa salir de los labios del japonés, quien le entregó una hoja en la que estaba escrita todo lo que se supone debió haber hecho en vez de dormir.

— Riki..

Tomó el papel para examinarlo rápidamente bajo la mirada divertida del mencionado, quien jugaba con un bolígrafo que tenía en su mano, dándole vueltas al pasarlo por sus dedos. Es que la cara del que le gusta era un completo poema.

Puede ser que no fuera un experto en el amor o las diferentes formas que habían de conquistar a una persona, tampoco era bueno en matemáticas y otras materias, apenas sabía hacer el ramen instantáneo y eso gracias a que éste tiene el modo de cocción en el empaque o hace rato hubiera incendiado su humilde hogar. Pero si de algo estaba seguro, es que haría lo posible por conquistar a Sunoo, en eso sí pondría todo su esfuerzo y dedicación. El chico lo merecía eso y más.

𝘽𝙞𝙧𝙩𝙝𝙙𝙖𝙮 『ˢᵘⁿᵏⁱ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora