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Un nuevo día empezaba para el Omega. Despertó en su cuarto por una ráfaga de viento muy fuerte la cuál hizo dar un pequeño espasmo ya que la sábana con la cuál cubría su cuerpo era bastante delgada más especial para esos climas de calor no para esos fríos intensos que se acercaban, eso le pasa por no haber comprado una nueva cuando tuvo la oportunidad de haberlo hecho le proporcionaría más comodidad pero menos cantidad de comida para su familia por lo cuál decidió dar ese sacrificio para que sus padres pudieran disfrutar más la comida que pudo comprar ese día, las sábanas estaban extremadamente caras a su gusto, más ahora que los tiempos de frío se acercaban.

Hoy comenzaba otoño así que las temperaturas iban a bajar a gran escala, debía estar al tanto de mantener bien abrigados a los de su familia costará lo que costará.

Era muy temprano aún, no más de las 6:37 de la mañana, dudaba que siquiera su madre este despierta a esas horas pero no podía seguir durmiendo de esa manera sin un manto apropiado, así que a duras penas se levanto de su acogedora y fría cama para buscar un abrigo por lo poco que pudiera ayudar a medir un poco los climas. Salió de su habitación rumbo al pasillo que estaba en absoluta oscuridad ya que con el cambio climático también lo hizo el horario, evidentemente todo es diferente y aún no logra acostumbrase ni por esa noticia que se anunció en México que ya no existiría la diferencia de horario, eso no cambia las temperaturas, ni porque el gobierno lo declaré.

Encontró una vieja sudadera de su abuelo que sabía por experiencia que era bastante cálida, así que se la colocó con esperanza de que el frío pasará en todo su cuerpo, ahora estaba a buena temperatura en sus brazos, pecho y espalda, pero faltaban sus pies, piernas y manos que aunque intentara jalar las mangas para calentar un poco sus manos pero este era muy pequeño y solo logró frustración en él. Era un Omega joven pero su complexión era más parecida a la de un beta, ya que era muy pequeño para parecer Alfa pero muy grande para parecer Omega aunque lo fuera, se asemejaba más a un beta y eso era lo que lo mantenía cuerdo, no le gustaba ser Omega ya que los pobres de esa casta recibían un trato inhumano en muchos aspectos.

Ser un Omega con apariencia de beta no le incomodaba pero tampoco le agradaba, no tenía tiempo ni recursos para ser delicado o dar un trato especial a su físico como es común entre comillas verlo, estereotipos típicos, claro que su casta hacía de las suyas aveces, no es ciego y sabe la leve atracción que tiene con algunos Alfas, aunque no es como ese absurdo estereotipo de omega que es tan atrevido con un Alfa por un acostón de una noche y nunca más verlo. Le gustaría obtener a alguien en su vida pero lamentablemente creía en que su aspecto descuidado no lo iba a permitir.

Solo recalca y se siente orgulloso de su encantador aroma a menta con miel, una delicia y un mangar del cuál nadie es digno de conocerlo más a fondo.



Javier regreso a su habitación por el frío en sus pies, salió descalzo, por eso su madre le riñe tanto, esos climas y se le ocurre salir descalzo. Después de su pequeño auto sermón y lograr conseguir algo más abrigadora ahora si por fin llego a su habitación. Se volvió a recostar intentando volver a conciliar el sueño lo cuál después de un rato se rindió, y solo se quedo pensando en cualquier momento de su vida, aunque no tenga la mejor calidad sus padres y abuelos siempre se encargaron de hacerlo feliz en cada momento. Como aquella vez que fueron a la feria él y sus padres, su primera vez con las emociones al tope, se subió a la montaña rusa con su padre mientras su madre grababa y él se vomito encima porque acababa de comer pero si o si quería subirse a ella.

Pensó en los buenos momentos que tuvo antes que su padre se lastimara en la mano de obra en la que era participé y tuvo que tomarse vacaciones permanentes por ese leve accidente. Odia no haber podido ayudar a sus padres desde ese momento.

De tanto pensar en las cosas miserables que lamentablemente experimento no se dió cuenta cuando empezó a lagrimear; se reprochó a si mismo por llorar, se limpio brusco sus lágrimas, la debilidad era para tontos.

El Contrato (C. Ronaldo x Chicharito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora