Cristiano Ronaldo, uno de los empresarios mas influyentes de Portugal. Tiene un gran problema; necesita urgentemente un empleado para la vacante de asistente personal. Algún beta o alfa que pueda cumplir con el rol a la perfección, no necesita un om...
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Por otro lado, el alfa portugués regreso a su hogar en Portugal después de estar en México, aclaro lo más rápido que pudo las negociaciones para mantener una sucursal en el país norteamericano. La tienda de la empresa de modas cada vez tenía más lugares para expandirse. Grandes oportunidades de inversión.
Fueron casi trece horas de vuelo hacía Lisboa, quisiera que el trayecto no hubiese durado tanto en el avión pero no hubo remedió; Cris debía estar presente en su país debido a que en menos de un mes tendría ese viaje a los emiratos árabes dónde firmaría para algunos jeques haciendo que su empresa y la ropa fabricada por la misma se extendiera por la mayor parte del mundo, si no es que por todo, las inversiones pronto estarían en aumento y claro el dinero no podía hacer falta en todo el plan que ya tenía sobre su futuro junto al de la empresa.
Cristiano llegó a Portugal, aunque no del mejor humor, estaba enfadado y las feromonas que desprendía con un fuerte olor agrio se podían notar advirtiendo y alarmando a cualquiera que se le acercará. No era buena idea siquiera renegarle algo, todos los que apenas le conocían tanto empleados como algunos más cercanos, tenían en cuenta que decir algo incorrecto y era su tumba segura.
El alfa portugués necesitaba ir aclarando un par de cosas, tenía un suplente, el secretario que apoyaba en la empresa con algunos asuntos financieros se estaba encargando de darle apoyo en llevar una parte de su trabajo, esto al menos hasta que el asistente personal que solicitaba Dos santos, llegará. Al anterior asistente que tenía, lo despidió o eso es lo que contaba ya que el anterior renunció casi por cuenta propia.
Tenía a otro de sus empleados siendo como un guardaespaldas y un representante, así cómo también el encargado de buscar un nuevo asistente personal al portugués.
Mientras que en aquella empresa ya rodeada de ruido se escuchaban los pasos de Cris quien caminaba rápido hacia la oficina, estaba algo frustrado. El ruido no le estaba ayudando a calmarse.
Una vez en su oficina se encontró con el otro alfa, con quién quería hablar, alguien irrelevante siendo solo un empleado más.
—¿Y bien? ¿Conseguiste a alguien? ¿Información? ¿Al menos algo?
—Me temo que aún no he logrado nada de eso, señor.
Cris golpeó con fuerza la mesa del despacho al encontrarse molesto por lo anterior dicho. No era posible que no haya logrado nada.
—Te juro que si en algún momento ese idiota argentino consigue tener primero los permisos y contratos con esos árabes, te despido.
Amenazó Cristiano a ese suplente que estaba por ahí buscando apoyarlo con pocas cosas.
El hecho de que Cris haya mencionado a aquel argentino dejaba algo que decir y es que el alfa tenía una gran rivalidad con Lionel Messi, aquel argentino que siempre había dado una pelea justa y limpia con extender su territorio empresarial tanto en Argentina como fuera. Eso sin duda era algo que a Dos santos no le gustaba, en alguna ocasión ambos trataron de llegar a un acuerdo para la comercialización justa y una fuerte tregua de no sabotear interna o externamente para beneficiar a la propia o contraria de ambas empresas, pero fue algo que no funcionó por lo que esa idea quedó muy enterrada en el pasado dejando ahora a los dos malditos engreídos alfas que se volvieron Cris y Messi.