Destinados [L.S] (Omegaverse)

15. Dolor

Harry estaba recostado boca abajo, el aroma de Louis invadía sus pulmones haciendo que lágrimas descendieran de sus ojos. Estaba siendo arrastrado al sueño mientras imaginaba estar entre los brazos de su omega, su aroma lo estaba arrullando. Cuando estuvo por conciliar el sueño un dolor atravesó su pecho y su alfa empezó a gritar. No por dolor sino de alegría, al fin podría regresar a casa.

El dolor que estaba experimentando era más fuerte, jamás había sentido tanta presión en su pecho y los oídos le zumbaron hasta que dejó de sentir como su pecho se liberaba completamente. Su alfa estaba expuesto, pero estaba emocionado.
El dolor de la situación solo hacía que estar con Louis sucediera pronto.

Su omega, cómo lo extrañaba, extrañaba llenar de besos su rostro, extrañaba bailar con él regresando del trabajo y extrañaba poder decirle cuánto lo amaba.

El dolor se extendía por todo el cuerpo del rizado y la fiebre empezó a aparecer. Sentía que su cuerpo se llevaba toda su energía para poder combatir con el dolor físico que le estaba provocando romper el lazo. Le habían advertido que no había nada más doloroso que romper un lazo y lo estaba comprobando. Jamás había sentido algo parecido, tal vez se estaba volviendo loco ,pero juraría que sentía su sangre hervir en su pecho pero entre todo logró volver a llenar sus pulmones del aroma de su omega y eso hizo que se calmara un poco. Aunque no paró de retorcerse, pudo aliviarse un poco.

De un momento a otro sintió como algo atravesaba su pecho, se sentía pesado y no logro entender que estaba sucediendo cuando la opresión lo hizo cerrar los ojos.

—Entonces podemos escoger ambos— Louis sostenía un muestrario de pintura en sus manos.

—Harry, no podemos usar ambos colores. ¿Los has visto juntos? Se miran horrible —el castaño pasó otra página.

—No es justo que tú escojas la decoración de casa, también puedo hacerlo yo.

—Supongamos que lo haces,¿Crees que sería buena idea pintar cada metro de la casa con diferente color?— besó los labios del rizado—. Además de que son colores que no combinan.

—Eso no es lo importante, lo importante es que te amo.— regresó el beso.

—También te amo pero no quiero vivir con dolor de cabeza.

—Lo hubieras pensado antes.

Louis soltó el muestrario dejandolo caer sobre una repisa y Harry tomó los labios del omega mientras le hacía cosquillas.

—Harry, dioses tu temperatura es demasiado alta.— Hannah estaba hincada frente al rizado.

—Deberías estar...—no podía hablar y la pelirroja no dejó que terminara.

—Zack está bien, se quedó dormido. Ven toma.— Hannah hizo que tomara unos analgésicos—. Llamaré al médico, Harry.

—No, Lou...

—Harry no tardo.— la alfa se levantó y salió de la habitación.

—Lou...

El rizado estaba desvaneciéndose, estaba entre la línea de inconsciencia y podía ver a Louis parado en la puerta. El castaño corrió hacia él y se hincó.

—Hazz, amor.— sus labios temblaron.

—Lou.

—Shh, no hables amor. Tranquilo ya estoy aquí, ya estoy aquí.— el castaño lo acurrucó entre sus brazos mientras besaba su cabeza.

—Lou.— el rizado no pudo evitar seguir llorando mientras sujetaba con fuerza al omega—. Amor, te amo, te amo mucho. Perdóname Lou, perdóname. No quería lastimarte, pensé que eras tú.