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Estaban en la casa de la alfa, esta no había parado de llorar en su habitación y no quería abrirle la puerta a Lisa, quien podía sentir el olor agrio de su pareja.
Sabía que su alfa era muy insegura, se llamaba "fenómeno" por todas las burlas que recibía a diario y no sólo en la escuela, también cuando iba a citas en público, no la culpen a ella por estar gruñiendo a cada persona por eso, la verdadera culpa era las cabezas tan desaliñadas de la sociedad.
Una alfa debía ser dominante, debía de trabajar y marcar a su Omega quien debía estar en la casa atendiendo a sus cachorros y a su esposa.
Patético.
-Amor -suspira- Bebé, abre, ¿si? Me estoy preocupando.
-N-no, v-vete U-unnie -sollozó.
-No me iré, así que abre la puerta Nini -no quería ser dura con ella pero la verdad es que estaba preocupada, quería darle besos en sus regordetas mejillas y darle muchos abrazos.
-N-no.
-Abre la puerta Kim -ella odiaba usar la voz de su Omega, pero de verdad estaba frustrada, pero empeoró la situación.
-¿P-por qué usas la voz? L-lo sabía e-estas enojada conmigo, l-lo siento p-por no ser la a-alfa p-perfecta l-lo siento p-por-
-Shhhh bebé, has silencio -habló Manoban cuando pudo entrar dentro de la habitación de la menor, y la abrazo, la diferencia de estatura era notable, pero sólo eran ellas dos concentradas en su lindo amor.
-U-unnie, u-usted necesita un mejor al-lfa que yo -Lisa negaba mientras limpiaba las lágrimas secas de sus mejillas.
-Yo no necesito a otro alfa por qué te tengo a tí mi amor, eres la única alfa que me dejaría marcar y dominar, si quieres que me tire de un puente lo haré, por qué tu Kim Jennie me tienes a tus pies.
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