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Young-seo se adentró al departamento, viendo a su hermana sentada en el sofá, sollozando.

Corrió a abrazarla, preocupada por ella.

—¿Que sucedió?—Dijo, levantando la mirada de esta.

—Ese hombre, puso una cámara en la lámpara—Dijo.

Young-seo entre abrió los labios, aún sin poder creerlo.

—¿Tu..?—Dijo, aún no completando las palabras.

—Yo salí de bañarme, el me vio... El me vio —Dijo sollozando.

Young-seo se preocupó, aquel hombre la había visto desnuda.

—Iremos a denunciarlo, quedate aquí—Dijo.

—Aquí tengo todo—Dijo Sulli.

Young-seo suspiro, agarró la mano de su hermana, levantandola.

Salieron del departamento, ya fuera de él edificio se encontraron con el.

—Señoritas, buenos días—Dijo, los nervios se le notan.

Sulli empezó a temblar al verlo, quiso salir de allí. Apretó la mano de su hermana, sintiendo miedo.

—Buenos días—Dijo, comenzando a caminar.

Pero este se atravesó en el camino, sonrió levemente, volteando su mirar, viendo a Sulli.

—Entregueme la lámpara—Dijo, su rostro cambió, serio y aterrador.

Se lanzó a Young-Seo, quitándole la bolsa donde yacía la lámpara.
Sulli agarró la bolsa, no queriendo que este se llevara la cámara.

El hombre al ver eso, la empujó fuertemente, haciendo que ella cayera al suelo, lastimando sus rodilla y manos.

Soltó un quejido, sollozando.

Young-Seo comenzó a golpear al hombre, pero este era más fuerte.

Seong-hun, que iba caminando vio la escena. La novia de Tae-mo en el suelo, su novia siendo forcejeada por un hombre.

Rápidamente se acercó a tal escena, lo empujó con fuerza, haciendo que este cayera sentado al suelo.

Al verlo, se hechó a correr.

—¡Atrápalo, trae mis videos!—Gritó Young-seo.

Seong-hun al escuchar aquello, Corrió, persiguiendo a ese criminal.

Young-seo se acercó a su hermana, está yacía en un rincón, temblando del miedo.

—Tranquila, todo estará bien—Dijo ella, abrazando a su hermana.

Abrazó a su hermana mayor, recibiendo los consuelos de esta.
La gente miraba sin siquiera hacer nada, simplemente pasaba como si aquello no estuviera sucediendo.

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Young-seo junto a Sulli se encontraban declarando.

—¿No se da cuenta de la situación?—Dijo la mayor, señalando al oficial.

—Señorita, el recibirá su castigo, no será más de dos meses—Dijo el oficial.

Sulli al escuchar eso se levantó.

—¡El es un criminal! ¡Me estuvo acosando, puso una cámara viéndome desnuda!—Gritó sollozando.

—¡Guardeme respeto!—Gritó el oficial.

—No es posible, son unos incompetentes—Dijo ella.

—No hay pruebas—Dijo el mayor.

—El las tiene—Dijo Sulli.

En otra parte, Tae-mo yacía tomando un café, leyendo los mensajes de su novia.

Sonrió al leer, le mando un mensaje, pero ella no contestaba.

La puerta de su oficina fue abierta fuertemente. Tae-mo se sobre salto al escuchar tal ruido.

—¿¡Que te sucede!?—Dijo, exaltado.

—Debes venir rápido, algo le sucedió a Sulli—Dijo el.

Tae-mo al escuchar el nombre de su novia, rápidamente se levantó del asiento.

—Sígueme—Dijo.

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El oficial apago el video, arrepentido de lo que le había dicho a Sulli.

—Tendrá una gran condena, disculpe por no haber creído en usted—Dijo el oficial.

Sulli asintió cabizbaja.

Los pasos resonantes hicieron llamar la atención de la castaña.
Volteo su mirar, viendo cómo Tae-mo la buscaba con la mirada.

Al verla se acercó a ella.

El oficial al ver quien era, rápidamente se levantó haciendo una reverencia.

Sulli corrió a abrazarlo, sintiendo tranquilidad.

Young-seo se puso al lado de Seong-hun.

—Prometo que ese imbécil pagará, lo prometo—Dijo el, besando la coronilla de ella.

Sulli asintió, sintiéndose más tranquila.

—Dónde está ese criminal—Dijo Tae-mo, dirigiéndose hacia el oficial.

Tao influencia era, lo dejó pasar sin siquiera protestar.

Se sentó al frente de aquel, al criminal le daba igual la situación.

—¿Quién eres?—Dijo el, sonriendo con burla.

—Te metiste con la persona equivocada, maldito—Dijo, apretando los puños.

—¿Eres el novio de dulce joven? Vaya, todo lo que se guardaba—Dijo, soltando una amrga risa.

Tae-mo se levantó, agarrando de la camisa al criminal.

—Vuelves a dirigirte hacia ella de esa manera, y juro que no dejaré ninguna marca de ti—Dijo, mirandolo con furia.

Aquel solo reía, mirando hacia el techo. Tae-mo lo lanzó, lanzandole un fuerte golpe en la mejilla.

—¿Crees que no sé lo que hiciste con todas esas víctimas?—Dijo.

—Desechables, diría que la tuya valió la pena, fue una larga noche—Soltó una risa amrga.

Tae-mo apretó los puños, conteniendo su ira.

—No servirá ni siquiera en la empresa menor, ni siquiera de limpiador de calles—Dijo.

—Trabajo en la mejor empresa, ellos me resguardan—Dijo, lamiendose los labios.

—Te despidieron, no vales nada—Dijo, enseñándole el papel firmado.

—¡Es imposible!—Gritó sollozando.

—Te metiste con mi novia, imbécil—Gritó, mirandolo con fulmino.

El criminal soltó un sollozo, pataleando.

—Tengo influencia en muchas cosas, tengo poder, ni siquiera conseguirás trabajo. Te arrepentirás de haber dañado a mi novia, ahora estar arrepentido—Dijo el.

El criminal se arrodilló a él, soltando sollozos.

—Perdoname, por favor—Sollozó este.

Tae-mo ahora es el rió, mirando con asco al criminal.

—Pudrete en tu miseria—Dijo, acomodando su corbata.

Salió del lugar escuchando los fuertes sollozos del criminal.

Propuesta laboral.      |Tae-Mo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora