Todos hicieron una reverencia, una señorita en especial reía a sus adentros, aquella seria despedida.
Sulli tenía preocupación, nerviosismo, sabía que sería despedida.
Levantó su mirada, viendo cómo Tae-mo la miraba.
No quería preocuparle, le sonrió levemente.
—¿Acabaron las recetas?—Dijo el señor Kang.
Oh Dios, acabará humillada y despedida a la vez.
Todos a sintieron.
—Bien, señorita Park eso es el kimchi, ¿verdad?—Dijo, señalando el platillo.
Aquel tenía exceso de sal, picante, pimienta, y de azúcar. Aquello no sabía a kimchi.
Asintió bajando la mirada.
Tae-mo al verla de esa manera, le preocupó. ¿Por qué estaba así?
—Bien, comencemos por usted—Dijo.
Se acercó hacia ella, estando al frente de él kimchi.
—Veamos—Dijo, probando un bocado.
Lágrimas se asomaban en los ojos de ella, sintiéndose avergonzada, preocupada.
Tae-mo quería abrazarla, no entiende lo que le sucede.
—¿¡Qué es esto!?—Dijo escupiendo lo que había probado.
Sulli se hizo atrás, soltando lágrimas. Hizo dos reverencias.
—Lo lamento mucho, señor Kang—Dijo, sintiendo el nudo en su garganta.
¿Como es que ella había fallado en el kimchi?—Se preguntaba Tae-mo a sus adentros.
El señor Kang levantó su mirada, viendo con decepción a Sulli.
—¿¡Qué no sabes qué esto se entrega hoy!?—Dijo señalandola.
Sulli soltó un sollozo.
—Lo lamento—Dijo.
No podía decirle, no sabía lo que la señorita Kim podría hacer.
—Señor Kang—Habló su compañera.
El señor Kang volteo a verla, aún tenía su seriedad.
—Será mejor que la despida, no está siendo competente para el trabajo—Dijo.
Sulli volteo a verla, lágrimas salían.
—La señorita Park es excelente en su trabajo, solo fue una equivocación—Dijo Tae-mo, intentando calmar el aire amargo que su abuelo desprendía.
—No estaré tolerando el trabajo incopentente—Dijo el señor Kang.
Sulli sintió su cuerpo temblar, no podía ser cierto.
—Ella no lo hizo—Dijo su compañera Im.
Sulli la miró, negando con rapidez.
—Señorita Im, hable de una vez—Dijo Tae-mo.
El señor Cha miraba todo, aquello se estaba volviendo aún más interesante.
—La señorita Kim fue quuen mezcló todos esos ingredientes, ella incluso obligó a que la señorita Park le trajera café en horario de trabajo—Dijo la señorita Im.
Sulli bajó su mirada, sentía la mirada pesada de la señoría Kim en ella.
—¿Eso es cierto, señorita Kim?—Dijo el señor Kang.
—No, ella está mintiendo. Dile la verdad, Sulli—Dijo, señalandola.
Sulli levantó su mirada, sintiéndose indefensa. Miró a la señorita Kim, ella la veía con fulmino. Volteo a ver a su novio, el con tan solo mirarla hacia que todo estuviera bien.
