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"¡Jimmy, cariño! ¿puedes venir un momento?"

Un sobresalto pasó por el cuerpo Jimmy, quien cerró su laptop de golpe y miró hacia la puerta que estaba cerrada. Suspirando agotado, se sentó sobre la cama y rodó los ojos con fastidio, tallándose la cara. "¡Ya voy, mamá!" Gritó antes de gruñir molesto "Que jodido fastidio" murmuró, abandonando su habitación con un golpe en la puerta y caminó descalzo hacia la cocina, donde había supuesto que estaría su madre, más que nada localizándose por el ruido que había en esa zona. Entró al pequeño cuarto y miró a su madre con las cejas alzadas y con los párpados pesados, esperando a que la mujer hablara "¿Y bien? ¿Qué necesitas?" La mujer le dio una mirada que Jimmy ya conocía bien, a lo que sonrió un poco para parecer más amable.

"Necesito un favor" ella lo miró, buscando cualquier signo de reproche a lo que Jimmy solo hizo una pequeña mueca antes de volver a sonreír de forma forzada "Margarita me dejó pedido un pastel. Voy a salir, así que necesito que se lo lleves... por favor, por favor, Jimmy, es la mujer que vive a un par de casas, en el #5002. Llévaselo y sé amable, ella va a pagarte 65 dólares por el pastel, puedes tomar cinco."

"Bien..."

"Gracias."

Puso los ojos en blanco cuando salió de la cocina pensando en lo estúpido que era su encargo de mierda. Si iba a salir, ¿por qué no lo dejaba en el camino? Porque claro, solo quería molestarlo y hacer que saliera de su cómoda cama.

"Ya me voy, cariño... ¿necesitas algo del supermercado?"

"... Sí, quiero más mermelada de fresa, ya se acabó y sabes que si no desayuno mi pan con mermelada me pongo insoportable"

"Soy bastante consciente de ello. Vuelvo en unas horas." Y salió.

Andreas respiró por la nariz y dejó salir en aire mientras volvía escaleras arribla por sus zapatos. No le gustaban los vecinos, odiaba sus hipócritas caras y sus "Buenos días" que se sentían tan obligatorios y odiaba tener que saludarlos de vuelta.

De forma perezosa de puso sus tenis sin calcetines y bajó de vuelta a por dichoso pastel. Abrió la nevera y lo vio, parecía un pastel bastante básico de cumpleaños o algo parecido, no tenía ni idea y tampoco le importaba, pero era bonito, su madre tenía muy buena mano para la repostería y aunque no se dedicaba a ello como algo serio, los vecinos o familia solían pedir bastantes de ellos.

Sacó el pastel con cuidado y lo colocó sobre la mesa, cerrando la puerta de la nevera de una patada. Lo miró bien, sobre el plástico empañado que lo cubría y alcanzó a leer Bienvenido a casa, Robert en letras cursiva de color azul, bastante cursi. Bien, no tenía idea de quién era ese hombre o persona, pero intuía que eso refería un vecino más al que tener que saludar. Esperaba no tener que verle la cara para evitar momentos incómodos.

Tomó las llaves y el pastel con cuidado de no golpearlo y caminó arrastrando los pies hasta la puerta, la abrió torpemente y salió, cerrándola un poco estresado porque la jodida llave no giraba. Después de ese pequeño inconveniente, miró la calle vacía, con los altos árboles que lo cubrían del sol y el cantar de las aves. Fue extrañamente... reconfortante, le hizo sentir mucha paz como la brisa movía su cabello. Bien, sin distracciones, #5002 que era la que estaba a ¿cinco casas de distancia? No debía ser muy lejos, eso esperaba.

La señora White lo saludó mientras regaba las plantas con una manguera y él se vio obligado a darle una pequeña sonrisa diminuta y un asentimiento incómodo. Era una mujer blanca, ya vieja y con anteojos que terminaban en pico, ella por alguna razón siempre estaba afuera.

El señor Thompson lo saludó alegremente desde su jardín, donde estaba un hombre con un espeso bigote recargado en el mango de la podadora, al parecer era el jardinero y se había detenido a tomar una cerveza junto con el señor Thompson, el cuál le sonrió bajo su bigote gris y movió su regordeta mano hacia él. Jimmy se vió obligado a hacer lo mismo (apenas haciendo un pequeño gesto con la mano para no tirar el pastel), asentir y sonreír forzadamente, para ambos.

Black DogWhere stories live. Discover now