Incondicionalmente Prohibido

Episodio 23

Neteyam cerró los ojos y sintió los suaves labios de Aonung moverse contra los suyos inmóviles. Neteyam sintió la calidez, pero también la humedad de los labios de Aonung. El beso era lento y inocente como si fuera la primera vez que Aonung también besa. Neteyam no se apartó de él pero sintió a Aonung moverse y alejándose lentamente. Abrió los ojos para ver a Aonung abrir los suyos también. Ellos estaban mirándose  el uno al otro. Los ojos de Aonung tenían algo de inocencia y miedo en ellos. Esto hizo latir el corazón de Neteyam. Su corazón latía rápido. Su pecho se sentía pesado. Vio a Aonung respirar profundamente. Neteyam ni siquiera parpadeó. Aonung se alejó aún más, de él. Aonung miró hacia otro lado. Neteyam exhaló lentamente. Sus ojos no se apartan de Aonung.

Ellos también lo estaban haciendo bien. Pero por qué Aonung Tuvo que besarlo. Mierda.

Neteyam se puso de pie. Neteyam no quería decir nada. No quería mirar a Aonung. ¿Porque Aonung no aceptó ser solo su amigo? ¿Por qué, solo ...? Neteyam empezó a caminar.

"Neteyam, lo siento..." Aonung también se puso de pie, siguiéndolo. 

"Tengo que irme." Neteyam respondió.

Neteyam se alejó rápido. Oyó que Aonung lo llamaba pero no se detuvo. Neteyam sintió que su corazón le decía que se detuviera. Détente. Pero su cerebro quería escapar. Necesitaba alejarse rápido en caso de que dijera o hiciera algo estúpido. Neteyam hizo una mueca cuando escuchó su nombre de Aonung nuevamente. Sonaba... casi desesperado. Neteyam reprimió todas las emociones que tenía. No quería sentir nada en este momento. Ahora mismo, necesitaba dormir. Desesperadamente.

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Neteyam evitó salir con la pandilla durante los siguientes cinco días. Rotxo lo había atrapado una mañana, pero Neteyam solo evitó el contacto visual con el chico más joven. Rotxo le mencionó que todos lo extrañaban antes de seguir su propio camino, Cuando se dio cuenta de que Neteyam lo estaba ignorando. Porque él, no quería ver a Aonung. No Podia. No después de ese beso. Cada vez que Neteyam pensaba en el beso, recordaba la forma en que los labios de Aonung se sentían contra los suyos. Lento, constante y Inocente. Le era difícil a Neteyam y siempre pensaba en ello, mientras tocaba sus labios.

Siguió viendo el rostro incierto de Aonung cuando se alejó de él. Vio que los ojos de Aonung contenían incertidumbre, miedo. ¿Y qué hice? No reaccionó en absoluto. Solo corrió de ese lugar sin dejar a Aonung defenderse. Se puso de pie y se alejó. Ignoró el llamado de Aonung y corrió escapando de nuevo. 

Neteyam se cubrió la cara con las manos. Bajo su mirada hablando así mismo. Está bien. Neteyam no esta mal ignora a los demás. Estaba bien que quieras ver a Aonung. 

El solamente queria estar solo ahora y necesitaba volar desesperadamente. 

Neteyam caminó hasta la orilla, el lugar exacto donde él y su familia aterrizaron cuando llegaron aquí por primera vez. Neteyam llamo su ikran. Gritó y vio que los otros aldeanos lo miraban cada vez que lo hacía. Neteyam vio su ikran volando hacia él.

El ikran de Neteyam, Yakey, aterrizó con un suave arrullo hacia él. Neteyam apenas sonrió mientras le acariciaba el cuello.

"Yakey, vamos a volar un rato, ¿de acuerdo?"

Yakey chilló confundido. Ella estaba mirando a su alrededor. Neteyam suspiró abatido sabiendo a quién estaba buscando Yakey.

- "Aonung no está aquí, Yakey".

Yakey inclinó la cabeza ante eso y chilló un poco más fuerte. Neteyam movió sus manos para cerrar su boca suavemente.

"Deténte. Lo digo en serio." Neteyam dijo en un tono firme y más profundo.