𝐁𝐄𝐇𝐈𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐄𝐍𝐒𝐄𝐒 | Edward Cullen

𝟎𝟔. 𝐑𝐞𝐧𝐞𝐞𝐬𝐦𝐞

                 —Tu madre fue una luchadora hasta el último momento por lo que pude ver. Y es algo admirable a decir verdad. Me hubiese gustado poder conocer a semejante mujer.

                 Reneesme sonrió más que nunca al escuchar esas palabras de parte de la mujer de lentes. Eran las palabras que necesitaba para darle un cierre a lo que había perdido.

                 Coralena temió en ese momento que la niña la tomara a ella como una imagen materna. No debía ser casualidad lo que sin querer le mostró. No es que no quisiese por un tema de no querer adquirir responsabilidades o porque no se hubiese encariñado con la hibrida, si no por un tema de respeto. Respeto a su madre biológica quien eligió perecer para que la niña nazca y por respeto a su padre, que debía ser el que más sufriese con la pérdida.

          Estaba claro que Edward Cullen lo que menos quería es que Coralena Beaufort sea la nueva madre de su hija.

        —¿Y Reneesme? —le preguntó el cobrizo a su hermano.

       —Dijo que iría a hacer hombres de nieve —dijo con tranquilidad Emmett.

      La desesperación empezó a consumir a Edward al pensar que su hermano no podía tomar conciencia de lo peligroso que podía llegar a ser lo que le decía.

          —¿Y la dejaste ir sola? —reclamó con cierto enojo.

         —Claramente no —el alivio se vio reflejado en la cara de Edward, más no por mucho—. Jane Doe se ofreció a llevarla.

        Pronto todos los testigos vieron a Edward aproximarse a gran velocidad hacia el bosque a un costado de la casa. Carlisle y Rosalie no sabían que había pasado, pero no dudaron en seguir al lector de mentes pisándole los talones.

         Pronto llegaron a ese pequeño valle donde se encontraron a la invidente y a la niña tiradas en la nieve, haciendo angelitos.

          —¡Papi! — la niña dejó todo lo que hacía para correr en dirección a su padre.

          Edward recibió a su hija en brazos mientras miraba con cierto recelo a la mujer. Observaba cada movimiento que hacía la invidente. Era acojonan te lo hábil que podía llegar a ser sin contar con sus ojos y solo con lo que veían los demás y no desde su propia perspectiva. Se notaba que había entrenado perfectamente esa habilidad hasta convertirlo en un hábito.

—¿Creías que había perdido a tu tesoro? Créeme que yo sé cuidar bien del oro —dijo ella con sarcasmo al notar como era vigilada por el cobrizo.

        —Vámonos Reneesme —soltó secamente mientras fulminaba con la mirada a la desconocida.

       —Mira papi, la señorita me regaló esto —dijo la niña señalando sus orejas.

       Edward se tragó sus palabras frente a su hija, no quería que la pequeña lo escuche despotricar contra la otra mujer ¿Qué buena imagen podría ser esa para la menor? Edward se había de decidido a educar a Reneesme con los mejores valores existentes.

        —Que bonitos ¿Quieres jugar con Jake?

         —¡Si!

         La niña se perdió en la maleza mientras corría hacia la casa. Si él creía que Coralena Beaufort le daría tregua, estaba equivocado.

         —Como son los estirados como tu he —la ironía y el sarcasmo se hacían notar en su tono—. Aveces me pregunto: si yo estuviese en tu situación y mi vida, la de mi familia y la de mi hija dependieran de otros ¿No sería más agradecida y menos desconfiada? Después de todo me pides que confíe en ti, pero tu no dudas en juzgarme cada vez que se te da la oportunidad ¿Eso donde nos deja?

¡Hola! Nuevo capítulo para ustedes ¿qué les pareció? ¿Qué opinan de la trifulca entre Coralena y Edward?

¿Qué piensan de mi manera de escribir? Sus opiniones me sirven mucho, déjenla o todo en los comentarios.

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¿Quieren más? Nos vemos en la siguiente actualización ¡Adiós!

@rosiesiganoff