Semáforo

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Los argentinos tenemos esa cosa de buscar lo más alto, de trepar por estructuras imposibles solo por el deseo de llegar a la cima para festejar, para ser felices, para protestar o para luchar, para todo lo que nos haga sentir vivos. Buscamos lo más alto porque buscamos la gloria, y la conseguimos sin importar cuántas veces nos caigamos en el camino.

Esta parte está basada en una historia real.

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[L.S]

-¡ESTAMOS EN LA FINAL DEL MUNDO, LA CONCHA DE SU MADRE!- Louis gritó con las pocas fuerzas, que aún eran muchas, al aire mismo, sonriendo con la misma emoción que veía en las miles de personas que habían salido a la calle.

-¡¿QUÉ HACÉS AHÍ ARRIBA, ENFERMO?!- Z le gritó con fuerza desde abajo, sonriendo mucho.- ¡EL QUE ROMPE PAGA, LUCHÍN, ACORDATE!

-¡MUCHAAAACHOOOOS!- Le cantó en respuesta, haciéndolo reír a carcajadas. Z empezó a saltar con la multitud y a cantar también, y Louis los acompañaba revoleando como salvaje la camiseta que se había sacado, bien afianzado con sus piernas al semáforo donde se había trepando.

Era verano, el pueblo estaba feliz y estaban a un paso de ser campeones del mundo. La vida era buena.

-¡EH, FLACO!- Bajó la cabeza buscando la voz arruinada que le gritó. Le sonrió al pibe lindo que parecía brillar entre tanta gente.- ¡AYUDAME A SUBIR!

-¡POR VOS LO QUE SEA, MI AMOR!- Contestó inclinándose con una sonrisa, sonriendo cuando lo escuchó reír. El chico le agarró la mano con fuerza y se impulsó con los pies, recibiendo una ayuda de arriba para poder treparse también, confiando los dos en que el semáforo resistiría.- Dale que ya estás.

-Gracias.- Jadeó acomodándose con las piernas abiertas de lado a lado como él, arrugando un poco la nariz.- Es más incómodo que la mierda, boludo, ¿qué hacés acá?

-No podía respirar bien entre tanta gente.- Se encogió de hombros, aún sonriente y muy cerca.- Soy Lucho.

-Jarra.- Louis ya se sentía campeón solo de ver su sonrisa.- ¿Estamos en la final del mundo entonces?

-¿Vos sabés que sí, mi amor?- Rio tirando la cabeza para atrás y sosteniéndose de la pierna desnuda del chico para gritar.- ¡QUIERO GANAR LA TERCERA!

-¡DALE ARGENTINA, LA CONCHA DE SU MADRE!- Gritó con voz bastante potente para estar tan roto, sacándose la bandera que tenía atada al cuello para revolearla a la par de Louis, sintiendo la adrenalina de la altura y la felicidad de la locura, de festejar el fútbol y olvidarse de toda la mierda por un rato.

Larry Stylinson - One Shoots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora