El Contrato (C. Ronaldo x Chicharito)

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Javier Hernández, hablamos de ese desastroso omega al cual el destino parecía odiarlo. Primeramente te voy a hablar de una de las desgracias de su vida.

Él es una persona con bajos recursos (humilde), vive en un lugar con poca seguridad pues los asaltos, extorsiones o estafas eran el pan de cada día en el área Metropolitana de Guadalajara, un lugar para personas buenas, con buenas me refiero a que se pudren en dinero. Pero también esta la parte mala de esta locación, que es donde vive Javier con su familia la cual consta de dos hermanos menores, sus padres y su abuelo paterno, lastimosamente sus hermanos aún son muy pequeños para ayudarle a traer dinero y mantener a su familia, por lo que el omega es el encargado de ayudar a sus padres trayendo dinero a la casa y proporcionar a sus hermanos una vida digna para el estudio debido a que él no pudo estudiar más allá y cumplir su sueño de ser un diseñador de modas.

No solo vemos esa desgracia en su vida, sino que también está su casta, un Omega, ni siquiera tenían derecho a opinar o buscar leyes que los defendieran, siempre fueron y eran inferiores a lo alfa y beta, todo eso era por los típicos estereotipos que la sociedad había creado contra todos los omegas, si no eras un alfa se te concideraba una aberración, a los betas no afectaba mucho pero a los omegas si.

Esa es una desgracia, sí, la vida es muy injusta, tan injusta que en ese preciso momento nuestro querido Javier esta pasando por uno; dos personas, específicamente hombres, alfas por su cuerpo bien formado y su altura. ¿Lo están siguiendo? no estuvo muy seguro al principio, pero no se quiere arriesgar, por lo cual aceleró su paso.

La vida es horrible para muchos, pero no para Javier, él esta seguro de que todos los sacrificios que hace diariamente por su familia tendran frutos y podrá pasar a tener su propia casa y su taller de costura como siempre lo quiso.
Pero mientras más uno sueña peor es la caída de la realidad, tan horrible que ahora se esta dando cuenta que esos dos hombres si lo estaban siguiendo.

—¡Maldición! —murmuro para si mismo mientras asustado intentaba desviar su paso para que ellos se perdieran, ahora se arrepentía de no tener condición física.

Paso al lado de un indigente el cuál pedía dinero en el frío suelo al lado de una tienda de víveres, sin pensarlo entró. Quizá si ellos veían que estaba dentro se irían, ¿no serían tan estúpidos de esperar por el afuera verdad?, ¿Verdad?, eso esperaba.

Espero ahí por mucho tiempo, veinte minutos quizá, los trabajadores de ese lugar, alfas y betas, lo veían con curiosidad. ¿Qué hacía un omega joven y atractivo solo en un lugar peligroso siendo tan indefenso?, indefenso es cuestionable, dado que Javier sabe defenderse contra las personas que intentan sobrepasarse con él, pero ahora esta contra dos alfas.
Al no ser un Omega unido a un alfa por medio del lazo, era un blanco fácil para todos aquellos perversos alfas que buscaban solo presas para aprovecharse.

De tan solo pensarlo le dió un escalofrío que ha recorrido desde su nuca hasta su espalda baja. ¿Nada puede salir ahora peor? pues lo pensó demasiado pronto ya que vió como un tercer alfa estaba afuera esperando, oh no, empeoraba la situación, de golpe cayó a la realidad pues esa calle frente a dos locales más estaba su trabajo, el lugar donde trabajaba como un mesero, ¡Su jefe estaba afuera del local!.
Iba de mal en peor, pues aquel alfa noto al joven Omega.

Una de las personas que trabajan en ese sitio se le iba acercando. El Omega pensó en tomar algo aunque tenga que gastar innecesariamente. Pero quién se le acercó solo fue para informar que estaban por cerrar.
El miedo recorrió nuevamente desde su nuca hasta su espalda baja. Y un pensamiento de contarle todo a aquel alfa que le estaba avisando le llegó a la cabeza, pero lo desecho de inmediato.

Sin embargo solamente asintió dando a entender que se retiraría, sin informar para pedir ayuda se fue del lugar cabizbajo para que si esas personas seguían ahí, no lo reconocieran.

¿En que pensaba? No se podía quedar ahí toda la noche, debía estar antes en el local dónde trabajaba o estaría perdido.

Yendo hacía su trabajo, choco con el que menos quería. Su jefe. Ese alfa solo lo miro desde arriba, Javier pudo notar que estaba molestó, pero también noto a los otros dos alfas que lo seguían anteriormente, estaba jodido.

— ¿Nuevamente seduciendo a los de mi casta por una miseria de dinero? —la voz de el alfa sonó molesta.— Si que eres una vil puta.

Pero Javier no se iba a rebajar a eso, él también merecía respeto, y bueno el respeto se paga con respeto.
Encaro al alfa de su jefe, desafiando a este con la mirada.

—Mire bien, que aquí yo no soy una puta, el gobierno está tan jodido que estos dos cabrones no dejaron de seguirme, ¿Quería acaso que apareciera en las noticias como encontraban mi cuerpo en una fosa común? —Javier se defendió de inmediato, sus palabras tenían razón, muchos omegas desaparecían y finalmente solo aparecía que fueron encontrados ya sin vida.

A ese alfa no pareció agradarle mucho la actitud del omega, soltandole un fuerte golpe que por momentos dejo aturdido a Javier, llevando su mano a sobar su mejilla que se tornaba de un tono rojizo poco a poco por la magnitud del golpe.

—Jamas vuelvas a aparecerte en mi local, tu falta de respeto me repudia, solo eres una aberración más para esta sociedad. —fueron las palabras que soltó el hombre fornido.— Ahora lárgate, fenómeno, y nunca vuelvas, para mí ya no trabajas más.

El ahora ex-jefe del mexicano, dió media vuelta y regreso a su local, dejando en la calle al pequeño omega que sintió el viento recorriendo su espalda, no es como que fuera lo más abrigado, siendo ya las nueve de la noche, no era hora para que un omega estuviera solo por las calles.

Resignado, Javier volvería a casa con la noticia de su despido.

Continuará....

Addio piojos ✨