— ¿Podrás cuidarlo bien? — Preguntó Jimin preocupado.
— Estará bien con nosotros, mi señor. — Yvette se inclinó con delicadeza con el bebé en brazos.
Jimin asintió y sobó con delicadeza la mejilla de su hijo. Soltó un pesado suspiro antes de besarlo suavemente en su frente, esbozando una sonrisa y alejándose un par de pasos. Yvette se inclinó una última vez y Jimin le devolvió el gesto viendo cómo se alejaba segundos después hasta desaparecer de su campo de visión.
Mordió sus labios y cerró la puerta de la cabaña con el corazón latiéndole con fuerza. Se acercó al taburete de su cocina y observó el trozo de papel que cogió con manos temblorosas.
"Boulevard Fragganti, 10."
Apretó el papel contra su pecho unos segundos antes de depositarlo nuevamente en su lugar. Se acercó a su armario y se vistió con ropa negra, cogiendo también un paraguas del mismo color y lentes de sol para evitar ser reconocido. Se acercó a su puerta y salió en silencio, sintiendo el helado aire golpearle el rostro.
Cerró sus ojos con fuerza y al volverlos a abrir sintió un mareo que casi lo hace caer, pero se estabilizó rápidamente y observó con ojos curiosos la calle en la que se encontraba. Se aferró a su paraguas que abrió ya que las gotas de lluvia comenzaron a caer con fuerza en las calles italianas.
Avanzó hasta llegar a una casa que parecía tener otras casas dentro, como si se tratasen de casas conectadas por una sola. Avanzó todavía con los lentes de sol puestos y su paraguas sobre su cabeza. Tocó el timbre y esperó en silencio. Un hombre mayor le fue a abrir.
— Voy a la casa seis. — Explicó Jimin con voz más ronca para disimular. — Vengo a hacer... tratos.
El hombre asintió después de unos segundos y lo dejó pasar. Jimin se encontró en un sucio patio con una coladera en el centro. Levantó la vista a las casas que lucían muy mal por fuera y subió unas escaleras de metal hasta una segunda planta, las puertas de entrada con sus números sucios era lo único "decente" del espacio.
Se metió entre dos casas de la parte de arriba y llegó a la parte de atrás, a un segundo patio con una fuente. Cruzó al otro lado rodeando el espacio y se detuvo frente a una casa color verde con los colores desgastados y grietas por fuera. Tragó saliva y tocó tres veces la puerta.
La puerta se abrió sola frente a él provocando que se asustara. No mentiría, estaba realmente asustado... nervioso, estresado y tenso.
Empujó la puerta con delicadeza viendo el frío y oscuro interior. Esperó y pensó seriamente en irse corriendo, lo que estaba haciendo era una locura pero no tenía otra opción. Realmente no, no ahora. Tomó una profunda inhalación y puso un pie en la casa con duda hasta finalmente introducirse cerrando su paraguas y quitándose los lentes de sol. Esperó en silencio y se introdujo un poco más hasta que la puerta se cerró violentamente detrás de él, dejándolo en la oscuridad total.
Su corazón latía con fuerza y fue en cuestión de segundos cuando una vela negra se prendió frente a él del otro de donde se encontraba e iluminando suavemente el lugar. Jimin observó con la poca luz la desgastada sala, los sofás cubiertos con telas rotas y las miles cosas amontonadas en las esquinas, en sillas o donde pudieran estabilizarse.
Colocó su paraguas en la pared junto a la puerta y sus lentes encima. Esperó para escuchar algo pero el silencio era absoluto, ni el respirar de un muerto captó.
— Aquí me tienes. — Dijo con cierta dificultad. — Más te vale ser rápido antes de que me arrepienta de lo que he hecho.
Escuchó una risa que le hizo voltear a la derecha velozmente. Se mantuvo inmóvil, observando la figura apoyada de perfil en el marco de la puerta, con las manos hundidas dentro de los bolsillos de sus pantalones y la mirada gacha.
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LEVIATHAN - yoonmin
Fanfiction❝ Donde Park Jimin era un satánico, producto del mal y príncipe del infierno... y Min Yoongi un ateo y anhelo más grande del hijo del Diablo.❞