A place in this world
-Taylor SwiftEstoy cabeceando.
La música de la cafetería es tan relajante que puedo quedarme dormida fácilmente.
Pero no. No puedo hacerlo, podrá ser viernes por la tarde, pero quiero terminar todas las tareas que me dejaron hoy, de esa manera tengo el fin de semana libre. Aunque realmente no estaré holgazaneando como quisiera, tengo que acompañar a mi papá a su trabajo.
Por lo mismo, me siento correctamente en mi silla y observo la libreta frente a mí. Se supone que tengo que hacer un dibujo sobre mi concepto del amor, pero vaya, soy inexperta en ese tema. Y más cuando prefiero olvidar mi única experiencia en el amor. Me frustro al no tener una idea para dibujar; podría ver alguna película o una serie romántica, pero ninguna es como sentir el amor a carne propia
Y preferiría no volver a vivirla.
Decido, pues, no estresarme por esta tarea la cual, para mí suerte, se entrega hasta dentro de unas semanas más, y mejor hago la otra que me dejaron: un simple boceto de un lugar donde me siento cómoda y segura. Justo lo tengo delante de mis ojos.
La cafetería donde me encuentro.
Con un poco más de confianza, comienzo a dibujar el lugar. Es un espacio agradable, tiene muchas mesas por todo el lugar, cuadros y plantas colgando en la pared, así como lámparas con ese toque vintage que me gusta mucho. Al fondo está la barra de bebidas. Atrás de mí está el ventanal que revela la habitación al exterior, así como la puerta principal. Es muy sencillo, pero así son las cosas que me gustan.
Pasa una hora más y me doy cuenta que está comenzando a anochecer, por lo que es momento de que regrese a mi casa. No quiero ir allá; no porque mi casa esté llena de pelas o disputas, de hecho es todo lo contrario, pero es simplemente porque no me siento cómoda estando ahí como en la cafetería. El ambiente y las personas son muy distintas.
Con la mayor lentitud que me permito, comienzo a guardar mis pertenencias en la mochila: el celular, la billetera (aunque saco un billete antes de guardarla), el cuaderno de dibujo más el estuche y mis audífonos. Después me levanto y agarrando el abrigo verde y la mochila, me dirijo a la barra de bebidas.
Es el turno de Laura de estar en el mostrador, por lo que ella es quien me recibe.
—¿Qué tal, Ness? ¿Algún problema o vienes por tu café de diario? —pregunta con una sonrisa que muestra sus dientes. Me agrada Laura, aunque solamente hablo con ella cuando pido un café.
Ness es el apodo con el que me presento a la mayoría de personas. Mi nombre real es Ossena, aunque no me gusta mucho, pero me hace sentir distinta al resto. Pese a eso, lo veo como una ventaja de ese extraño nombre.
—Lo de diario. Y con chocolate arriba, por favor —pido al tiempo que le tiendo el dinero y ella lo recibe.
—Okeeey. En un momento sale.
Me hago a un lado para dejar a los demás clientes pedir su propia bebida y mientras espero, saco mi celular de la mochila y entro a Twitter. Es mi aplicación favorita, ya que ahí es donde veo todas las noticias a tiempo y sin mentiras, aunque depende desde que cuenta vea la información.
Así que, después de estar viendo un rato las tendencias acerca de los problemas sociales en los otros países de Latinoamérica, me entregan mi café. Laura me lo da y se lo agradezco. Bebo un sorbo y asiento al ver que está en el punto exacto que me gusta.
—Gracias otra vez, nos vemos después —me despido con una sonrisa y ella asiente.
—Te veo el lunes, Ness. ¡Cuídate!

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El Significado De Nuestro Arte
Teen FictionUn café Una chica que ve el mundo mediante dibujos Y un chico amante de los libros. ¿Qué puede salir cuando mezclas todo eso? Bueno... Salen cosas inesperadas. Y lo sé por experiencia. Yo no esperaba volver a enamorarme hasta que apareció él: Jazer...