¿Ella? ¿Casada con él?

¿Con Lucerys Velaryon?

En ese momento se levantó y buscó entre la montaña de pergaminos alguno atractivo, algunos que la convenciera.

Ninguno.

Paso toda la noche leyendo los restantes, o leyendo las cartas que ella y Lannister se enviaban, eran buenos amigos.

[***]

—Princesa, su familia la espera en el Gran Comedor.

Rhea se levantó caminando hacía la puerta.

—¿Princesa qué hace? Tiene que cambiarse.

Rhea saltó, miró su vestimenta en el espejo de sus aposentos, miró su cara, se le notaba cansada.

¿Cómo no hacerlo? No había dormido en toda la noche.

Al terminar de alistarse, finalmente fue al Gran Comedor.

—¿Estuve presente en tus sueños, esposa?

—¿Te gustaría eso? No me llames así.

—¿Por qué? En un futuro lo vas a ser.

—Lucerys, no necesito esto, tú no necesitas esto.

—Lucerys sonrió acercándose a la menor. —Yo sí quiero esto, mi amor.

—Es para joderme. ¿No es así?

—En parte. —Lucerys no admitiría su amor por la menor, no admitiría que al darle la noticia de su compromiso ya había pensado en el aspecto y en el nombre de sus hijos, Lucerys II, sería llamado el mayor, Aemma II sería llamada su única hija, Viserys II sería llamado su hijo menor, todos castaños, con su piel, sus ojos azules, el carácter de su madre y la valentía de su padre.

—Sólo déjame sola un momento.

—¿Por qué? ¿Para qué puedas correr a los brazos de Aemond?

—¿Por qué correría a los brazos de Aemond?

—Tu dime, se nota que se gustan, me preguntó. ¿Qué pasará cuándo nos casemos? ¿Me matará o yo lo mataré a él?

—Ninguno de los dos, niño.

—Soy mayor que tú, respeta niña.

—Como sea.

—¿Cómo quieres llamarlos?

—¿Qué?

—A nuestros hijos. ¿Cómo quieres qué se llamen?

—¿Herederos?

—Ellos van a heredera Driftmark después de mí y tú. ¿Cómo los llamaremos?

—No tendremos herederos.

—¿Sabes? He pensado en algunos, Lucerys II sería el mayor, Aemma II nuestra única hija, Viserys III nuestro hijo menor.

—Cambiemos Lucerys II por Raeghar, Aemma II me gusta, cambiemos Viserys III por Maelor.

—No me gustan.

—Hazlo o no te dejo poner a tus herederos en mí.

—¡Está bien! Se llamarán Raeghar el mayor, Aemma II nuestra pequeña y Maelor nuestro pequeño. ¿Estás feliz?

—Hmm.

—¿Te parece practicar?

—¿Qué? ¿Dónde quedó el niño inocente?

—No seré inocente cuando estemos consumando nuestro matrimonio.

—Lucerys. ¿Te sientes bien?

—Realmente no, no quiero presionarte, Rhea, no quiero obligarte a amarme ni a tener a mis hijos, no me interesa, sólo quiero que me amas como yo te amo a ti.

El corazón de Rhea era frío y duro, pero la sinceridad de Lucerys le había conmovido.

—Y lo haré Luke. ¿Puedes darme espacio? Tengo hambre.

—¿Quieres qué salgamos y comamos juntos? Ya sabes, para olvidar nuestra conversación anterior. —dijo con las mejillas sonrojadas.

Un niño, con el cabello de Lucerys, sus ojos azules y su carácter, sería un niño muy tierno.

—¿De dónde sacaste el lado atrevido?

—Aemond dijo que te gustaría así.

—¿Y le haces caso a Aemond? —Rhea rió. —Aemond es la última persona que te aconsejaría bien Luke.

—¿Luke?

—Olvida que te dije así.

—Mira, yo soy un niño de honor, no quiero que te incomode nuestro compromiso, sí estás de acuerdo, me gustaría que habláramos del tema y trataramos de llevarnos lo mejor posible Rhea. —dijo tomando su mano. —quiero ser un buen esposo para ti, Rhea.

—Y lo serás Luke, pero no es necesario tu cambio de actitud, todo está bien.

—¿Entonces sí quieres casarte conmigo?

—No me gustan la poca libertad, Luke, pero sí, acepto casarme contigo.

—¿En serio? ¿De verdad?

—Sí Luke, no hay nada de malo, nos respetaremos mutuamente y todo estará bien.

—¿Cómo es qué accedes tan rápido? Te conozco, serías capaz de huir.

—Prefiero casarme contigo antes que con Aegon. —rió la menor haciendo reír al mayor.

Y así las siguientes lunas pasaron, con ello, el matrimonio de Lucerys Velaryon y su prima Rhea Velaryon se acercaba.

En la ceremonia, propia de cómo se celebraban ancestralmente en la Antigua Valyria los matrimonios, tanto Rhea como Lucerys se cortaron los labios con una fina hoja de vidriagón. Lucerys se cortó la mano, para que su sangre pueda mezclarse. Luego frotó una marca en cada una de sus frentes, finalmente besando a la menor.

El beso tenía un sabor metálico, Lucerys había lamido la sangre que salía de los labios de la menor, sorprendiéndola, apretando la herida con la fuerza de su beso, provocando que saliera más sangre.

Finalmente los presentes estallaron en aplausos, felicitaciones y bendiciones a la feliz pareja.

—Espero y traigan mucha gloria a la Casa Velaryon. —dijo Alicent con una sonrisa forzosa, en sus planes estaba casar a Rhea con Aemond, no Rhea con Lucerys. —espero y salgan con sangre Velaryon.

—Y así será Alicent, gracias por tus buenos deseos. —dijo Daemond abrazando a Rhaenyra.

—Gracias por tus deseos Alicent. —Rhaenyra rió provocando una risa de Alicent. —¿Deseas caminar? —cuestionó y Alicent asintió, rápidamente salieron de la Fortaleza, dejando a un Daemon confundido y resentido.

—Increíble, mi esposa me deja por su esposa, Lucerys, tú no le hagas eso a mi hija.

—Y no lo haré papá, descuida.

—Espero esperen hasta la noche, no se escapen a hacer niños todavía.

—Daemon. —le reprochó Viserys. —son niños, estamos felices por su matrimonio, esperamos y sean muy felices.

Y así el banquete pasó, las personas bailaban, otros comían, otros bebían y así sucesivamente.

Finalmente, los dejaron solos, sus aposentos estaban al otro lado de la Fortaleza, una tradición de las familias para darles privacidad a los recién casados.

La luna, el cielo y las estrellas fueron testigos de como Rhea Velaryon se entregó a Lucerys Velaryon, jurandole amor y lealtad en cada roce con Lucerys haciendo lo mismo, con cada sensación repetía lo mucho que amaba a Rhea.

Y así fue como sus herederos, unos niños pelinegros, ojiazules y pálidos como la misma nieve nacieron del matrimonio Velaryon, Raeghar Velaryon, Aemma II Velaryon y Maelor Velaryon, siendo papeles importantes en en próximo Juego de Tronos.

HOTD OSWhere stories live. Discover now