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liverpool, 1960
—¿está aquí? —preguntó paul después de llegar realmente tarde a la casa de john— ¿love está aquí?
—el amor está siempre por todas partes, paul —le respondió george, sentado en el sofá.
—no me refiero a eso, me refiero a mi love —aclaró mientras caminaba por la sala hacia la cocina en un intento intranquilo por encontrar a su amiga.
—oh, ¿tu love? —rió lennon y compartió miradas cómplices con el menor de los tres— ah, el amor —suspiró, poniendo el lado contrario de la palma de su mano sobre su frente, y arrojándose al sofá.
—qué bonito es el amor, ¿no lo crees paul?
—ah, my love —john continuó con su juego y de pronto harrison se le unió—. my love, my love, my love —dijeron al unísono, terminando su pequeña burla entre risas.
paul viró los ojos, pues la actitud de sus amigos a veces llegaban a ser tediosa. buscó con la mirada en todos los lugares a su alcanse para después darse cuenta de que no estaba; los cuatro habían quedado de acuerdo en verse en la casa de lennon, pero paul se quedó dormido, razón por la cual llegó una hora tarde.
—se fue, ¿cierto? —cierta desilusión salía junto a sus palabras.
—te tardaste una eternidad en llegar, la conoces bien.
—pero ustedes le agradan, ¿por qué se iría?
—yo no creo que le agrademos —dijo george—, nos soporta porque somos tus amigos —bebió un sorbo de té— y solo lo hace cuando estamos contigo —asintió con los ojos cerrados, estando completamente seguro de su punto de vista.
—¿ahora qué le dijo john?
—le preguntó si tú ya la haz llevado a conocer “pueblitos mágicos”.
el pelinegro volteó a ver con un rostro molesto a lennon, sabiendo muy bien que su pregunta tenía doble sentido; como respuesta, john sonrió con gracia. sabía que (entre sus dos amigos) george no era del todo inocente, así que tenía una idea bastante acertada sobre que no solo john la había molestado.
—¿y tú qué hiciste al respecto, hazza?
—me reí.
bingo.
—ustedes son increíbles —negó—. ¿saben? nada les cuesta tener un poco de respeto ante la presencia de una señorita.
—lo sé muy bien, paulie —lennon habló—. pero eso le quitaría la diversión a la vida.