Cansado || Quackity

ੈ 🥀 ⃟⿻ I

Esta historia fue escrita con el propósito de entretener, por lo que no busca ofender a nadie.
Cualquier comentario que sea en busca de incómodar y/o criticar de manera destructiva, será eliminado.

Angst:sufrimiento emocional del personaje principal.
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20% hasta el colapso

El pelinegro inició su semana cumpliendo pequeños trabajos que la gente del pueblo le solicitaba, desde cargar algunas cosas o acompañar y ayudar a personas de la tercera edad, sin duda Karmaland era un lugar bastante pacifico.
La gente le agradecía por sus servicios siempre con una gran sonrisa y eso ocasionaba cierta calma en si mismo, calmando levemente el dolor en su pecho al igual que el sentimiento de insuficiencia.

El día avanzo con tranquilidad y cierto aburrimiento para él pelinegro, más su aburrimiento se vió acabado cuando a lo lejos logro divisar a Luzu junto a Sapo Peta y sin evitarlo se acercó a ambos chicos con emoción, hacía ya tiempo que no los había visto y el poder estar cerca de ambos le hacía bastante falta, tal vez ahora sus ataques de ansiedad disminuirían considerablemente ahora que estaba con ellos.

-Joven Quackity, me alegro mucho de verle, es justo la persona que hemos estado buscando- la voz del más grande sonó con la tranquilidad que le caracterizaba e iba acompañada de una ligera sonrisa al notar el entusiasmo del menor.

-Hola Sapo Peta! Lusuuuu! Me alegro verlos, ya estaban desaparecidos ehhhh- el pelinegro hablo de la forma más alegre posible, el poder ver a su amado y a su amigo le ponía bastante feliz.

-Perdona Quackity, pero es que hemos estado un poco ocupados y no se nos había presentado la oportunidad de ir a visitarte, de hecho veníamos a comprar unas cosas y después íbamos a ir a tu casa para decirte algo importante- justifico el castaño con una sonrisa acompañado de un toque de vergüenza por haberse desaparecido y dejado solo a su gran amigo por un largo tiempo, más el simple hecho de que el castaño hablará provocaba que Quackity olvidase cualquier detalle, sin duda Luzu se había convertido en una de las mejores casualidades que habían aparecido en su camino.

-A pues soy todo oídos, ya que me han encontrado pueden decírmelo de una vez y así no me tengo que esperar a que terminen sus compras de viejitos para saber el chisme- dijo con cierto entusiasmo al pensar que posiblemente habían salido ambos y le habían traído algún recuerdo, más su entusiasmo se fue apagando conforme su amado empezaba a hablar.

-Muy bien, Quackity, si tanto insistes, primero que nada queremos agradecerte a ti por habernos presentado- el chico de ojos rubíes miro a su amigo con una sonrisa para después acercarse a Sapo Peta y entrelazar sus manos -Es por eso que Sapo y yo pensamos que merecías ser el primero en saber acerca de nuestra relación.

En ese punto Quackity no sabía si debía de reír o soltarse a llorar ante aquellas palabras, literalmente había perdido a su amado y jamás tuvo la oportunidad de si quiera confesar su amor asi que con toda su fuerza de voluntad.
-A-ah, ¿Enserio? Oye que padre! Alfin encontraste que no es una sopa de veneno, Lusu- comentó burlonamente el menor tratando de disimular la voz entrecortada que amenazaba con el inició del llanto.

-¿Estas bien, Quacks?- la voz del castaño salió de forma preocupada al notar un tanto extraño al pelinegro quién con una leve voz temblorosa soltó un "Todo bien, Luzu" y así se alejó de aquella pareja quien no tan convencidos de aquella respuesta dejaron ir al menor.

Las lágrimas salían de manera traicionera una vez se alejo de la pareja, sentía su corazón romperse en mil y un pedazos, por culpa de sus estupideces había perdido a Luzu, su Luzu.

Una parte de si quería odiar a la pareja pero sabía que ellos no tenían la culpa, ellos no eran culpables de que fuese tan estúpido.

-Tal vez nunca fui lo suficientemente bonito o maduro para Lusu- soltó en susurró, temiendo de ser escuchado por alguno de sus compañeros o incluso de la pareja.

-No...Lusu necesita alguien que le haga feliz y le pueda dar todo lo que yo no puedo, sin duda Sapo Peta es la mejor opción para él- para el pelinegro el regreso a su casa fue uno de los más largos y torturosos para su persona al obligarse a si mismo a no llorar hasta que llegase a su hogar.

Pasado los minutos por fin había llegado a su isla alejada de todos, su pequeño lugar seguro jamás se había sentido tan vacío al pensar que ahora había perdido a la persona que amaba y que todo su esfuerzo por ser bonito y alegre se había ido a la basura.

-Lusu ahora es feliz con Sapopeta, no necesita de un tonto niño y jamás lo hizo, ¿Qué tal si solo estaba conmigo por lástima?- soltaba entre lágrimas con la vaga esperanza de que estuviera alguien a su lado consolandole, pero nunca había nadie, siempre estaba solo cuando se sentía mal.

El resto del día Quackity se la pasó en su isla, recostado en su cama y maldiciendo los estereotipos que se habían implementado en su cabeza.

Porque ¿Quién quería a una persona horrible? Estaba claro que nadie y eso Quackity lo sabía

Continuará...

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¡Buenos días, tardes o noches!
Muchas gracias por haber llegado hasta esta parte de la historia, cómo puedes ver, no son capítulos tan largos pero será temporal, trataré de alargarlos un poco más.

Espero que te haya gustado no olvides comentar y votar si es que fue así y recuerda, no es la historia perfecta pero se hace lo mejor posible.

Si tienes algún comentario, duda o sugerencia la leeré gustosamente.

Sin más que decir, muchas gracias por leer y nos vemos la próxima semana!

Karl♡