Capítulo 30: Holy ground

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"A veces puede ser una industria aislante".

"Realmente lo es", Lena suspiró débilmente, "las restricciones, las reglas, la dieta y el ejercicio, las acrobacias de relaciones públicas y llamar a los paparazzi. Todo puede parecer como si fueras un títere al que están controlando, mientras que en realidad nadie se interesa por quién eres. Te felicitarán con sonrisas falsas en sus rostros, te preguntarán cómo estás, pero a nadie realmente le importa la respuesta porque no debería ser nada menos que positiva porque eres tan afortunada. Gran parte de mi vida se ha sentido como un acto continuo. Estar constantemente en el centro de atención desde los dieciséis años puede ser muy dañino, y creo que el miedo a decepcionar a todos fue uno de los principales factores que me mantuvo en línea. No tenía la libertad de ser como una estrella de Disney que se descarriló, o una de esas estrellas de bandas de chicos que fueron arrestadas por drogas y fotografiadas en un estado paupérrimo saliendo de bares. Ser mujer ya te presiona mucho para que te comportes a la perfección, para que nunca te equivoques, pero luego estaba la demografía diferente que Morgan Edge quería para mi base de fans".

Leslie asintió mientras escuchaba, sus ojos se iluminaron cuando captó la última parte de la oración de Lena antes de que pudiera seguir hablando.

"Esa base de fans está compuesta en parte por republicanos".

"Sí", admitió Lena, su boca torciendo hacia abajo en las comisuras. "Y eso fue difícil de aceptar para mí. Por supuesto, la música country siempre ha sido muy popular en el sur, y supongo que mi estilo de música folclórica era comparable a eso. Y no fue solo la parte republicana, sino el hecho de que la religión va tan fuertemente de la mano con esa gente. Y además de eso, yo era irlandesa-católica. Fue muy claro para mí desde el principio que había una parte de mi base de fans que odiaría a mi verdadero yo. Y esa mentalidad, ese conocimiento, puede ser muy dañino, especialmente cuando trato de aceptar el hecho de que nunca podría amar a quien quisiera sin afectar mi carrera".

"Obviamente eso es menos preocupante para ti ahora".

Con una sonrisa triste, Lena arqueó una ceja. "Nunca fue mi preocupación, no me permitieron hablar de política, y eso incluía mi existencia como mujer lesbiana. Ser yo misma habría sido una declaración política y habría alienado a muchos fans. Estaba obligada por contrato a guardar silencio sobre cualquier cosa que pudiera dañar la reputación que me hicieron, y creo que el miedo a que mi carrera fracasara no vino de mí; Edge y la gente de mi sello me lo inculcaron. Mi equipo hizo todo lo posible para acomodar a ambos lados, pero todavía tenía muy claro que no podía estropearlo. Kara y yo teníamos la totalidad de National City a nuestra disposición, pero nos quedamos buscando los pequeños lugares para escondernos. Nuestros pequeños lugares secretos reservados para que escapemos de las miradas indiscretas. Hasta que rompimos esa regla".

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Por mucho que Lena lo intentara, no podía dejar de pensar en Kara. Después de que ella se fue temprano esa mañana, Lena se había ido directamente a la cama, desplomándose sobre las sábanas arrugadas, con los brazos y las piernas extendidos y rápidamente se desmayó durante gran parte del día.

Cuando se despertó, fue de un sueño en el que los labios de Kara presionaban su hombro, alcanzando al fantasma de la persona que ocupaba su sueño y encontrándose decepcionada al descubrir que la cama estaba vacía. Sin embargo, su olor se adhería a las almohadas y Lena enterró la cara en una de ellas, sintiéndose extrañamente bien descansada.

LOS FLASHES DE LA CÁMARA HACEN QUE PAREZCA UN SUEÑO (Supercorp)Onde histórias criam vida. Descubra agora