Déjame ser tu gobernante (SuperCorp)

Capítulo 35

"Lucy, ¿te importaría si hablamos rápidamente?" Preguntó Kara, dándole una sonrisa de disculpa, "Siento hacer esto en tu fiesta, pero es importante".
           
Una mirada dubitativa cruzó el rostro de Lucy, pero sonrió y vació su vaso, colocándolo en la bandeja de un camarero que pasaba por allí y haciendo un gesto a Kara para que la guiara. Alejándose de la fiesta, se dirigieron al vestíbulo, y Kara jugueteó con sus manos mientras lentamente ponían distancia entre ellas y la música alta y el parloteo que provenía del interior. "¿Por qué no me dijiste que estabas ayudando a Lena?" Kara soltó, frunciendo las cejas en señal de confusión mientras miraba a su amiga. "Ella no es tu cliente, y tú eres mi amiga... Pensé que me habrías dicho lo que estabas haciendo".
           
"Oh, ¿esto es sobre el lavado de dinero ilegal de su madre? Pensé que te alegrarías de que la ayude".
           
"¿Qué?"
           
Lucy frunció ligeramente el ceño, "ella, eh, Lena vino a mí con un par de extractos bancarios que mostraban a su madre transfiriendo dinero a otras cuentas bancarias".
           
"¿Espera qué?" exclamó Kara de nuevo, "¿no te lo ha dicho ella?".
           
Una mirada recelosa cruzó el rostro de Lucy mientras ladeaba ligeramente la cabeza, "¿dirme qué?".
           
"Esos documentos son falsos, Lucy", gimió Kara, "ella es...".
           
"Vale, no, tienes que callarte ahora mismo", interrumpió Lucy enérgicamente, "no me digas nada más porque no quiero saber nada de esto y no puedo involucrarme. Tú eres mi cliente, no Lena, y no quiero saber nada de lo que está haciendo que pueda ponerme en una situación difícil con la ley. Mi familia es dueña de un bufete de abogados multimillonario y lo último que necesito es quedar atrapado en medio de lo que sea que la Princesa esté planeando. Tú también tienes que pensar en tu país, Kara, y en tu corona. Dile que deje de hacer lo que sea que esté haciendo, porque te puedo garantizar que la Reina está dos pasos por delante de ella".
           
Kara palideció ligeramente, "¿te mintió? Pero Lena no miente. Ella dijo que tú dijiste que la ayudarías".
           
"Lo hice", asintió Lucy, "cuando presentó unos documentos y dijo que su madre estaba lavando dinero. Nunca estuve de acuerdo con... lo que sea que ella vaya a hacer. De dónde sacó... ya sabes, no importa. Cuanto menos sepa, mejor".
           
"Claro, por supuesto", murmuró Kara, sintiendo un poco de pánico al pensar en cuántos problemas se iba a meter Lena. Quizás había sido ingenua por parte de Kara pensar que saldría ganando, pero sin la ayuda de un abogado, Lena no podría llevar a cabo su plan, y Kara estaba preocupada y enfadada. "Gracias. Deberíamos volver a tu fiesta".
           
Con una sonrisa a Lucy, que le fue devuelta lentamente, Kara entabló una conversación fácil con su amiga, fingiendo que su charla no había ocurrido, y sacó dos copas de champán de un servidor cercano y le entregó una a Lucy. La suya bajó rápidamente, y arrastró a Winn a una conversación sobre la falsificación de documentos, tratando de indagar en lo que su amigo, experto en tecnología, sabía sobre ese tipo de cosas. Winn se mostró muy complaciente a la hora de compartir sus conocimientos y Kara escuchó absorta, bebiendo mientras archivaba toda la información que podía. Pronto, Winn se vio envuelto en una conversación con Alex y James, y Kara se alejó a un rincón, tomando una copa de vino mientras observaba a los demás disfrutar de la fiesta. Ignorando las miradas que le dirigían, Kara se mantuvo al margen de la gente que bailaba y bebía, con una mirada un poco molesta mientras pensaba en Lena, que no estaba a la vista.
           
Entonces, de repente, allí estaba ella, deslizándose entre dos hombres que hablaban cerca mientras se dirigía hacia Kara, y ésta sintió una pizca de celos al ver que los ojos de los dos hombres recorrían de arriba abajo a Lena. Sonriendo alegremente, con los ojos ligeramente vidriosos, Lena le tendió la mano a Kara: "¡Ahí estás! Te he estado buscando por todas partes, cariño. ¿Por qué estás acechando en un rincón oscuro como una gota?"

"Estoy evitando a la gente", murmuró Kara, y Lena soltó una sonora carcajada, inclinando la cabeza hacia un lado mientras sonreía a Kara, pasando la mano por su brazo desnudo.
           
"¿Oh? ¿Quién podría ser?"
           
"Tú", respondió Kara con rigidez, levantando su copa de vino a los labios y vaciando el vaso en cuestión de segundos. Ya estaba un poco inestable sobre sus pies, y sintió que el vino se asentaba en su estómago, sabiendo que la iba a llevar más allá de la borrachera.
           
Evitó mirar a Lena, por lo que Kara no vio su sonrisa vacilante y caída, ni la confusa arruga entre sus cejas fruncidas. "¿He hecho algo que te haya molestado?" preguntó Lena, sonando un poco sorprendida.
           
Kara apartó suavemente la mano de Lena de su brazo, dedicándole una sonrisa tensa mientras evitaba esos ojos verdes escrutadores, tratando de encontrar la respuesta en el rostro de Kara. "Lo hablaremos mañana".