04.

2.4K 179 1
                                    

Lo miré con lágrimas en los ojos, lo había dicho, le había declarado mis sentimientos.. Aquellos sentimientos que siento por el.

—Permiteme invitarte a salir, pasar más tiempo contigo, enamorarte aún más. Pero no te alejes, no te enamores de alguien que no sea yo—Dijo, acariciando mi mejilla.

Negué besando su mejilla, me sentía caer, me sentía como una loca inquieta y es solo por el.

—No me enamoraría de alguien más que no seas tú, siempre serás tú—Dije

.
.
.
.

Abrí lentamente mis ojos, volviendo a recordar el momento que había pasado con el.

—Sin duda ese fue el mejor día—Dije en un susurro.

Suspiré enamorada.

Me levanté de mi cómoda cama, dirigiéndome al baño así para hacer mis necesidades.

Al salir, ya después de haberme dado una placentera ducha de veinte minutos, me dirigí hacia mí gran ropero, así poniéndome mis prendas.

Tenía un día de descanso, solo día. ¿Pero a quien se le ocurrió invitarme a una reunión con chicas que ni siquiera son mis amigas? Si, a mi hermana.

—Por favor—Decía, haciendo un puchero.

Asentí bufando—Si hacen comentarios fuera de lugar, sin dudarlo me iré—Dije, en forma de advertencia.

Young-seo asintió alzando sus manos.

Subimos hacía su camioneta así para dirigirnos al lujoso restaurante donde sus amigas nos habían citado.

Realmente sólo quisiera estar en mi cama, durmiendo plácidamente en mi cómodo colchón. Esos pensamientos me hacen dar sueño, me hacer querer dormir por muchas horas.

La vibracion en mi bolso se hizo presente, un mensaje de Tae-mo.

Tae-mo <3
¿Sigues dormida?

Vaya, el creía que seguía dormida. Bien, seguiría durmiendo si no fuera por mí fantástica hermana.

Lili love
Nop, o bueno, seguiría durmiendo si no fuera por mi hermana. Las amigas de mi hermana nos invitaron a almorzar, quiero salir de aquí.

El auto se estacionó, supuse que ya habíamos llegado al mismísimo infierno.

Solté un suspiro, inhalar y exhalar. Listo, no, no podré hacerlo.

—Bajemos—Dijo, quitando el seguro de la camioneta.

Asentí, fingiendo una sonrisa.
Todo estará bien, pensamientos bueno, no malos. Buenos, si. Malos, no.

Bajé del auto, manteniendo mi postura en alto. Antes de comenzar a caminar mi hermana le puso seguro a su auto por alguna prevención..

Nos adentramos al restaurante, buscando con la mirada donde podrían estar aquellas chicas insoportables.

Sonreí con falsedad al captarlas, caminamos hacia su dirección.

—Oh, pero miren, las hermanas Park están aquí—Dijo Lysa, fingiendo una sonrisa al verme.

Solté una risilla nerviosa, sentía el sudor caer por todo lo cuerpo.

—Lamentamos la tardanza, chicas—Dijo Young-seo, sentándose.

Hice lo mismo, sentandome a su lado completamente nerviosa.

—Bien, ¿por qué diablillo está aquí?—Dijo Hanna.

Frunci el ceño, ¿acaso no me habían invitado como lo había dicho mi hermana?

Voltee con discreción a ver a mi hermana, esta me miró negando con confusión.
Young-seo tampoco sabía lo que estaba sucediendo en ese momento.

—Yo las invité , Hanna—Dijo Anne.

Hanna soltó una pequeña risa, mirándome fulminante. ¿Que les sucede a esas tres?

Agarré ni celular, estando pendiente a cualquier mensaje que mi cariño quisiera brindarme.
Justo cuando necesito alguno de sus mensajes, esos no llegan.

—¿Que acaso diablillo tiene novio?—Dijo Lysa.

Iba a hablar pero Young-seo me interrumpió.

—Si, tiene un novio millonario. Es el jefe de la empresa Kang, nieto del señor Kang—Dijo Young-seo, con orgullo.

—Ver para creer—Dijo Hanna, con burla.

—¿Que acaso no creen lo que les digo? Vaya, entonces quieren pruebas—Dijo Young-seo, fulminante.

Anne rodó los ojos.

—Este sábado invitarlo a cenar, obviamente también a nosotras. Haremos una cita en parejas, claro, si diablillo y tu tienen—Dijo Anne, con burla.

Young-seo asintió con una sonrisa macabra.

Esto se torna muy incómodo.

—Es hora de irnos, recordamos que tenemos trabajo—Dije, levantándome del asiento.

Las tres chillona a sintieron sin ningún problema, parece que desde el primer momento aquellas se quisieron deshacer de nosotras.

Hicimos una reverencia, agarrando del hombro a mi hermana así para ya retirarnos.

Salimos de allí, no siquiera habíamos almorzado pero aún así quisimos salir de ese aire tan incómodo.

Amigas envidiosas no necesitamos, fuera.


Propuesta laboral.      |Tae-Mo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora