Tae-mo la llevó hacia un restaurante lujoso.
Claramente eos había sido hace unas horas atrás, el la había llevado a casa verificando su seguridad..
.
.
.Sulli suspiró enamorada, aún más enamorada.
—Quita esa cara de tonta y sigue dictando—Dijo, Young-seo.
Sulli bufó, dictando las dichas de la empresa, completamente aburrida mientras leía.
Al ya estar leyendo horas cosas de empresarios, lanzó los papeles al suelo.
Young-seo abrió su boca exaltada.
—¿Pero que haces? ¡Eso es mi futuro dinero!—Dijo, horrorizada.
Sulli al ver lo que ella misma había hecho, hizo una reverencia.
—Disculpame—Dijo, poniendo cara de cachorrito herido.
La hermana mayor la miró con una mirada asesina, claramente diciendo "Corre si no quieres que te asesine justo ahora".
Sulli corrió hacia la planta baja, sabiendo de su hermana no iba a seguirla.
Young-seo se contenía de darle unas buenas palizas por las torpezas que su hermana menor hace, controla sus ataques.
Sulli bufando se dirigió a la puerta de salida.
Extrañaba a su primer amor, lo había visto ayer en la noche.
Sonrió ante la idea, le daría una sorpresa.
Rápidamente tomó el primer taxi hacia la empresa donde Tae-mo trabaja.
Al bajarse del auto, le dio el pago al taxista. Fue hacia la empresa, mostrando el carnet que el había hecho para ella, para que ella lo pudiera visitar cuantas veces quiera.
Lao de seguridad asintieron, se dirigió hacia el ascensor, casi al último piso era el despacho de Tae-mo.
Un gran despacho.
Al adentrarse, pudo verlo con muchos papeles ordenados.
Si que se esfuerza mucho, si ella estuviera en su posición probablemente se pegaría un tiro en la cabeza.A paso lento, con miedo a que el note su presencia, se dirigió a él.
Tae-mo pudo sentir el aroma de su amada, levantó la mirada viéndola, al hacerlo ella soltó una pequeña sonrisa.
Sulli corrió hacia la dirección de su amado, el se levantó de su asiento, yendo a recibirla.
Abrió sus brazos, sintiendo el calor rodeandolo, sintiendo su lindo aroma en el.—Te extrañe tanto—La escuchó susurrar.
Tae-mo sintió su corazón latir con demasiada rapidez, queriendo que nunca se separase.
La abrazó, sintiéndose cálido.—Yo también te extrañe—Dijo, besando la coronilla de su amada.
Sé separaron lentamente, mirándose fijamente, estando tan cerca.
Sulli bajó su mirar a los labios de aquel apuesto chico, queriendo besarlo sin tener ningún control.El miró los labios de la delicada chica, aquella que lo volvía como un loco de amor.
La puerta se abrió dándose paso al secretario Cha. Tae-mo se separó de la chica, viendo con nervios a su mejor amigo y secretario.
Tae-mo tenía una persona de su confianza, el cual sabe que el está enamorado de Sulli.
—Lamento la interrupción, pero su abuelo lo busca—Dijo, nervioso por la escena que presenció y arruinó..
Tae-mo asintió, hizo una seña para que se retire, lo cual acató, cerrando la puerta completamente nervioso de lo que había presenciado.
—¿Quieres ir conmigo?—Dijo, mírandola encantado.
Sulli lo miró, pensativa. El señor Kang es una persona amable y admirable, pero no quería ser un mal tercio porque ella misma presiente de que es un tema privado, algo que ella no debería meterse.
—No quiero interrumpir, aparte, tengo que seguir trabajando muy duro—Dijo, sabiendo que su primer día de trabajo empezaba mañana.
Tae-mo asintió, el mismo le había dado trabajo, el sería su jefe.
—Es cierto, lo había olvidado por completo. Pero no olvides llamarme, y si necesitas alguna ayuda sabes que siempre estaré aquí—Dijo, acariciando su mejilla.
Sulli asintió, viéndolo embobada.
—Prometo que te llamaré, también si necesitas alguna ayuda estaré aquí.. Pero vamos, no queremos que tu abuelo te regañe—Dijo Sulli.
Tae-mo asíntio, agarrando de la mano a su amada, diriendose con ella a la puerta. Al estar en los pasillos, vio como ella se acercó a él dándole un beso en la mejilla.
—Te llamó luego—Dijo, sonrojada. Saliendo de allí.
Dejando a un Tae-mo embobado, pensativo. ¿Sería que de verdad era mutuo?
