7 | Sueño vívido

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"Lo haré porque eres tu".

Porque era yo.

¿Y eso qué significaba exactamente? ¿Que a otro no le ofrecería ayuda?

Nah, seguro que no. No era la primera vez que escuchaba buenas palabras que después no se cumplían aunque, curiosamente, esta vez, lejos de tomármelo con la normalidad de siempre, me agobiaba un poco que no fuera cierto. ¿Por qué? No tenía sentido. Solo era una persona más en medio del rechazo general que había caracterizado mi vida y, además, si dejaba de abordarme a cada rato, eso que ganaba. A fin de cuentas, era un pesado.

—Pues a mí me gusta.

La imagen pastelosa de Yoongito hizo acto de presencia y, del susto, regresé a la realidad, me tropecé con una rama del camino y a punto estuve de caerme de bocas.

¡Joder!

—Es muy risueño y optimista —continuó—. Su compañía te hacer sentirte mejor.

Seguí caminado, fiel a mi propósito de ignorarle. No, nada de eso. Lo que ocurría era que hablaba tanto que no me daba pie a pensar en otras cosas.

—Yoon Gi... —Le rebasé, en silencio—. Yoon Gi... —Uf; menudo incordio era el guisante de las narices—. Yoon Gi, ¿a dónde vas?

Me detuve. Sin darme ni cuenta había llegado al bosque y tenía los pies metidos en un terreno fangoso que parecía querer devorame la zapatillas. Genial; ¿y el pueblo? No recordaba haber visto las casas. ¿Me las había pasado? Rebusqué en la chaqueta y en los pantalones, en busca del móvil para orientarme. No lo encontré.

—¿Le has dicho a Hye Ri lo que te dije la otra vez?

¡Por todos los demonios! Di un respingo. Dirigí la linterna hacia delante.

—Díselo, te lo ruego.

Distinguí la camiseta de béisbol. ¿Jeon Jung Kook? Le alumbré la cara y me topé con su expresión llorosa, pálida como si estuviera enfermo y tremendamente angustiada. Mierda; ¿y ahora? ¿Le agarraba y le arrastraba conmigo a la fuerza? No, mejor no. La otra vez había tratado de acercarme y había salido mal, aunque no recordaba exactamente la causa.

—¿Por qué sigues haciendo esto? —me contenté con preguntarle—. ¿Por qué no regresas?

—Lo siento —susurró.

—Sentirlo no es suficiente —continué—. ¿Sabes que hasta Jung Hoseok está colaborando para dar contigo?

Asintió. Mira qué bien. Lo sabía y le daba lo mismo. No era tan bueno con él después de todo.

—¿Y también sabes que tu amiga está cada día peor? —Los ojos le brillaron como dos tanques de agua a punto de rebosar. Eso sí le dolía—. ¿Sabes que dan por sentado que estás muerto? Ella se resiste a creerlo pero está sufriendo mucho y es lógico. Le dijeron que te tiraste al lago por una ventana.

—Yo... No... —Su palabras me llegaron en un hilo de voz—. Yo no lo hice.

—¿Y entonces qué demonios te ha pasado?

Ahogó un sollozo. Estaba mal. Realmente lo estaba. Diría que incluso peor que yo cuando me diagnosticaron la enfermedad y eso ya era decir mucho.

—Mira, Jung Kook... —Ojalá tuviera a Nam conmigo; se le ocurriría algo con lo que reconfortarle—. Lo primero es que organices tu cabeza, establezcas prioridades y después...

—El archivo municipal estará cerrado —me interrumpió—. Tendrás que usar la ventana que da a la calle trasera pero, por favor, asegúrate de que nadie, ni siquiera tu amigo, se entere.

IGSAUI HOSU 《YoonMin》 [#PGP2024]Where stories live. Discover now