ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 21

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Pastelillos

𓏲      ˖        .     ˖ ࣪⭑      ˖ ٬    ุ๋

Angeline.

Tomo mi mochila que yace en la parte trasera del auto y miro hacia la casa de dos pisos que está junto a un lago precioso. El sol ilumina la casa de una forma que la hace ver acogedora y solo espero que en realidad se sienta así.

—Tengo algunas cosas que hacer, ¿crees que tardemos mucho? —pregunta Kylie, colgando su mochila sobre su hombro.

—Te dije que vendríamos a dormir —cierro la puerta del auto y me aseguro de ponerle los cerrojos.

Taylor tiene el día libre y supongo que el de mañana también ya que no tengo idea de a qué hora es que regresaremos a la ciudad.

—No me lo mencionaste, sino me habría traído ropa. Aquí solo traigo mi maldito bañador —dice y bufa.

Lo más probable es que haya olvidado mencionárselo, últimamente me olvido mucho de las cosas que hago o digo pero es porque estoy pensativa todo el rato.

—Tranquila. Solo será un día, puedes ponerte lo mismo mañana —digo mientras camino hacia la puerta.

—¿Y que esas dos víboras me comiencen a criticar? No gracias.

—¿Y que piensas hacer entonces? ¿Regresar a casa? nos hemos tardado dos horas y media en llegar aquí.

—¡Ay! —se queja mientras yo toco la puerta—. Si tan solo me hubieses dicho...

La sonrisa de Chiara aparece en mi campo de visión y la frase de Kylie queda a medias.

—¡Ciao! —exclama y se apresura a darnos un beso a cada una—. Me alegra que hayan llegado, ¿que tal el viaje? —se hace a un lado y entramos.

Un olor a pino llega a mis fosas y de por mi cabeza pasa la idea de que este sería un hermoso lugar para pasar navidad. La casa de madera, la naturaleza que hay fuera y el aroma me dan esas vibras de querer tomar un chocolate caliente con medias de borreguito y mirar películas de Santa.

—Bien, gracias —respondimos mi hermana y yo al unísono.

—Pasen a la cocina —comienza a caminar y la seguimos—. Estoy preparando el desayuno, ya que supongo que ustedes dos tampoco vienen desayunadas, ¿cierto?

—Cierto —respondo, mirando un cuadro pintoresco que cuelga de la pared.

Mi mirada capta a las dos figuras femeninas sentadas detrás de la barra de la cocina. Ambas miradas se intensifican en cuanto son posadas sobre nosotras y dedico mi mejor sonrisa.

—Hola —saludo, pasando por detrás de ellas para ponerme del lado en donde Chiara debe estar preparando todo.

—Hola —escucho que dicen ambas y es Kylie quien se acerca a ellas a saludarlas con un beso en la mejilla.

—¡De ninguna manera! —se acerca Chiara a mi—. Déjame prepararlo para ustedes.

—Hemos venido a pasarla bien, no a que nos trates como invitadas —le digo, tomando un cuchillo y comenzando a picar las espinacas—. Déjanos ayudar. De igual manera es divertido.

Chiara me sonríe de una manera dulce y solo puedo notar como Gabriella voltea los ojos mientras se pone de pie. Cada una se pone a hacer algo al respecto, y por lo qué puedo ver desayunaremos omelettes con jugo.

FATAL. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora