3. Que baile bien

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🌼

2012, enero.

-¿Hazzie?- Louis abrió la puerta con una sonrisa confundida al ver a su novio allí. Porque bueno, estaban en Londres, era de noche y estaba lleno de valijas.- Bebé, ¿por qué no me dijiste que vendrías? Hubiese ido por ti, o...-

-Me fui de mi casa.- Soltó a bocajarro haciéndole abrir mucho los ojos.- Y eres la única persona en el mundo en la que confío en este momento.

-Harry, Dios.- Se movió rápido para abrazarlo con fuerza, su corazón latiendo desbocado en su pecho. Su chiquito, solo era un bebé de 17 años al que habían lastimado demasiado.- Mierda amor, entremos, ¿por qué no me llamaste? Hubiese ido a buscarte.

-No fue precisamente planeado.- Se derrumbó soltando un sollozo lastimero.- Estoy solo.

-Por supuesto que no.- Lo retó aún sosteniéndolo, y cerró con fuerza los ojos cuando Harry se dejó ir y lo abrazó como si su vida dependiera de ello, largándose a llorar en toda regla.

Lo hizo entrar rápido junto a todas las valijas y le hizo señas a su hermana para que no diga nada cuando los vio entrar a la cocina. Fizzy estaba parada comiendo un yogurt usando solo medias largas y un buzo largo y grande de su novio, sin cohibirse por estar en ropa interior frente a Harry.

-¿Lo bueno es que Lou va a limpiar su habitación?- Vaciló son saber qué decir. Eran las once de la noche del último día de enero, denle crédito.

-No quiero alterar la rutina que tienen.- Hizo un puchero infinitamente triste, bajando los ojos y girándose.- Me iré a...-

-Ni siquiera termines esa frase.- Lo agarró mirando mal a su hermana que le pidió disculpas sin hablar.- Te quedas aquí y me dices qué pasó.

Lo arrastró a su habitación desastrosa y lo sentó en su cama para ponerse detrás y abrazarlo, dispuesto a escucharlo toda la noche. Harry se ablandó de a poco, haciéndose chiquito contra el pecho de su novio que estaba cada vez más preocupado.

-Estaba limpiando mi habitación cuando mis padres entraron de la nada y me tiraron un sobre a mi nombre ya abierto, era de la agencia.- Musitó triste.- Tu novio es oficialmente un modelo profesional de Global UKs.

-Estoy orgulloso de ti.- Murmuró en su oído, dejando un beso suave detrás de su oreja. No quería interrumpirlo, pero no podía dejar pasar esa noticia.

-Gracias.- Se acurrucó más.- Me pidieron que les explique qué era esa basura del modelaje y le dije la verdad.- Fue sincero.- ¿Qué sentido tenía ocultarlo? Tengo casi 18, iba a irme de igual modo, pero no así.- Soltó una risa seca.- Papá rompió la carta mientras mamá empezó a gritarme como nunca, diciéndome que no iba a irme de ahí, que iría a la Universidad a estudiar Abogacía y que formaría una familia con la hija de una amiga suya, que esa niña está enamorada de mí y es perfecta para hacerme ver que lo de ser gay es solo una confusión.- Empezó a llorar otra vez.- Se acercó tanto que llegó a ver la cadena que me regalaste cuando me pediste que sea tu novio y... joder, se volvió loca. Me la arrancó.- Louis respiró de golpe levantando una mano para repasar su cuello con los dedos, sintiendo el odio corroerlo al tocar piel lastimada.- Salí del shock cuando quiso hablar mal de ti. No me preguntes porque no sé qué nos gritamos, pero de repente estaba con mi valija armada y mi teléfono y computadora rotos, mi madre llorando y gritando y mi padre queriendo sacarme el chip y la memoria de las cosas que me rompió.- Se pegó más a él.- Me agarró del brazo demasiado fuerte cuando salí a la calle, así que le rompí la nariz.- Louis soltó una carcajada sin poder evitarlo, pero se escondió en sus rulos para callarse.- Y ahora me duele el brazo, la mano, los ojos por llorar y el corazón porque me lo rompieron una vez más. La última.- Se juró rencoroso.- Y tú estás tratando de no reírte porque golpeé a mi padre.

Los deseos de HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora