Los deseos de Harry

El diario de Harry

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2022, septiembre.

Harry realmente sufrió para dejar la última caja en el piso. Se secó la frente con la manga de la remera y se acomodó el broche rosa que le sostenía el flequillo fuera del rostro, negándose a pensar en lo ridículo que seguramente se veía.

-Juro que si es otra caja con comics me divorcio.- Masculló al aire mirando mal a la causa de su futuro dolor de espalda.

-Oi bebé, escuché la palabra con D y no me gusta.- Louis entró quejándose y cargando dos cajas, sin remera y con la gorra hacia atrás para sostenerse el pelo.- Y esa es tuya, precioso, yo no soy tan prolijo para encintar.

-Cállate.- Bufó dándole una palmada en el culo cuando se agachó, haciéndolo reír.- Perdón sol, me obligaste a hacerlo.

-Cuídate ese culo que yo tengo más fuerza, encanto.- Se burló acercándose para abrazarlo con fuerza por la cintura y plantarle un beso ruidoso que lo hizo cerrar los ojos y sonreír por un momento.- Quedan dos más, las traigo yo, tú descansa un poco.

-Nos prepararé algo para comer después de ver qué hay aquí.- Prometió subiendo las manos para sostener su rostro y besarlo de forma más delicada haciendo a su esposo sonreír contra él.- ¿Te dije hoy que te amo?

-No lo suficiente.- Murmuró concentrado en besarlo otra vez y en serio.

Harry lo mandó a buscar lo que faltaba mientras abría la caja que pesaba demasiado, soltando una carcajada al ver que estaba llena de cosas del secundario que había terminado hacían más de diez años. Se agachó y sacó algunas carpetas y folios con hojas prolijas y bien conservadas, ¡incluso su vieja cartuchera estaba limpia y llena de útiles! Encontró un cuaderno rosa y brilloso y lo agarró con cariño, recordando que a veces lo usaba como un diario íntimo, su posesión más importante en su momento de autodescubrimiento. Allí había escrito cómo se sentía y qué le pasaba cuando veía a chicos y chicas, y todas sus investigaciones en internet y la televisión. El estómago le revoloteó cuando llegó a la hoja que solo tenía una oración escrita en el medio de la carilla, en lápiz y con letra chica.

¿Soy gay?

El momento emotivo terminó de forma abrupta al pasar la página y encontrarse con una lista de deseos que lo hizo soltar una carcajada divertida. ¿Qué coño era eso?

LISTA DE DESEOS PARA MI NOVIO IDEAL

1) Que sea un príncipe azul.

2) Que tengamos los mismos gustos.

3) Que baile bien.

4) Que se vista bien, sea educado, romántico y culto.

5) Que me lleve a vacaciones románticas y a catas de vinos.

6) Que me pida matrimonio de forma única en París.

7) Que me ame para siempre.

HS, 24/12/10.

-¡Louis!- Llamó con una sonrisa enorme y saliendo de la habitación hacia la nueva cocina que ya estaba llena de comida.

-¡¿Qué?!- Su grito sonó trabajoso.- ¡Amor, cerraste la puerta!

-¡Oi, lo siento!- Corrió apenado al pasillo y le sonrió bonito al hombre que lo miró con los ojos entrecerrados mientras pasaba, dejando de cualquier modo las cajas que pesaban un infierno.- No me di cuenta bebé, perdón.

-No pasa nada.- Rio un poco llegando a su lado. Tomó su mano y la besó con cariño, mirándolo intrigado.- ¿Para qué me llamaste?

-¡Oh, sí!- Su sonrisa hizo de Louis un creyente.- Van, quiero mostrarte lo que encontré en la caja que tenía cosas de la escuela.

-¿Por qué seguías guardando eso?- Se confundió.- ¿Mudamos eso todos estos años? Wow.

-Lee mientras preparo el almuerzo.- Indicó pasándole el cuaderno.- Ignora la introspección a mi sexualidad, sabrás de lo que te hablo cuando llegues.

-Mi chiquito prolijo.- Rio con ternura al ver la delicada letra redonda y clara.- Sigues escribiendo igual, amor.

-Ojalá.- Bufó arremangándose la remera y acomodándose el short. Louis solo tarareó, pelear contra el perfeccionismo de su esposo era imposible. Leyó divertido todo lo que el Harry del secundario escribió, y sonrió con cariño al leer su pregunta tímida escrita en lápiz. Pero giró la hoja y estalló en carcajadas estruendosas al leer rápido la lista que estaba ahí escrita. Harry se giró sonriendo.- Lee la fecha.

Lo hizo, y empezó a reír más fuerte. Harry lo había conocido dos meses después.

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