ARI! Mi vida transcurría normal, demasiado ordinaria. Empezó a tomar más emoción cuando me di cuenta de que estaba enamorada de Karl.
No me había gustado alguien en año y los sentimientos de amor pensaba que y no existían para mi. No pude evitar esconder los sentimientos que a simple vista eran muy notorios.
La chica del otro día me había invitado a pasear un rato, me dijo que si la acompañaba por unas cosas al centro de la ciudad. Insistió y no pude decir que no y pues accedí.
Pasaría por mi en el auto de un amigo suyo, no tardó demasiado así q no tuve demasiado tiempo para alistarme.
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—Están feisimos— dijo ella mientras me veía probandome unos lentes de sol
—Los tuyos ni hablar— dije mirando sus lentes negros gigantes.
—No están tan mal, son Gucci— levante las cejas exageradamente para después reír.
No encontramos lentes que nos agradaran, no duramos mucho en la tienda porque no nos gustaba absolutamente nada.
Para quitar el estrés de las compras fuimos a por un helado. Mi mente se desconectó totalmente y solo seguía los pasos de aquella chica; no paraba de pensar en él.
Sus ojos celestes verdosos, su piel blanca y aquel cabello que a cualquiera le encantaba. Su personalidad tan atractiva y la forma tan buena de vestirse...
Me tenía enamorada y no lo sabía, me negaba a creer que un chico el cual había llegado de la nada a mi vida me tuviera así. Me estaba hundiendo en mis pensamientos así que intenté sacarle plática a la chica.
—¿Te gusta alguien?— Me miro confundida y mi expresión cambio, lo que fue causante de su contagiosa risa.
—Alguién, probablemente alguién. ¿A ti te gusta alguién?
—Me encanta alguién, realmente es el ser más precioso que he visto en mi maldita vida. Lo amo tanto.
Me tiró una sonrisa, yo sonreí al igual que ella.
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