010

730 67 0
                                        

―no lo hagas.

estaban sentados en una cafetería del centro comercial, mientras donghyuck y jaemin compraban en la que parecía la milésima tienda.

mark lo miraba con el ceño fruncido.

―en serio. ni siquiera te lo plantees, jeno, no es la salida.

―tú lo hiciste.

―hace años. era joven, era estúpido y me creía el rey del mundo. y lo dejé en cuanto conocí a jaemin.

―¿no volverías para protegerlo?

―esa no es la cuestión, jeno. no puede salir nada bueno de ahí

―tal y como están las cosas...

―no, jeno. rotundamente no.

―oye, no voy a comportarme como un irresponsable. no voy a correr riesg...

―vas a correr todos los riesgos en cuanto te subas al ring. escúchame, escúchame, jeno. tú no has estado allí, pero yo sí. sé de lo que hablo. tú no sabes qué clase de gente pelea, ni qué clase de gente va a verlo, ni qué clase de gente lo organiza. si las cosas se ponen feas, no vas a poder pararlo. y si lo paras, créeme que la forma de pagar por fastidiar la pelea será mucho peor. ya sé que el dinero suena muy bien, ya sé que parece exactamente lo que estás buscando. pero tienes que pensar en donghyuck, y en tu hijo. no puedes hacerle eso. si te arriesgas, lo estás arriesgando todo.

sacudió la cabeza. ―no puedo dejar que se lo lleven ―susurró, desolado. ―no puedo dejarles. le quitarán al bebé, lo moldearán a su gusto para venderlo. quieren venderlo, mark. quieren exhibirlo como si fuera un coche.

―ya lo sé ―mark se pasó una mano por el pelo corto. sus ojos color miel parecían las de un cachorro preocupado. ―pero no puedes correr ningún riesgo. donghyuck no está para disgustos ahora.

―no tiene que enterarse.

―no puedes ocultarle algo así. tienes que hablar con él, jeno. es tu omega. lleva dentro a tu hijo..

―no tengo otro remedio. en un mes vendrán a por él. no me voy...

―hay otras opciones.

―no las hay ―podría tirarse de pelo de pura frustración ―no las veo.

una camarera se les acercó antes de que mark pudiera contestar, con una sonrisa radiante.

―¿puedo servirles en algo más?

jeno negó con la cabeza, esforzándose por no ser maleducado. ―¿seguro? ¿no quieren comer nada con los cafés? ¿por qué no prueban un muffin? invita la casa

―gracias ―insistió mark, tensando una sonrisa ―pero estamos bien.

―si necesitan algo, avísenme, ¿de acuerdo?
⠀⠀⠀
⠀⠀⠀
⠀⠀⠀
⠀⠀⠀
⠀⠀⠀
⠀⠀⠀
⠀⠀⠀
donghyuck y jaemin se acercaron cargados de bolsas antes de que mark pudiera contestar.

―hey ―tuvo que sonreír al ver sus mejillas enrojecidas y sus ojos brillantes. extendió un brazo en una llamada silenciosa, y su omega se acurrucó contra su costado.

―los pies me están matando ―se quejó, robando un sorbo del café que estaba bebiendo. le acarició la espalda distraídamente. ―deberías haber visto cómo me ha empujado esa estúpida en la fila. he estado a punto de montar un escándalo. se creía que podía mangonearme...

―podía mangonearte ―dijo jaemin con ligereza ―era treinta centímetros más alta que tú.

donghyuck exageró un gesto de indignación. ―¿insinúas que no habría podido con ella?

mountains not hillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora