Me escondo detrás de una de los sofás más grandes, esos hombres se fueron tan apurados que no se dieron cuenta de mi presencia. El último comentario que le escucho a alguno de ellos antes que desaparezcan por la puerta, eran comentarios de burla insinuando que el jefe se quedó a divertirse con su secretaria. Eso nunca es sorpresa.

Me apoyo de nuevo en la puerta para poder escuchar lo que sucede adentro, pero en vez de escuchar juegos, llego a escuchar el momento justo cuando la secretaria le pregunta al jefe sobre las entrevistas de hoy.

‒ Señor ¿Por qué cancelo las entrevistas de trabajo previstas para hoy? La vacante aún sigue disponible ‒se escucha la voz femenina de la chica.

‒ Para no tener aquí a esas personas, es un favor a un socio ‒contestar relajado.

‒ ¿Qué tienen esas personas en especial? Y ¿Qué tiene que ver uno de sus socios? ‒insiste la muchacha.

‒ Estás haciendo muchas preguntas hoy ¿No? ‒interroga el hombre.

‒ Lo siento mucho, es que es nueva esta acción, además menciona que es por un favor a un conocido ‒no se podía ver la escena, pero por el noto de la cica se puede notar que se está poniendo nerviosa.

‒ Bueno, tampoco es una desgracia. Ya que quieres saber, solo te diré que no son todas las personas, es solo un hombre, creo que se llama Patrick Mills.

‒ Sí, sé quién es, cuando lo llame para cancelar su cita se puso muy alterado.

‒ Es normal, está desesperado por conseguir trabajo y mi amigo Carl me ha pedido que no sé lo dé en mi empresa ‒ese infeliz. Sabía que todo lo que pasaba con problema de conseguir empleo era extraño, pero no pensé que llegara tan bajo para evitar que tratara de estabilizar mi vida.

‒ ¿Qué tiene ese hombre de especial?

‒ Para mí nada, pero es el exesposo de la nueva pareja de Carl. Al parecer ella quiere hacerle la vida imposible, y Carl la complace para que después ella le recompense ‒se escucha desde adentro una carcajada sonora, mientras que a mí desde el otro lado de la puerta me hierve la sangre.

No serviría de nada que hiciera un escándalo allí mismo, a pesar de que ellos han conspirado en mi contra, no son la raíz del problema. Salgo de ese lugar casi volando y regreso a casa. Medito en qué puedo hacer ante la situación, y todas las posibles soluciones se ven obstruidas por una simple razón; él tiene más dinero que yo, puede manipular lo que sea y a quien sea con esa ventaja.

No puedo llamar a un abogado; son muy caros, y aunque tuviera en el dinero para pagar, no tengo pruebas. Pensando en eso, es posible que también haya hecho lo mismo con empleos pequeños, y es posible que no los haya sobornado a todos, pero aun así ya he recorrido muchos locales cercanos y ninguno me dio trabajo. Y no quiero algo fuera de la ciudad, para poder visitar a los niños.

Empiezo a buscar empleos independientes por internet desde casa, no veo otra solución por los momentos y con lo desesperado que estoy, aceptaría cualquier cosa. Encuentro varios en los que soy bueno, y otros en los que no se necesita la mínima experiencia. Intento con varios a la vez, una pequeña parte resulto ser fraude, mientras otros si dieron ingresos, pero solo hay que ser paciente.

Pasa una semana desde que no visito a los niños, voy en camino a verlos. Lo poco que pago en los trabajos digitales apenas basta para pagar cosas básicas como comida, pero sigue sin ser suficiente, tengo que decidir si pago la luz, el agua, o el internet. Me ha tocado ir a abusar de la amabilidad de la señora Clare para llenar botes de agua de su casa a la mía.

Llego a la mansión y toco el timbre, tardan más de lo usual en contestar, y mucho más en abrir el insufrible pontón. Paso de manera normal, mis hijos se dirigen a mí cariñosamente mientras escucho los dientes de Helen chirriar por la presión que ejerce al frotarlos entre sí por la rabia.

Jaque Mate A La Vida Where stories live. Discover now