El color de tu sangre

CAPÍTULO 21: Ella no es de la familia

—Podríamos comer afuera si no estuviese helando... ¿No?... Mariam... Mariam... ¡Hey! —acercándose a ella.

—¿Qué? ¿Qué ocurre?

—Estás llorando.

—No, dime... ¿Qué?... ¿Qué ocurre?

—Te estaba hablando, no importa, mejor dime ¿Qué te ocurre a ti?

—Extraño mucho a mi madre...

—Tú me dijiste que no te dejara con ellos.

—Lo sé y lo sigo manteniendo, pero es mi mamá... 

—¿Puedo abrazarte?

—Preferiría que no, con que estés cerca mío me ayuda.

—Sabes... Es muy difícil mantener la distancia de ti, el estar así, como aislados...

—Lo siento... —interrumpió.

—No, no lo dije por eso, no tienes que disculparte, conozco la situación, sólo quería decirte que no tienes que preocuparte... Voy a hacer que olvides todo lo mano y superes tus miedos, tal  vez no hoy, tal vez no mañana, pero lo lograremos juntos.

—¿Por qué te preocupas tanto por mi?

—Porque te quiero, porque no quiero que pases por todo esto sola, aunque no pueda abrazarte... Sé que llegará el día en el que me permitas tomar tu mano.

—No lo creo... No tengo cura Zack —mirándolo a los ojos—, yo no era así, esta no soy yo, ¡Esta maldita cosa no soy yo! —sollozando aún más.

—Por favor no llores, lo sé, sé que no eres así, Mariam...

—Doy asco...

—No digas eso, no das asco.

—No es así, yo me doy asco, me siento sucia, siento que no me importa cuantas veces lave mi cuerpo, este siempre se verá así.

—Quiero ayudarte, pero no sé cómo...

—No puedes, nadie puede hacerlo.

—La vez que te vi cojeando ¿Él te hirió en el pie?

—No, fue Brian.

—¿Quién?

—Mi ex novio, el muy imbécil me engaño con... No importa, el hecho es que quiso hacer el papel de buen novio y le salió mal, al parecer Alison, la mujer con la que me engañó, ella le fue con el invento de que supuestamente yo la había amenazado y el vino con su hombría inútil a devolver la amenaza, me empujo y caí mal.

—A puesto a que no es ni la mitad de lo que eres tú esa tal Alison.

—¿Y cómo crees que soy?

—Una mujer maravillosa.

En el parque:

—Espero que sea bueno y valga la pena —habló William respirando el aire frío.

—Verás que sí lo es —afirmó Natalie—, tan bueno y con más valor que cualquier cosa en este momento.

—Te oigo —sentándose en una banca a su lado.

—¿Qué pensarías si te dijera que Mariam no es mi prima, si no prima de Zack? —rió.

—¿Qué?

—Lo que oíste mi amor.

—¿Mariam no es tu prima?

—No.

—¿Cómo lo supiste?

—Los oí detrás de la puerta, mi tía... Resulta que mi tía tuvo un amorío con Dante Hurt, el tío de Zack por parte materna y de ese amor surgió Mariam.

—Esto nos puede beneficiar.

—Claro que sí, si ella no es hija de mi tío, no es parte de la familia.

—Qué alegría me da el saber que Zack es sólo su primo.

—¿Por qué te alegra tanto eso?... William, responde, te quedaste en silencio.

 —Tenemos que sacarle beneficio a todo esto —habló—, sé que tarde o temprano nos será de mucha utilidad.