Capítulo 10

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Maratón 3/4

Jennie movía sus piernas nerviosamente mientras sus ahora suegros la observaban detenidamente.

— Escuche, abogada... — empezó Jihyo pero fue cortada por Jennie.

— Creo que ustedes han de haber escuchado los gritos de Lisa, así que por favor llamenme solo Jennie — se mostró seria.

Su personalidad de abogada salió a la luz si quería que los señores Manoban aceptaran su relación con la rubiecita.

— Está bien... Jennie — siguió la madre de Lisa — Sabrás ahora que los gritos de Lisa son muy fuertes y puede que nosotros.... — Jennie soltó una risita nerviosa al ver a los señores Manoban también iguales de nerviosos.

— Escuche Jihyo... ¿Puedo llamarla Jihyo? — la mujer asintió sin duda — Si, soy novia de su hija, así que diganme sin miedo todo lo que me quieran decir, creo que es lo correcto en estos casos, yo podré soportar cualquier cosa buena o mala que me dirán pero eso no me hará alejar de Lisa... — habló decidida.

El matrimonio Manoban se miró a los ojos por unos segundos.

— Escuche Jennie, nosotros no queremos que nuestra pequeña salga lastimada — Daniel tomó la palabra — Lisa es un caso especial y además es nuestra única hija... Así que esto es difícil para nosotros — suspiró el hombre.

Jennie comprendió la situación, fue la misma situación que pasó su ex novio cuando se lo presentó a sus padres hace más de tres años.

Todos los padres quieren un buen partido para sus hijos, uno que no los lastimen.

— Lisa se enamoró una vez a los quince años y créeme que fue lo peor que hemos pasado — Jihyo cubrió sus ojos suspirando al recordar lo sucedido hace más de cinco años.

— Tomaron a mi Lisa como una apuesta... Desde ese entonces Lisa recibió clases desde casa porque su pánico por las personas aumentó más — a este punto Jennie tenía los puños apretados queriendo tomar venganza retardada por su rubia.

— Los adolescentes suelen hacer este tipo de cosas, pero ellos sabían sobre el autismo de Lisa y aún así no les importó — siguió Daniel apretando sus puños recordando — El padre de aquella chica sólo le recriminaba a su hija sobre cómo pudo salir con alguien como mi Lisa y no por lo que ella le hizo....

— Daniel no soportó los comentarios de aquel hombre sobre nuestra hija y el solo....

— Creo que sé la conclusión — dijo Jennie al ver la vergüenza en la cara del hombre.

— Si y no me arrepiento de haberle partido la cara a pesar de que terminé medio año en la cárcel... — confesó dejando sorprendida a la pelinaranja.

Pero para Jennie, ella hubiera hecho lo mismo así que no recriminó nada.

— Cuando Lisa se enteró que su padre estaba en la cárcel, se hechó la culpa. Cuando se enteró que ella solo era una apuesta, ella tenía ataques pero esa vez se lastimó los brazos con sus uñas hasta el punto de sangrar más de lo normal... — las lágrimas de Jihyo estaban saliendo al recordar las escenas tristes y frustrantes del pasado.

Jennie se sentó al lado de la mujer y le empezó a acariciar la espalda.

— Lo hacía a diario, queríamos llevarla a un hospital para que la ayudasen pero no dejaba que nadie se le acercara y nosotros no queríamos hacerle daño.. — contaba Daniel al igual de sensible que Jihyo — Pero cuando se enteró que estaba en la cárcel... — quiso seguir pero hasta ahí dejó la oración empezando a jugar con sus manos.

A Jennie le asustó aquel silencio, su corazón estaba adolorido al escuchar la triste historia.

— ¿Sabe porque Lisa usa flequillo? — preguntó Jihyo a Jennie luego de que estuvo más calmada.

Jennie negó con su ceño fruncido, no entendía aquella pregunta.

— ¿Ha visto la pequeña cicatriz que se asoma por este hasta llegar a un poquito más abajo de su ojo? — Jennie volvió a asentir dudosa.

Cuando besaba la frente de Lisa sobre su flequillo, siempre veía una pequeña cicatriz rosa ahí abajo, pero era tan diminuta que casi no se notaba.

— Pues ... Ahí termina su cicatriz... Si le aparta el flequillo y deja ver su frente... Notará una cicatriz hasta arriba su cabeza... — confesó la voz triste de Jihyo.

— Ella tuvo el ataque más fuerte de todos cuando se enteró que yo había sido detenido

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— Ella tuvo el ataque más fuerte de todos cuando se enteró que yo había sido detenido... Así que ella golpeó su cabeza contra la pared repetidas veces... — Daniel apretaba sus puños con impotencia.

Jennie no sabía que decir, efectivamente debía conocer a Lisa más a fondo.

El corazón triste de Jennie dolía queriendo acompañar a su suegra con sus lágrimas.

— Y-yo estaba sola sin ayuda de nadie y no sabía cómo detenerla  — lloraba la mujer — E-lla gritó furiosamente y golpeó su cabeza tan fuerte contra la pared que abrió una p-equeña grieta en donde quedó la sangre de su cabeza... Ella se desmayó y no despertó en dos días.... — lloró desesperada la mujer mientras Jennie abría sus ojos en sorpresa y las lágrimas empezaban a salir de estos.

— Jihyo la llevó al hospital en donde le dieron calmantes luego de que despertó, pero Lisa se encerró en su habitación sin salir de esta... hasta hace dos años.

— L-literalmente tuve que ir al psicólogo durante un mes entero después de ver esa escena de mi hija — confesó Jihyo abrazando a Daniel y este la consoló.

Jennie tomó un pañuelo de su bolsa para limpiar sus lágrimas y fue a sentarse al sillón donde estaba antes.

— El punto es que tenemos miedo de que lastimen a Lisa, ustedes no son adolescentes como aquellos, pero no queremos que Lisa pase por eso nuevamente... — retomó Daniel el asunto.

— Lisa es nuestra pequeña... Y el hecho de pensar que pase por aquello otra vez...

— S-sé que ustedes aman a su hija — al fin Jennie decidió hablar aclarandose la garganta — Yo no soy una adolescente como aquella chica, créanme que cuando les digo que voy a cuidar de su hija es porque lo haré — dijo seria.

Los señores Manoban quedaron en silencio escuchando que tenía que decir la pelinaranja.

— No les prometo que Lisa no vaya a salir lastimada... Porque soy humana y cometo errores, demasiados errores — confesó — No soy perfecta, pero cuando les digo que cuidaré de Lisa es porque lo haré y yo nunca falto a mi palabra... No sé cuanto dure lo mío con su hija pero la haré inmensamente feliz todo el tiempo que esté conmigo... Y si alguna vez la hago llorar, ustedes toman la decisión de que hacer conmigo...

— Eso no es necesario, abogada — la cortó Daniel al ver como Jennie estaba decidida entregándose a ellos como si fueran a castigarla de verdad — Nosotros solo queremos que Lili sonría.

— Nosotros le contamos esto para que piense bien si quiere ser novia de Lisa... Yo sé que mi hija es un ángel pero estar con ella es algo.... Difícil — dijo Jihyo suspirando.

¿Realmente salir con Lisa iba a ser muy difícil? Jennie quedó pensativa.

Quedó pensativa durante algunos minutos y los señores Manoban estaban ansiosos esperando su respuesta.

Respuesta que dejó asombrado a ambos, pues no esperaban aquello.

Autistic | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora