Hanemiya estaba tumbado en la cama completamente destrozado, su pecho dolía y sentía como su respiración poco a poco se comenzaba a entrecortar, se había intentando convencer de que no estaba mal, que no valía la pena llorar, pero era inútil, sus lágrimas seguían saliendo una tras otra. Todo el progreso que tuvo, se rompió en un instante.
—a él realmente no le importo— se dijo a si mismo —yo pensé que enserio me iba a perdonar—
¿Realmente pensabas que perdonaría a una mierda de persona como tú?
—por favor cállate— rogó mientras se tapaba los oídos —hoy no, por favor hoy no me molestes— sin pensarlo mucho comenzó a golpear su propia cabeza con la esperanza de callar esa voz
Él te odia, siempre te odiara por quitarle a baji, ¿crees que mereces ser feliz?
—pero kyouka dijo que podía mejorar, que todo podría ser mejor— susurro
¿Y decidiste creerle?, piénsalo, ¿Te lo mereces? Por supuesto que no, no mereces nada
—¡cállate de una puta vez!— grito
Las lágrimas seguían saliendo, era incapaz de detenerlas, se estaba ahogando y su cuerpo temblaba, se sentía patético.
—¿Por qué creí que le importaría a alguien?— se acercó hacia aquel lugar donde escondía un utensilio—a la única persona que le llegue a importar era a baji y ya no está más— una vez tuvo ese objeto metálico en sus temblorosas manos sabía que seguía —yo lo arruine, como arruino todo—
No lo pensó mucho, solo comenzó a hacer rasguño tras rasguño en cada parte de su cuerpo que podía, no le importo si lo veían, no le importo si lo regañaban, no le importaba nada más, solo quería castigarse. Tenía que castigarse
—todo esto es mi culpa— Su mirada era borrosa.
No solo por culpa de las lágrimas, también por sus constantes mareos que el daban gracias a su horrible alimentación, combinándolo con la perdida de sangre que estaba teniendo en ese instante, sus ropas estaban manchadas de rojo, se había lastimado, se había roto, estaba roto, aquel pedazo de cristal termino de colapsar. Era irónico, la flor fue la que empezó el daño, fue la que se acercó primero, pero todos lo culparían a él por dañar a chifuyu, después de todo, él siempre fue el problema.
Se estaba preguntando muchas cosas, entre ellas si seria posible que ambos estuvieran bien si nunca tocaban el tema, ¿podrían coexistir si nunca dijeran nada?.
Todas la situaciones que se llegan a dar en el día a día, desde lo más mínimo como ver una mariposa, hasta lo más complejo como conocer a tu futura pareja, ¿Era eso lo que llamaban destino?
Esa conversación entre ellos dos y todo el daño que llevaban soportando, ¿Estaba destinado a pasa o simplemente fue una trágica casualidad?, ¿El destino planeo todo su sufrimiento o eran ellos quienes lo provocaron?, ¿Estaba escrito que debían acercarse para después sufrí o era el dolor el castigo por sus acciones?
El castigo por pensar en alguien más al estar juntos.
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