𝐈'𝐌 𝐇𝐄𝐑𝐄 ~ 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍

♢ VII ♢

"La NASA descubre un nuevo asteroide que amenaza la tierra, tras el último descubrimiento hace dos años, se estipula que este nuevo asteroide le dobla el tamaño, entendemos el pánico que se sufre en las calles de la ciudad, pero confiamos en que los científicos lo resolverán".

Ese era el mensaje que corría por todos lados y que la información no era del todo cierta, ya que el tamaño del nuevo asteroide si sobrepasaba al antiguo pero no lo doblaba.

- Necesito que sigan monitoreando la distancia y la trayectoria del Asteroide, no quiero que se aparten del computador ni un segundo. - Demandaba el pelinegro y todos dentro de la sala estan trabajando sin descanso.

- Ingeniero Jeon, ¿como van con la maquinaria?.

- Mi equipo y yo estamos trabajando en ello, Doctor Park dígame la verdad, ¿que tan grave es?. - Pregunto el castaño, el se había dado cuenta tiempo atrás que el pelinegro solía tener ciertos episodios de presagios y visualizaciones a futuro.

- Todos podríamos morir... La mayor parte del mundo se dañaría y posiblemente nuestra especie dejaría de existir... Nosotros dejaríamos de existir. - Una lágrima corrió por su mejilla. - Ahora mismo no puedo ver nada, no puedo ver un futuro. - El castaño sentía que se le rompía el corazón de pensar que tal vez nunca más volvería a ver a Jim.

- Lo lograremos... Todo saldrá bien. - Animo el castaño mientras tocaba el hombro del pelinegro.

- Eso espero... Necesitamos tener listos los tres impactadores. - Dicho lo último, el castaño asintió y volvió a dirigir y armar dichos proyectos.

- Doctor Park. - Un empleado del área de mensajería llamó la atención del pelinegro para darle un recado. - Llegó este telegrama hace unos minutos para usted, parece ser de sus padres. - Jim dirigió su vista hacia el castaño quien había escuchado de quienes se trataba. Jim estaba bastante sorprendido y conmovido al mismo tiempo, sus padres no se habían interesado en buscarlo en ya 12 años y recibir un mensaje ahora era bastante extraño para el.

- Muchas gracias, denme unos minutos ya vuelvo. - Pidió su privacidad al recibir el telegrama.

El pelinegro entró a su oficina, respiro hondo y se preparo para leer el contenido del telegrama.

[Querido hijo...

Hemos escuchado las noticias sobre lo que está pasando y lo que puede pasar, probablemente sea la única vez que te podamos escribir si las cosas salen mal. La última vez que nos vimos nos dijimos tantas cosas que en realidad no sentíamos, hemos perdido demasiado tiempo haciéndote sentir culpable por la muerte de tu hermano, no sabes lo arrepentidos que estamos, no hay ni un solo día en el que tu padre y yo pensemos en cómo te sentiste aquella tarde y como te hicimos sentir todo este tiempo, nosotros sufrimos demasiado y solo buscábamos un culpable en donde no lo había y por ello te culpamos a ti... Fuimos unos estúpidos segados por el dolor y la tristeza, nunca te buscamos porque no teníamos el valor de hacerlo, pero hoy tragándonos este maldito orgullo que nos impedía acercarnos a ti, hoy en el umbral de nuestra amargura, esperando lo que puede ser inevitable, el tiempo es cada vez mas breve, no queremos irnos sin antes pedirte perdón por no haber sido los padres que tu esperabas, estamos tan arrepentidos de haber descubierto tardíamente esa maravillosa experiencia de ser tus padres. Por que sabemos que eres una persona exitosa y que pudiste salir adelante solo, estamos tan orgullosos de ti.

Nos duele mucho saber que han pasado muchos años y nos hemos perdido de tantas cosas, nuestro corazón y orgullo se han ablandado, no tenemos fuerzas para seguir si nuestro único hijo ahora guarda algún resentimiento hacia nosotros, lo hemos reflexionado una y otra vez durante tantas noches frías y rodeados de la soledad más cruel, queremos que sepas que te extrañamos mucho, cuanto debiste estar sufriendo por nuestra estupidez, ahora tu ya eres todo un hombre realizado, hubiéramos querido estar contigo en tu graduación. Son tiempos difíciles y no queremos irnos sin que antes sepas que todo este tiempo que hemos estado lejos de ti ha sido nuestro peor castigo, durante mucho tiempo pensamos y buscamos la forma de poder enmendar nuestra irresponsabilidad, no queríamos que supieras nada de nosotros, porque sentíamos vergüenza y dolor, no sabíamos como demostrarte nuestro arrepentimiento, no nos atrevimos a pedirte un simple perdón. Hijo, en estos momentos no pretendemos ser para ti los padres que siempre quisiste, fue en estos críticos momentos donde comprendimos todos nuestros errores y desde el fondo de nuestro corazón te pedimos que puedas perdonarnos.