Apariencias 2.
👓 Todos creen que es un nerd. Solo ella podrá ver qué esconde bajo esa ropa insulsa. 👓
Desde pequeño Logan siempre ha sido un chico callado, tranquilo y tímido. Le da miedo hablar en público y, por eso, le cuesta relacionarse con lo...
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La primera ronda del concurso Multidisciplinar se celebró en el mismísimo campus de la NCU. Aquel fin de semana mamá vino de visita. El viernes fui a buscarla al aeropuerto y, juntas, sorprendimos a Sky, quien se pensaba que llegaría el sábado por la mañana —omitimos el hecho de que mamá se había pedido dos días libres—. De Sam no había ni rastro. Mejor. Si no quería estar, que no estuviera. Sky no necesitaba más motivos para estar nerviosa.
Esa misma tarde, fuimos a merendar a la cafetería de Zoe, esa tan mona que había a tan solo diez minutos del campus. Allí, mi hermana se pidió uno de esos cafés raros que había en la carta mientras que mamá y yo optamos por unos smothies de frutas. Ya con las bebidas en la mesa, las tres nos pusimos al día.
—¿Qué tal está Adam? Hace unos meses que no lo veo.
A Sky se le iluminó la mirada, como siempre que pasaba cuando hablábamos de él.
—Adam está fenomenal. Está trabajando muy duro en una canción que quiere presentar en el recital de este año.
—Qué ganas tengo de verlo. Ese niño siempre ha tenido un don muy especial para la música.
—¿Verdad que sí? A mí me relaja tanto escucharlo. Desde pequeña mi mente ha sido un caos y ni siquiera por las noches se detiene. Pero cuando él coge la guitarra, me siento en paz.
—Ay, sois tan monos —exclamé—, aunque me da diabetes cuando os ponéis ñoños.
Sky me lanzó una mirada divertida.
—Pues anda que Logan y tú sí que sois empalagosos.
—¡Sky!
—Uy, ¿ha pasado algo con ese chico que no me hayas contado, cielo?
La rubia se carcajeó.
—Cuéntale, hermanita, los besitos que os dais. —Puso morritos.
—¡No seas cabrona! —casi chillé, roja hasta la raíz.
Mi hermanastra miró a mi madre. Sonreía como una niña buena. Puse los ojos en blancos. Sí, claro, como si no nos conociéramos ni nada.
—Ay, ay, ay. Sabía que este chico te gustaba, pero no pensaba que irías a por todas tan rápido. Te conozco y sé que lo pasaste mal cuando tenías dieciocho años, pero me alegra ver que te has dado cuenta que sentir está muy bien, cariño.
—Sin los sentimientos no viviríamos con intensidad —concordó Sky, con un pequeño asentimiento.
Era cierto y yo lo estaba descubriendo en las últimas semanas gracias a Logan.
—¿Estás nerviosa por lo de mañana? Mamá, Garret, Adam, Logan y yo estaremos ahí para apoyarte.
Como siempre que se ponía vergonzosa, se tapó el rostro con las manos.
