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Jennie pov.

Diez años después. 

Chicago.

Conduzco hacia el Ballet, a través de calles alineadas con dobles hileras de arces cuyas ramas son tan gruesas que casi forman un arco en lo alto, las hojas son de un color carmesí intenso y bajan formando crujientes acumulaciones en las cunetas.

Me encanta Chicago en otoño. 

El invierno es horrible, pero no me importa si puedo ver estos rojos, naranjas y amarillos brillantes unas semanas más.

Acabo de visitar a Rosé en su nuevo apartamento cerca de Navy Pier. Es un lugar muy bonito, solía ser una antigua iglesia. Todavía se pueden ver las paredes de ladrillo desnudo originales en la cocina, y las enormes vigas de madera antiguas que atraviesan el techo como costillas de ballena, incluso tiene una vidriera en su dormitorio. 

Cuando nos sentamos en su cama, la luz del sol entraba a raudales, coloreando nuestra piel con los tonos del arco iris.

Estábamos comiendo palomitas y viendo la sexta película de Harry Potter en su portátil. A Rosé le encanta la fantasía, a mí también me ha llegado a gustar por todas las cosas que me ha enseñado, pero todavía no puedo creer que sea tan valiente como para comer en la cama, mi hermana es muy fastidiosa.

—¿Dónde está Jisoo? — Le pregunté nerviosa. 

—En el trabajo — dijo.

Mi hermana acaba de convertirse en la nueva concejal del distrito 43, eso es además de su posición como vástago de la familia mafiosa más exitosa de Chicago.

Siempre me produce una sensación extraña cuando pienso en nosotros de esa manera: como mafia Coreana. 

Nunca he conocido otra cosa. Para mí, mi padre, mis hermanas  y mi madre son las personas que me quieren y me cuidan. No pienso en ellos como criminales con las manos manchadas de sangre.

Soy la más joven de la familia y tratan de ocultármelo. No soy parte del negocio, no como mis hermanas mayores, Jisoo es la mano derecha de mi padre, Jeong es la jefa de nuestra asesoría legal. Incluso mi madre está muy involucrada en la mecánica de nuestro negocio.

Luego estoy yo: la bebé mimada y protegida.

A veces pienso que quieren mantenerme así para que al menos una parte de la familia se mantenga pura e inocente.

Me pone en una posición extraña.

No quiero hacer nada malo, ni siquiera puedo aplastar un bicho y no puedo decir una mentira para salvar mi vida. Se me pone la cara roja, empiezo a sudar y a tartamudear y siento que voy a vomitar si lo intento.

Por otro lado, a veces me siento sola, como si no perteneciera al resto, como si no fuera realmente parte de mi propia familia.

Al menos Jisoo se casó con alguien increíble. Rosé y yo congeniamos desde el principio, no nos parecemos, ella es atrevida y divertida y nunca acepta la mierda de nadie, especialmente de mi hermana.

Al principio, parecía que se matarían la una a la otra, ahora no me imagino a Jisoo con nadie más.

Me hubiera gustado que siguieran viviendo con nosotros más tiempo, pero entiendo que quieran su propio espacio, por desgracia para ellas tengo la intención de seguir viniendo a visitarlas casi todos los días.

Me hace sentir culpable por no tener la misma relación con mi propia hermana. Jeong es tan... Intensa.

Definitivamente eligió la línea de trabajo correcta: discutir es un deporte olímpico para ella, pagarle para que lo haga es como pagarle a un pato para que nade. 

La Bestia. [Jenlisa G!p]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora