Autistic | Jenlisa

Capítulo 3

La pequeña Lisa se encontraba en su habitación color azul, sentada de cuclillas trazando lindas pinceladas en su lienzo.

A Lisa le encantaba pintar cualquier retrato hermoso que se le venga a la cabeza, y sin querer no sabía como había llegado a dibujar unos bonitos orbes gatunos en aquel fino papel.

— ¡Bonita! ¡Abogada bonita! — exclamó al ver su obra de arte, tomó el lienzo entre sus finos dedos y colgó en cuadro a un lado de su pared observando cada detalle y sintiendo en su pecho aquella cálidez que le brindaba aquellos ojos lindos.

Cuando de pronto, se le vino una loca idea a la  cabeza de la pelinegra.

— ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Lisa te necesita! — corrió a su espejo repentinamente llamando la atención de Jihyo. La pelicorta empezó a tocar su cabellera negra.

— ¿Porqué gritas de esa manera? Ya te dije que no lo hagas, Lisa — dijo su madre.

— ¡Lisa quiere pintarse el cabello! — exclamó feliz haciendo sorprender a Jihyo.

— ¿Estás loca? ¿Qué clase de pregunta acabas de hacer, Lisa? Además no hay dinero suficiente para una peluquería decente... — cruzó sus brazos haciendo que en la boquita de Lisa se forme un pequeño puchero — ¡Oh no! ¡Ni lo intentes!.

Pero Jihyo sabía que había perdido cuando Lisa empezó a llorar sin sentido en aquella azul habitación.

— ¡Lisa quiere pintarse el cabello para ver a la abogada bonita! — berrinchaba la aún pelinegra. Sus manos empezaron a moverse sin sentido perdiendo el control y lanzándose al suelo — ¡Lisa quiere!

— ¡Está bien! ¡Está bien! Pero calma por el amor de Dios.... — y a la pobre de Jihyo no le quedó de otra que aceptar la propuesta.

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Lisa iba de la mano de su madre contando los pasos en la calle hacia la peluquería más cercana de su calle, Jihyo tuvo que vender sus maquillajes para conseguir el dinero y poder llevar a su pequeña hasta el lugar.

Entraron a la peluquería pero la pequeña Lisa pudo reconocer perfectamente una silueta particular a la lejanía.

¡Jennie tenía un gran casco en la cabeza teñiendose el cabello!

— ¡Abogada bonita! — exclamó feliz retirándose de las manos de Jihyo y yendo hasta la coreana.

Jennie se sobresaltó al escuchar aquella melodiosa voz por segunda vez.

— ¿Lisa? Pero.... — no la dejó responder cuando la tailandesa ya tenía sus manos en las mejillas de la coreana juntando sus narices. — Hola, Lili.... — respondió ya acostumbrada al toque.

— ¡Una disculpa, abogada! No sabíamos que usted estaba aquí — salió Jihyo al rescate sacando a Lisa de las manos de la coreana.

— Veo que ustedes también vienen por un cambio...

— ¡Lisa quiere ser rubia! — aplaudió feliz la tailandesa ante su confesión, Jennie le sonrió, algo tenía aquella chica que la ponía de buen humor.

— ¡Eso es increíble, Lili! Seguramente te verás demasiado hermosa.... — soltó de repente haciendo que las mejillas de la tailandesa se tornarán de un rojo carmesí.

— Mamá.... otra vez el corazón de Lisa se siente acelerado.... — Jennie y Jihyo se quedaron viendo a los ojos sabiendo lo que le pasaba a la tailandesa.

— Creo que sé lo que significa..... — Jennie soltó una risita pequeña y a Lisa le saltó más el corazón antes de que una de las chicas de la peluquería se llevaran a la tailandesa.