-Kate ya me voy-le susurro.

-Ajá- me dice adormilada y me voy cerrando la puerta.

Al salir del departamento me encuentro a Christian que ya me está esperando.

-Buenos días Anastasia- yo le sonrió teniendo en cuenta que no estoy nada bien, pero no quiero que se dé cuenta.

-Buenos días Christian- frunce el ceño.

-¿Estas bien?- no, no estoy bien ¿cómo te digo lo que me paso?, ¿cómo hacerle para que no te afecte? ¿Cómo?

-Sí, estoy bien solo tengo un poco de sueño.

-Deberías dormir más, últimamente estas muy cansada. –Qué más quisiera.

-Sí, lo hare- le respondo con una sonrisa.

-Anastasia de verdad.

-Sí Christian, si lo haré.

-Está bien, bueno marchémonos- me abre la puerta del auto y en el camino voy viendo la ventana sumida en mis pensamientos y Christian también, llegamos a la universidad y se baja para abrirme la puerta.

-Gracias Christian.

-Lo hago con gusto Anastasia- me besa y le respondo dándole acceso a mi boca, después nos separamos por falta de aire.

-Adiós Christian.

-Adiós Anastasia te espero al rato para llevarte a tu casa.

-Bueno, hasta al rato- me doy media vuelta y me voy a mi salón. Me tocan las dos primeras clases de literatura, pero el profesor no vino así que me voy a la biblioteca, el día se pasó vi a José y lo invite a ir al bar al rato y a Christian también le dije en el descanso pero me dijo que no podría eso me puso mal pero no me quitaría las ganas de emborracharme. ES la primera vez que me iba a emborrachar y a decir verdad estoy un poco nerviosa por eso.

A la salida Christian fue por mí a mi salón y me llevo a mi casa. Cuando hemos llegado me bajo del auto diciéndome hacía la entrada de mi apartamento, pero Christian sale también y me detiene tomándome por la cintura acercándome a él.

-Anastasia espera.

-Lo siento Christian, eh estado pensando en un trabajo de la escuela.

-Me gustaría creerte, pero sé que no es así.

-Christian, por favor no...

Por más vueltas que le di al asunto no pude llegar a imaginar un opción de un buen momento para decirle la verdad y realmente no era porque no quisiera era porque tenía miedo de su reacción.

-¿Qué diablos te sucede?- -Nada, ya te lo dije sólo tengo sueño

-Anastasia por favor, dime la verdad.

-Discúlpame, pero no hay nada que deba contarte, no estoy diciéndote más que la verdad.

-Anastasia.

-Lo siento, pero si no me quieres creer no lo hagas, hasta luego- me zafo de su agarre y me meto a mi casa, decido irme a mi cuarto y dormirme para despertarme hasta que nos tengamos que ir al bar, ni siquiera estaba de ánimos para hacer la tarea. Aunque no le había mentido del todo, realmente tenía un trabajo de Literatura, pero tampoco era la gran cosa como para preocuparme.

Siento que alguien me sacude del brazo.

- Ana despierta que se nos va a hacer tarde- abro los ojos y veo que es Kate.

-¿A qué horas son?-pregunto toda vía un poco adormilada.

-Son las 7:30.

-¡¿Qué?!- me siento rápidamente, al menos debí de haber puesto una alarma odio que se me haga tarde y andar apresurada.

-Sí, te quedaste dormida, perdona por no haberte despertando antes, pero te veías reamente cansada, no creo que tardes mucho en arreglarte, eres más rápido que yo.

Y es que eso era lógico, Kate se maquillaba, planchaba el pelo y no que más y yo solo me ponía crema hidratante, me peinaba y listo.

-No te preocupes, dame quince minutos y estoy lista.

-Bueno apúrate, te espero abajo.

Me levante de la cama, me di una ducha rápida peri refrescante, me puse unos jeans azul marino, una blusa negra, unos zapatos de piso negros y una chamarra de mezclilla azul. El pelo solo lo cepille y lo deje suelto. Cuando baje me encontré con Kate y unas cosas en cada, no podía ver de que se trataba.

-¿Qué traes en las manos Kate?

-Yo... nada, ven –camine hacia ella entrecerrando los ojos. Me enseño en una mano el rímel y en otro un brillo para los labios.

-¡Oh no! Kate te dije que no.

-Vamos, por favor ¿Si?- me hizo sus pucheros y no tuve otra opción que decirle que sí.

-Oye ya me estas colocando bastante labial.

-Ese es el chiste.

-Bueno ya, ya quede.

-Está bien- tocan la puerta y Kate va a abrir-¡Ana Ya llego Elliot!

-¡Voy!- agarró mi bolso y me dirijo a la puerta.

-Andando- Elliot nos abre las puertas del auto yo voy en la parte trasera del auto y ella va adelante, cuando llegamos al bar nos vamos a una mesa que ya teníamos reservada.

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Mi pasado Anastasia Steele                           En edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora