☪Silent Scream☪ •[Among us]•

𖨆 009 𖨆

Tallaba aquel trapo con fuerza en el piso manchado, tratando de dejar todo ese estrés que tenía acumulado. Cuando sus brazos le empezaron a doler se detuvo. Enderezó su espalda aun estando arrodillada, deteniendo la labor que estaba realizando.

El trapo que tenía en sus manos ya estaba totalmente impregnado de aquel líquido rojo y lo único que hacía era embarrar aún más el pobre piso. Estiró su mano hacía un lado, introduciendo aquel desgastado trapo que estaba usando en una cubeta llena de agua.

El agua ya estaba teñida de un color poco propio de esta, siendo ahora de un color marrón rojizo un tanto claro. Mich sacó el trapo para luego exprimirlo y volver nuevamente a lo que estaba haciendo con anterioridad.

Sin embargo, antes de que pudiera seguir, un suspiro la detuvo. Vio como Drake se paraba de su sitio y tomaba la cubeta. El chico se fue de su lado, ella no le dijo nada, suponiendo que iría a cambiar el agua. Toni lo fue a acompañar llevando otra cubeta consigo.

Ella simplemente se quedó en su lugar viendo cómo ambos chicos salían de la cafetería.

El ambiente se sentía tenso, pesado, y era algo que no le gustaba en absoluto. Se sentía sofocada. Odiaba el silencio sepulcral que había en el lugar, aunque, era más que comprensible por qué estaban así.

¿Y cómo no iban a estarlo? Luego de todo lo que había ocurrido en tan poco tiempo. La situación era tan abrumadora que los dejaba mudos a todos.

Se llevó su mano libre al rostro, a la vez que cerraba los ojos. Empezó a masajear su frente para tranquilizar el fuerte dolor de cabeza que tenía, luego pasó a sus ojos, los cuales aún les ardía de tanto que había llorado.

No la vio, pero si la sintió. En un lugar detrás de ella, Ashley se levantó de su sitio. La de mechas claras se estiró y soltó un jadeo de cansancio.

- Necesito salir de aquí por un momento. -Habló en voz baja para sí misma, luego se dirigió a Mich- Ya vuelvo, si pasa algo, solo grita.

No le dijo nada y tampoco la volteo a ver, simplemente escucho sus pasos al salir. Abrió los ojos y se quedó un buen rato viendo a la nada, solo escuchando como Janeth limpiaba el almacén. La habían dejado sola con ella.

Y pudiera no ser nada relevante, pero aún estaba la duda de si ella había sido la que asesinó a Percy. Su lado paranoico le gritaba que saliera de ahí hasta que alguien más apareciera, sin embargo, no se movía. Su lado necio se lo impedía. Janeth era su amiga, la conocía más que nadie en este mundo y, por muy tonto que pareciera, quería aferrarse a la idea de que ella no era capaz de hacer algo como eso, mucho menos a él.

Así que simplemente permaneció en su sitio absorta en sus pensamientos. Su vista estaba posada en la pared que tenía enfrente, la cuál miraba con desinterés.

Sus sentidos se agudizaron cuando pensó haber visto una silueta café por el rabillo del ojo, la cuál se movió rápidamente. Volteó, con rapidez, encontrándose con su propio reflejo en las puertas automáticas de cristal que daban al balcón.

Ella pensó... Pensó haber visto a Percy ahí adentro.

La chica sacudió su cabeza alejando ese pensamiento. Suspiró con pesadez y miró una última vez las puertas de cristal.

Nuevamente su mirada se posó en el piso, iba a continuar limpiándolo, pero se detuvo en el acto, percatándose de algo. Miró una vez más las puertas de cristal con extrañeza. Había una discreta mancha de sangre oculta en medio de ambas puertas. La mancha no era muy grande, al menos no en la perspectiva en la que ella la miraba.

Por alguna razón le llamó mucho la atención.

Se levantó con cierta duda, y lentamente se posicionó en frente de las puertas automáticas, las cuáles se abrieron al detectar su presencia, alejándose en direcciones opuestas para terminar ocultándose en el marco y así permitirle el acceso a la otra sala.