Autistic | Jenlisa

Capítulo 1

— ¡Inservible inútil! — le gritaba aquel hombre robusto a una paralítica jóven

La pobre muchacha temblaba de miedo en aquella esquina por los fuertes gritos que daba su jefe, ella no tenía la culpa de que las cajas de vino cayeran al suelo

Ella solo quería poder trabajar como una persona normal, porque así Lisa se denominaba aunque no pueda controlar su autismo

— L-lo siento... — repetía temblando de nervios

— Nada de lo siento... Ni siquiera se porque te han contratado, ¡No sirves para nada! Es mejor que consigas un buen abogado porque con todo lo que has hecho en menos de una hora, no te va a ir nada bien.... — recitó el hombre dejando a Lisa las asustada de lo normal

El trastorno autista de grado 3 es el más profundo, y el que identificamos como «necesita ayuda muy notable», puesto que existen deficiencias graves de las aptitudes de comunicación social que causan alteraciones graves del funcionamiento.

El autismo regresivo de grado 2 aparece en un cierto punto del desarrollo. Es decir, cuando el niño ya tiene unas habilidades adquiridas que irá perdiendo progresivamente que harán necesaria una ayuda notable.

El autismo de grado 1, es el más ligero, aunque también necesita cierta ayuda. En este caso, existen deficiencias en la comunicación social que causan interferencias significativas en uno o más contextos. Lisa padece autismo de grado 1.

No hay cura para el trastorno del espectro autista, y no existe un tratamiento único para todos los pacientes. El objetivo del tratamiento es maximizar la capacidad de la persona para desempeñarse al reducir los síntomas del trastorno del espectro autista y respaldar el desarrollo y el aprendizaje. La intervención temprana durante los años preescolares puede ayudar a la persona a aprender habilidades fundamentales de conducta, de comunicación, funcionales y sociales.

Lisa estaba aprendiendo aquello, por eso buscó un buen empleo, pero no contaba con que su primer día fuera de aquella manera.

Creía que estaba lista para salir de su mundo pero ahora tenía que conseguir un abogado.

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— Lo que me faltaba... — Jennie cubrió sus ojos con fuerza al entrar a su oficina y ver tan escándalosa escena

— Ya.. ya, lo sentimos... — repetía su hermana mayor, Jisoo, abrochando su sostén mientras su esposo, Haein, acomodaba sus pantalones

— ¿Mi oficina? ¿Porqué? — le restó importancia sacando a la enamorada pareja de su gran silla para sentase y empezar a revisar sus archivos del día mientras el matrimonio de dos años descansaban frente a ella

— Roseanne.... — respondió Jisoo obviamente, el nombre de la menor de las hermana Kim

— ¿Talia ya llegó de su viaje? ¿Y porque no usan su propia oficina? están invadiendo espacio privado, las puedo demandar.... — recitó firmando papeles por doquier

— ¡Ni siquiera tuvimos tiempo de ingresar! ¡Ellas ya estaban ahí comiéndose en nuestra oficina! — habló Haein con gracia.

— Nunca entenderé el amor adulto... — río Jennie.

En sus veintidós años de edad, apenas y había tenido dos relaciones que fueron un gran fracaso, a diferencia de sus hermanas quiénes habían conseguido el amor a su primera vista.

Jisoo y Haein se habían casado hace más de dos años luego de tres años largos de noviazgo, Jisoo con veinticuatro y Haein con veintiséis y eran el matrimonio más feliz en la historia de la empresa Kim.

En cambio una Roseanne de veinte años y Talia de veintiuno llevaban un par de meses saliendo y parecían una pareja más de casadas.

— ¡Reunión! — se oyó de repente una voz masculina fuera de la oficina

— Y aquí vamos.... — recitó Jennie saliendo de la oficina con el matrimonio Jung detrás.

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— ¿Porqué una reunión improvisada? — preguntó la castaña a su padre en la sala de juntas.

Hyuna y Dawn estaban en la cabecera como feliz pareja casada que eran, ambos dueños de la empresa que tanto les costó formar con esfuerzo y dedicación y que ahora su familia manejaba demasiado bien, un gran logro para la familia Kim.

Al lado de la pareja estaban las novias más enamoradas que nunca tomándose de las manos demostrando cuanto se habían extrañado. Y obviamente no podía faltar el matrimonio Jung a un lado de estas, la única solitaria era la Kim de en medio

— Hubo un cliente de última hora, estaba desesperado por querer encerrar a alguien a la cárcel a la de ya, no sé cual sea el motivo pero acepté porque es un buen amigo, solo quiero saber quien va a llevar este caso, creo que no tomará tanto tiempo, por lo visto es solo algo pequeño sin sentido — dijo el patriarca Kim

— ¿Y para eso hizo una reunión improvisada? disculpe suegro pero.... — Talia iba a seguir hablando pero fue interrumpida

— ¿Y dejar que sigan haciendo de mi empresa un lugar donde mis hijas se manosesan con sus parejas? Yo entiendo que se amen y todo porque aquí lo que sobra es amor — confesó Dawn dándole un beso en los labios a Hyuna — Pero la empresa se la respeta... — declaró serio viendo a las parejas.

Todos agacharon sus cabezas a excepción de Jennie quién reía en silencio.

— Bueno... yo no tengo nada que ver aquí... entonces tomo el caso, papá, puedes enviarme los informes a mi oficina por favor.... — y salió riendo al ver el regañó que le dejaba su padre a las parejas.

— Vaya.... tenemos de todo.... — dijo Hyuna una vez quedó vacía la oficina

— Una hija hetero, una lesbiana y una bisexual pero que no le dan ni la hora... — rio Dawn

— Las criamos bien... — dijo la matriarca

— Demasiado bien... — tomó a su esposa por la cintura — ¿Es muy hipócrita de nuestra parte hacer esto en la oficina después de decirles todo eso?

— Ellas no se darán cuenta.... — y el matrimonio empezó su juego... De tal palo tal astilla...

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Jennie se acomodó su traje para empezar su trabajo, el juez estaba listo y su cliente también pero le llamó la atención aquella cabellera pelinegra corta temblorosa en la sala.

La acusada no dejaba de temblar y a Jennie le pareció demasiado extraño la situación, los padres de la acusada la miraban con pena desde el tribunal.

— ¿La acusada tiene algo que decir? — preguntó el juez.

Pero la persona no respondió y a Jennie le pareció extraño, la acusada movía sus manos de un lado a otro queriendo tomar aire.

— Señoría, puedo explicarlo... — el que parecía familiar de la joven elevó su mano — Lisa no se siente bien... verá... ella tiene autismo y...

— ¡Eso no es impedimento! — gritó el cliente de Jennie llamando la atención del juzgado

A Jennie se le abren los ojos con sorpresa al escuchar la revelación, ahora tenía sentido del porqué la joven estaba temblorosa y buscaba aire de alguna manera

— ¿Señoría? — la coreana elevó su mano y el juez le dio la palabra — Creo que cambiaré de cliente.....

Y Lisa por primera vez elevó su rostro para ver a quién le pertenecía tan melodiosa voz.

Jennie se puso de pie y caminó hasta la pelinegra y se sentó a su lado sintiendo como la joven de veinte años no le quitaba la vista de encima pero ahora ya no temblaba de miedo, sino de emoción. ¿La abogada bonita la iba a ayudar?.

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hola 👀 como van?