Capítulo 5

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― ¡Madre mía! ―Pego un salto al escuchar a Ema gritar en cuanto entro a la casa. Tiene una enorme sonrisa y sus ojos brillan― ¿Quién es ese hombre? ―Pregunta eufórica― ¡Alex! ¡Qué beso! ¡Dios! ¡Qué beso! Quiero uno, por favor, quiero uno ―Curvo mis labios en una media sonrisa. Se a lo que se refiere.

―Lo sé ―Balbuceo sintiendo las mejillas arder. Aun me siento flotar y mi corazón palpita con rapidez.

―Cuéntame ―Se acerca a mí y me conduce hasta la sala― Cuéntame. Es el hombre del restaurante ¿Verdad? ―Lo ha reconocido.

―Si ―No tiene sentido mentirle.

― ¿Y? ¿Dónde lo conociste? ―De pronto su expresión se torna seria y pone los ojos como platos― Espera... ¿Es el tipo del casino? ―Mi cara debe decirle todo. Deja escapar el aire y mueve la cabeza― Vaya ―Se deja caer junto a mí y mira a la nada.

―Ema... ―No sé qué decir. Sigo siendo la novia de Suk y me acabo de besar con otro, que no es cualquier hombre. Sino el hombre con el que dormí.

―Tranquila, Alex. No pasa nada. Es solo que me tomo por sorpresa ―Se gira y me mira con una expresión serena― Dijiste que lo conociste en Cancún ¿No?

―Si.

― ¿Y que hace aquí? ―Eso mismo me pregunto yo― ¿Vino por viaje o a buscarte?

―No sé ―Ni siquiera pensé en preguntarle eso cuando estuve con él. Aunque la idea de que me buscara es totalmente absurda. No tendría motivos para hacerlo.

― ¿Y la mujer? ―Inquiere― Llego al restaurante acompañado de una hermosa chica.

―No sé ―Suspira y niega.

― ¿No le preguntaste nada? ―Niego con un movimiento de cabeza― ¿Y entonces? ¿De que hablaron?

―Me dijo que quería verme y lo veré mañana.

― ¿Mañana? ―De nuevo sus ojos de abren mucho.

―Si ―Bajo la mirada a mis manos que se entrelazan nerviosamente― No sé que estoy haciendo, Ema ―Confieso.

―Alex ―Pone sus manos sobre las mías y detiene mis movimientos.

― No sé qué me pasa.

―No pasa nada.

―Te equivocas ―Digo poniéndome de pie y caminando en círculos frente a ella― Pasa todo. ¡Todo! Estoy confundida.

―Te gusta ―Señala. Ojala pudiera negarlo, pero es evidente que es así.

―Creí que nunca volvería a verlo.

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