Hijos De Un Rey Demonio [Reiniciada]

Mañas extrañas

A/N: Avísenme de errores ortográficos. Quiero que su experiencia como lectores sea lo más gratificante posible, así que no sean tímidos (･ัω･ั)

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Rimuru estaba extrañamente feliz, o al menos eso era lo que sus subordinados comentaban. Su estado de humor cambió de la noche a la mañana hace un par de días, llendo de aquí para allá con una sonrisa en el rostro. Era extrañamente adorable, pero de acuerdo a las circunstancias también era preocupante.

Él y sus subordinados estaban reunidos en la sala de reuniones, atando los cabos sueltos que quedaron desperdigados después de la guerra con Falmuth, además de trabajar en la iniciación del proyecto "Coliseo", el cual se creó después de que surgiera una duda muy importante en el banquete que celebraba la ascensión de Rimuru a Rey Demonio: ¿Quién era el más fuerte de Tempest?, después de Rimuru, claro.

-Recuerden que la construcción del coliseo debe colisionar con el dungeon de Ramiris para crear una entrada secreta en la arena. Queremos promocionar el dungeon al término del campeonato, asi que todo debe ser perfecto (＾∇＾)ﾉ♪- Le encargó esta tarea tan importante a Geld como jefe de las operaciones de construcción, dándole el boceto de cómo quería que se viera la estructura interna del coliseo.

-E-Entiendo. Cumpliré con pedido, Rimuru-Sama- Geld recibió los planos un tanto incómodo por la radiante energía positiva que emanaba del slime. No planeaba participar en el combate que se realizaría en la arena, pero quería que su señor estuviera satisfecho con su trabajo.

-El dungeon será importante porque será una fuente de inversiones constante. Necesitamos ese dinero para costear los costos de reparación de la ciudad, así que será una atracción turística para los aventureros que van y vienen. Jeje~, el dinero fluirá como la lluvia~- El slime daba saltitos muy emocionado en su forma original, rebotando en su silla con una risa risueña mientras los demás lo observaban como si hubieran brotado astas en su cabeza.

-Mi señor, entiendo su entusiasmo por reconstruir la capital, pero... ¿Se encuentra bien?- La primera en hablar fue Shuna, acercándose al slime para tocar su "frente" con una de sus manos cuando paró de saltar. Bueno, la parte donde estaría su frente según la anatomía de un slime.

-¿Hmm?, ¿Por qué preguntas?- Rimuru observó a Shuna bastante confundido, dejando de lado la conversación que tenía con Geld. -¡Estoy perfecto!~ Hop!- Saltó hacia la ventana tras acumular momentum, observando el sol ocultarse entre las montañas, lo que significaba que quedaba poco tiempo para que todos volvieran a sus casas al terminar sus jornadas laborales. Los rayos del sol entraban por el vidrio de la ventana, reflejándose en la membrana que protegía el cuerpo del slime. Era una adorable vista de un slime tomando el sol. -¿Ven?, Jajaja~

-Hai...- Shuna todavía no estaba convencida por la afirmación de su maestro, pero aún así sentía que algo no estaba bien. Entrecerró sus ojos para analizar en detalle a Rimuru, observando cada célula de su cuerpo para asegurarse de que Rimuru decía la verdad.

-¿En qué estaba?- Rimuru había bajado del soporte de la ventana para volver a su asiento con un salto, transformándose en humano con su habilidad [mimic]. -¡Ah, sí! Para recaudar los fondos iniciales volveremos a negociar con nuestros aliados, entonces...

Mientras Rimuru seguía con la reunión, explicando con gran detalle lo que iban a hacer a futuro con el coliseo y el dungeon, Shion no pudo evitar comentarle a Shuna en voz baja un tema que se le había olvidado por completo hasta hoy.