𝐑𝐀𝐃𝐈𝐎𝐀𝐂𝐓𝐈𝐕𝐄¹, Obi-Wan Kenobi

𝙩𝙝𝙧𝙚𝙚. caballero pelirrojo

—Roken—A pasos apresurados la mujer de cortos cabellos llamó a un hombre de complexión robusta, piel morena, con barba y cabellos de tonalidad azabache.

Deteniendo por unos segundos su acciones, el nombrado observó con cierta inquietud y molestia al dúo detrás de Tala—Ellos no deberían estar aquí.

—Sé que estás molesto, pero...

—Hablo en serio—Interrumpió Roken rápidamente a Tala—Súbelos en el primer transporte lejos de aquí—Ordenó con ímpetu antes de dirigirse a las dos personas que supuestamente estaban causándole nuevos problemas—Demasiadas personas los están buscando, nos ponen a todos en peligro.

Como si esas palabras no hubiesen existido jamás, Rea ignoró el comentario del moreno y Obi-Wan decidió tomar cartas en el asunto debido a la prioridad que tenía por el momento—Necesito su ayuda.

—Igual que cada niño que hace una roca flotar de aquí a Coruscant—Dijo el hombre con cierta ironía en el tono de su voz.

—Alguien muy importante para mí fue secuestrada, necesito que me ayuden a recuperarla—Rea observó disimuladamente el semblante desesperado e inquietado del Jedi.

—General—El recuerdo de la posición que el Jedi tenía antes de que la oscuridad y el caos se desataran en la galaxia ocasionó que ciertas memorias regresaran fugazmente a las conciencias del dúo—Que mala cosa—Y aunque su molestia seguía vigente, cierta emoción removió parte de su interior y su conciencia en un intento de ablandarlo con el fin de brindar su ayuda—Pero ese no es mi problema.

Obi-Wan, enderezado y firme en su postura, cruzó minuciosamente sus brazos—Pues ojalá y eso fuera cierto.

Rea mordió ligeramente su labio inferior antes de observar a Tala. La tensión en el aire era caótica y fácilmente podría cortarse con una pequeña y fina aguja metálica.

—Ella lo sabe todo—Habló Tala, y por esos momentos, la atención de su amigo recayó sobre ella. Disgustado, dejó sus tareas de lado antes de dirigirse a una nueva ubicación en el lugar, siendo seguido de cerca por el trío de personas—Dónde estamos, lo qué hacemos—Continuó la mujer de cortos cabellos en un intento de grabar dichas palabras y dicha preocupación en el hombre al mando—Roken, si ella nos encuentra hay que preparar una evacuación—Argumentó la mujer con cierta obviedad e inquietud.

—Aquí nada se va a detener. Todo se organiza desde aquí—Dijo con firmeza deteniéndose frente a una mesa con algunos aparatos encima.

—Entonces ayúdanos a recuperarla. No puedo perderla—La intervención de Kenobi hizo que la atención nuevamente recayera en él y sus palabras—El imperio es capaz de hacer cualquier cosa.

El moreno, con cierto enfado por la suposición de carencia de información contra el nuevo régimen, decidió expresar la información que yacía dentro de sí—Tenía una esposa antes. Sabía bien lo que ella era antes de casarnos—Por el tono de voz que utiliza, es sencillo captar el dolor que permanece dentro de él—Intentamos ocultarnos y los Inquisidores la encontraron aún así—En una acción involuntaria, Rea terminó por ingresar en las memorias del hombre, donde la imagen que vio de su esposa agonizando antes de morir le causó cierto Déjá Vu y dolor en el interior. Pudo sentir empatía por ellos—Por lo que sé exactamente lo que el Imperio hace—Aclaró entredientes el moreno.

—Sé que no conocimos a tu esposa y que nunca sabremos cuán importante fue para ti—El habla de la pelirroja  concentra las miradas de los presentes sobre su posición—Pero seguramente tenía fundamentos éticos y morales consigo sobre el prójimo, y no sólo lo digo porque era una Jedi. Ella era humana y podía sentir al igual que todos los demás—Rea siempre había tenido ciertos desacuerdos con las normativas que regían a los Jedi, era como si fuesen esclavizados o robotizados a no sentir con el fin de proteger a la galaxia del mal que podían llegar a desatar, cosa que le parecía de lo más absurdo y por lo que culpaba en algunas ocasiones a la caída de Anakin—Y si ella permaneciera con vida seguramente nos ayudaría, porque eso es lo correcto.