Capitulo 21

14 0 0
                                    

Tras embarcarnos no recuerdo muy bien lo que sucedió, solo que la luz nunca regreso. Estoy acostada junto a Falco y Gaby trata de cuidarnos a ambos a la vez.
-Gaby- susurro.
-Despertaste- se alegra- te ayudo a levantarte.
Ya sentada noto a Pieck cerca de mi. Yo miro mis manos y me siento algo débil.
-Toma come- un trozo de pan frente a mi provoca que me le mire- debes alimentarte bien o eso te cobrará factura.
-Entonces lo creíste cuando Hanji lo dijo- devoro el pan en segundos.- no lo digas, deseo que esto acabe y así ser feliz.
-El padre...es el Ackerman verdad- asiento- y lo sabe- niego- cuando lo sabrá o piensas esconderlo hasta que no puedas más.
-Simplemente no deseo que el tome el riesgo y tenga que protegernos cuando el no lo puede a si mismo. Aunque por otra parte tildame de  cobarde por no encontrar la forma o momento oportuno para confesarlo. Pero temo que el con desagrado me crea una cualquiera por salir en estado cuando nunca hablamos de esos temas, lo nuestro se resumía en sexo, solo sexo.
-Como llegaron a esa simple conclusión- interroga Pieck.
-Pues que mejor manera de sacar el estrés acumulado que así, aunque luego nos arrepentiríamos por lo sucedido pero era mejor- acepto cabizbaja.

... Un año atrás....

Estoy en el laboratorio de Hanji y mis ojos tratan de encontrar las pastillas que ella me recetó para dormir.
-De mocosa a drogadicta- me asusto al escuchar esa voz- se puede saber que intentas hacer.
-Simplemente busco las pildoras de sueño es todo- gruño- pero por alguna razón está mujer las escondió o algo así. ¿Y tú qué haces?- pregunto-¡Levi tu brazo!- enfoco mi vista en su brazo el cual está cortado- siéntate y quítate el uniforme, te curare.
-Tsk- responde para acatar mi orden.- espero que sepas lo que haces.
-Me duele que me seas indiferente así- hago un puchero- y más cuando termine de limpiarte y curarte.
Miró su brazo recién vendado y luego me miró.
-¿Por qué buscas pastillas para dormir?- lo miro nerviosa- acaso no estás durmiendo bien.
-La realidad es que no- admito-éstos días en mi habitación han sido un martirio.
-Tsk! Bueno ven hoy a la mía, tienes cama para ti sola.
Fue lo último que escuche para luego el marcharse. El horario nocturno llegó y yo como un títere fui guiada hasta ese cuarto. Tres golpes y un silencio fue lo que me dió la orden de entrar. Adoraba ese cuarto, siempre estaba recogido y limpio, el olor a té relajaba a todos y pues estaba desabitado, Levi no estaba. Entre a su baño personal y luego de quitarme mi uniforme abrí la ducha y sentí el agua helada deslizarse por mi espalda. Unas gruesas manos bajaron desde mis hombros hasta mi cadera.
-Llevas aquí casi una hora- su tono ronco me relaja aún más- que te sucede.
Sus manos estaban inquietas, una daba leves caricias en mis pechos y la otra se mantenía en mi cintura creando presión para acercarme más a él y notar su erección. Mentía si negaba que no me gustaba esto.
-Vamos es hora de salir o te resfriaras- me jaló por la mano.
Con cuidado como si fuese una simple muñeca me secó y peino para luego hacerlo mismo con el.
-Levi- llamé- yo...
No sé de dónde saque mi valentía pero atrapé sus labios con los míos. Adoraba besarlo, eso estaba mal, era un pecado, Erwin se estaría revolcando en el cielo...no me interesa. Había estado enamorada de este hombre por años, y mi felicidad nadie me la quitará. Levi me agarró por la cintura y cargo obligandome a enroscar mis piernas en el. Sentí las suaves telas de su cama en mi espalda y me separé de sus labios.
-Esto está mal mocosa- mi rostro se oscureció de tristeza- pero en este mundo todo lo está y deseo volver a unirme a ti.
Levi jugaba con mis pezones a su gusto, les mordía, chupaba, apretaba y yo simplemente gemia ante el placer que me provocaba. Una descarga eléctrica fue lo que sentí cuando su lengua se deslizo por el punto dulce de toda mujer. Comencé a retorcerme como gusano cuando introdujo dos dedos en mi interior y un orgasmo me hizo explotar. Él regreso a mis labios para volver a besarlos y mirarme fijamente como si tratase de ver atraves de mis azules cuencas. Su erección me provocó un salto cuando la sentí cerca de mi zona.
-Debes relajarte, hace mucho que no lo hacemos y esto podrá dolerte- susurro en mi oído para luego morder mi lóbulo- seré cuidadoso.
Comenzó a penetrarme y tal parecía que era mi primera vez, hacía casi dos meses desde esa noche y no habíamos vuelto a tener más intimidad, incluso me había regresado a mi antiguo cuarto. Nuestros cuerpos se alinearon y supe que ya era una con el. Empezó con estocadas suaves pero no tardó mucho en aumentar la velocidad, fuerza y profundidad.
-Le...Levi más, quiero más- clame gimiendo.
-Cori eres mía dilo- ordenó con su voz gruesa.
-Soy...tuya soy tuya- respondí segada por el placer.
No tardé mucho en explotar en un orgasmo para luego sentir como el me llenaba con su escencia. Estábamos cansados y sudados. Cuando el salió de mi se levantó y caminó conmigo en brazos hasta el baño. Estando ahí me lavó por completo y a quien le mentiría volvimos a hacerlo como animales en celo.
Recosté mi cabeza en su pecho y ahí me quedé dormida.
-No vuelvas a irte así de aquí- escuché el susurro- entiende de una vez, eres mía y siempre lo serás.

... Actualidad....

-Quizás y si el siempre te mantiene a su lado algo deba significar- interviene ahora Hanji- nunca había visto a el enano comportarse así con alguien más, tu eres algo más que eso Cori.
La abrazo y suspiro. Ojalá todo fuera más fácil y nada de esto nos estuviera pasando. Aún así tengo un grave presentimiento.

。⁠*゚Freiheit 。⁠*゚Onde histórias criam vida. Descubra agora